Jorge Riani
La desmilitarización de la sociedad que advino con la democracia, dejó como saldo una enorme cantidad de propiedades declaradas ociosas. La oleada neoliberal-peronista de los años 90 se encargó de que, privatización mediante, buena parte de ese capital quede en manos privadas.
En Entre Ríos, el Estado pudo darle una utilidad a los inmuebles del Ejército que estaban en desuso. Luego del traspaso de propiedades en La Paz y Crespo, aún quedan algunos remanentes en el Concordia, Rosario del Tala y Villaguay, aunque en éste último está en discusión si acaso está operativo. Sin embargo, en la Entre Ríos rural el Ejército aún tiene dominios productivos muy rentables.
Por ejemplo, en Mazaruca, el Ejército Argentino tiene campos en explotación y posee además grandes extensiones en Gualeguay y Concepción del Uruguay. Tal es el caso del Establecimiento General Urquiza, valuado en 30 millones de dólares y que mide 4.931 hectáreas, con 2.781 cabezas de ganado vacuno en su interior.
En lo que respecta a sectores urbanizados, en Paraná, junto a la Base Aérea, existen campos de las Fuerzas Armadas que podrían declararse de utilidad pública y ser afectados al asentamiento de viviendas sociales o aquellas que se construyan con la línea de crédito que lanzó recientemente el Gobierno nacional con fondos hoy en poder de la Administradora Nacional de Seguridad Social, más conocida por su sigla: ANSES.
De hecho, el vuelco de 150.000 millones de pesos para créditos destinados a la construcción de viviendas, recientemente anunciado por el Gobierno nacional, dejó al descubierto un problema de vieja data: cuando hay dinero para prestar, faltan terrenos. Fue en ese marco en que se puso en discusión la posibilidad de destinar los campos y terrenos que quedan en poder de las Fuerzas Armadas argentinas para dar lugar a esas futuras viviendas. En tiempos de paz, es preferible tener casas familiares que deshabitados terrenos castrenses.
Desde la Casa Rosada ya se envió un mensaje interesado en acceder a los terrenos del Ejército para afectarlos al Programa de Crédito Argentino Bicentenario (Procrear), que es el que instrumenta la mencionada línea de préstamos para construcción de casas.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner aludió a la posibilidad de destinar para tal fin un campo de golf de General Pacheco y los campos que hoy están siendo sembrados de soja y que pertenecen a la fuerza. En Entre Ríos están parte de esos campos.
El diario “Página/12”, de línea editorial kirchnerista, fue el que dio a conocer la intención oficial al respecto. “El aspecto más novedoso del programa de créditos –sostuvo el matutino porteño K la semana pasada– es la decisión política de la Presidenta de utilizar tierras fiscales que en este momento se encuentran ociosas o abocadas a fines no productivos. Esta es su faceta más revolucionaria y además su columna vertebral: el plan no sería posible, no en esta magnitud, sin la disponibilidad de estas tierras”.
A nivel nacional, el Estado dispondrá de 1.820 hectáreas, de las cuales más de 700 estaban en poder del Ministerio de Defensa, para lotear y construir casas y complejos habitacionales. En Paraná sólo queda un remanente de 64 hectáreas utilizables junto al Regimiento del Ejército, lo que siempre se conoció como “los cuarteles”, siempre hablando de zona urbana, porque lo que es campo, las extensiones son más que esas 700 hectáreas. Eso es lo que mide solo un campo que el Ejército tiene en Entre Ríos.
(Más información en la edición impresa número 969 de la revista ANALISIS)
