Jorge Riani
Chequeado.com podría hacerse una fiesta. Hablamos de ese sitio que analiza los discursos públicos y los contrasta o verifica con los datos oficiales para concluir que muchas veces, como diría la calle, se manda fruta. Es decir se falsea la realidad si es que directamente no se miente a sabiendas.
El gobernador Sergio Urribarri en su rol de precandidato a presidente de la Nación por el Frente para la Victoria, que al cierre de la edición de esta revista todavía sostiene, suele mostrar algunos “logros” de su gestión que habría que ubicar antes, mucho antes, de que él se calzara la banda de gobernador.
En aquella publientrevista que le realizara Alejandro Fantino el 11 de julio de 2013, cuando se mostraba interesado en imponer su precandidatura, Urribarri trató de exhibir como logro propio el hecho de que la provincia sea la principal productora y exportadora avícola del país.
Ante un sorprendido Fantino, el entrerriano contaba que se faenan 1,3 millones de pollos por día en las plantas avícolas entrerrianas. Solo que omitió decir que esa industria no tuvo punto de partida en la era urribarrista sino un siglo y medio antes. Claro que fue en el siglo veinte cuando comienza a florecer la producción de pollos parrilleros, pero hay que decir que cuando el gobernador peronista asumió en 2007 esa situación ya era una realidad.
“Entre Ríos era una provincia casi pastoril”, definió el gobernador para rematar con que “triplicamos las exportaciones”. La frase se lanzó libre de exactitudes: no dio precisiones de productos, ni de períodos, ni cifras. Pero junto a la alusión a la avicultura, todo parecía querer indicar que precisamente fue con Urribarri con quien los entrerrianos nos convertimos en exportadores de cifras astronómicas de pollos. ¡Incorrecto! No es cierto: la provincia es apícola, como dijimos, desde un siglo y medio antes de que Urribarri sueñe con ser presidente.
En toda la Argentina, el Día de la Avicultura se celebra el 2 de julio. La fecha está ligada a la fundación de la colonia San José que ocurrió, precisamente, cuando transitaba esa fecha del año 1857. Ese día comenzó la historia de la avicultura que llega hasta nuestros días. No es que Urribarri trajo entre nosotros la gallina de los huevos de oro. No. El iniciador no fue Urribarri, sino un tal Alejo Peyret, junto a los inmigrantes franceses llegados a las costas orientales de Entre Ríos.
Dos años antes de que Urribarri sea ungido gobernador, en esta provincia se faenaron 185 millones de pollos parrilleros, lo que equivalió al 47 por ciento de la faena nacional en cantidad de aves, y un 37 por ciento en cuanto al kilaje general de todos los pollos faenados en la Argentina.
El periodista Tirso Fiorotto estudió muy bien el tema en términos históricos y presente. Pudo explicar en tiempo presente, que en 2006 siguió creciendo la cría de pollos como venía haciéndolo ya desde hacía varios años. Sólo de enero a mayo de ese año se faenaron 179 millones de cabezas en todo el país, cuando en esos cinco meses del año anterior se habían faenado 153 millones. La tendencia marcaba un aumento del 17%. Urribarri todavía no era gobernador.
La historia de Alejo Peyret es fascinante e inspiradora.
Contamos en el libro “Entre Ríos Secreta” algo sobre este revolucionario franco-entrerriano. En 2010 lo dijimos así: “Alejo Peyret murió hace 108 años. Tenía 78 años cuando su humanidad emprendió el camino hacia la nada a la que conduce la muerte. Desde su último latido, el 26 de agosto de 1902, hasta hoy han pasado –dijimos– 108 años, 34 más que lo que le demandó su vida”.
(Mas información en la edición gráfica de ANALISIS del 26 de marzo de 2015)
