D. T. F.
(especial para ANALISIS)

Ante un gobierno provincial con dirigentes conspicuos reconociendo en público que integraron un equipo de ladrones de alto calibre organizados desde el Estado, es decir, una asociación ilícita, y hasta contaron algunas de las cosas que hacían con ese dinero robado al pueblo (cada uno imagine el resto bien oculto), y robado en plena época de decadencia, desnutrición, desocupación, una situación harto denunciada por el periodismo y ahora admitida por los propios actores; la llegada de un gobierno que no robe ya provocará un gran cambio en Entre Ríos. Y si ese gobierno postulara para jueces del Superior Tribunal de Justicia a personas honorables, bueno, los entrerrianos podrán saborear un manjar muy parecido a la soñada revolución.

A Jorge Busti le quedan, de no mediar una catástrofe, sólo 15 meses pero es mucho tiempo si la actitud será continuar haciendo daño a las instituciones y concentrando riqueza en muy pocas manos, como es la norma, y bastardeando las relaciones sociales, y es mucho también si, cuando expira su tercera y última gestión (tercera que parece quinta, última que parece penúltima), se decide a encarar algunos cambios en estos 15 meses para morigerar en algo los males ocasionados a la ciudadanía con 20 años en el poder.

En este punto hay que reconocer que nadie como el semanario ANALISIS (con aciertos y muchos errores también) ha puesto en jaque al poder corrupto en la provincia con denuncias bien fundadas, y una centésima parte de esas denuncias, que fueron más o menos investigadas, terminaron en condenas. ¡Lo que hubiera sido con un Poder Judicial en funcionamiento! Y es claro: con República esto no ocurre desde el vamos, sin República los caminos están aceitados y la impunidad garantizada. De ahí la necesidad de un Castrillón o algo similar en el Superior Tribunal de Justicia que no necesita incorporar a Castrillón, claro está, para ser lo que es.

Emilio Castrillón calza en el STJ como Sergio Urribarri en la postulación a la Gobernación. Lógica pura.

Mientras el jefe de todo esto tiene la billetera repleta, todavía hay quienes prefieren creer que era Oscar Mori el que robaba para sí mismo y no para el jefe y su banda, que era Mario Yedro que el que robaba para él y no para el jefe y su banda, que era Domingo Daniel Rossi el que robaba para él mismo y no para la banda. Como creer que no era Videla el dictador sino sus ministros, que no era Hitler el genocida sino sus lugartenientes... (aquí risas).

Días atrás fue muy gracioso también escuchar al gobernador decir que Oscar Mori deberá dar explicaciones sobre los robos que reconoció (por algunos de ellos fue condenado). ¿No cree que hay otro que daría explicaciones mucho más jugosas porque sabe mucho más? ¿Quién se le ocurre que podría ser ese gran testigo/protagonista?

Quince meses es un plazo larguísimo. Dicen que en poco más que eso, Francisco Ramírez en carrera meteórica derrotó la monarquía en el país y facilitó la instauración de la República (bajo el mando de José Artigas), esa muy manoseada República actual pero posible todavía. Y nada impide que, con alguna presión social por ahora difusa, esta estructura de ahora cambie en algo para que la necesaria República nazca en Entre Ríos de manera menos abrupta, como bien podría nacer desde el 11 de diciembre de 2007, sin esta banda y sus parásitos ya. En 15 meses, sólo 15 meses, gran jornada.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)