M.B.
Una constelación es un conjunto, una agrupación de estrellas que forman un dibujo que desde la tierra podemos seguir con el dedo. Las luces de la ciudad difícilmente nos dejen ver esa figura que se forma con cuerpos celestes que pueden estar a cientos de años luz unos de otros y que nosotros vemos como cercanos. Basta alejarse un poco y mirar hacia arriba para que aparezcan. La característica más mundana de las estrellas es que aunque no las veamos, están allí, pero para que haya una constelación es necesario que alguien la señale.
Esa es la idea que alimenta a Constelación Rincón: “un mapeo poético documental construido -desde una perspectiva amplia e inclusiva- con la intención de registrar, reconocer y poner en valor obras y proyectos” de artistas visuales que viven, producen y trabajan en la zona de San José del Rincón, Colastiné, Arroyo Leyes y Los Zapallos.
Constelación Rincón es un mapa en permanente construcción que ubica en el espacio geográfico a los artistas que decidan participar sin restricciones de tipo estéticas ni generacionales. El proyecto tiene formato web, audiovisual y editorial y fue posible a través del premio Espacio Santafesino, del Ministerio de Innovación y Cultura de Santa Fe. Quienes comenzaron a trazar esta constelación fueron Cintia Romero y Maximiliano Peralta, que viven en la zona hace algunos años.
Cintia es artista visual. Vive actualmente en Rincón, pero nació en Ataliva, en el interior santafesino. Con su compañero Maxi, también artista, iniciaron el proyecto Curadora, una casa que se ofrece como residencia para artistas y que se encuentra enclavada en un paraje semirural rodeado de altísimas arboledas y calles arenosas. “Como estamos a 4 kilómetros de Rincón, en nuestra vida cotidiana solíamos prescindir del pueblo. Nuestras relaciones laborales, compras y actividades se desplegaban en Santa Fe. Vivíamos dentro de la comuna de Rincón pero con poca relación con el contexto local”, reflexiona Cintia al hablar de la motivación del proyecto. “Por la residencia, teníamos muchos vínculos con artistas de todo el país, pero no sabíamos qué pasaba a 4 kilómetros de casa. Cuando comenzamos con Curadora, los artistas que venían de afuera muchas veces desarrollaban proyectos en el pueblo y llegaban a la casa con historias que nos posibilitaron acercarnos a nuestro propio contexto. Fue extraño el proceso: la vista de artistas que venían de lejos nos permitió conectar con la cultura local”.
Dice Cintia que un dato fue revelador para comenzar: la actual escuela primaria de Rincón fue fundada en 1823 como la primera escuela de Artes y Oficios del país. “Sabíamos que Rincón había sido durante el siglo XX refugio y lugar elegido de artistas, escritores y músicos, pero el dato de la escuela me terminó de motivar para hacer algo con eso. Siempre me llamó la atención que hubiera históricamente mucha gente produciendo acá. Pero en muchos casos pasaba que tenían nula relación con contextos productivos más amplios, con inserción nacional e internacional, excepto Hugo Gola, Beatriz Vallejo, Juan José Saer, Fernando Birri, que son casos que trascendieron los límites del pueblo y la ciudad de Santa Fe, pero fueron escasos en relación a la cantidad de gente que produjo desde estas tierras”. El fundador de la escuela que generó revuelo en la zona de Rincón era un cura jesuita que fue significativo para el pueblo, pero que fue trasladado a Montevideo y, con su partida, también desapareció el proyecto.
(Más información en la edición gráfica número 1046 del jueves 8 de septiembre de 2016 de ANALISIS)
