Por Camila Fernández
La Jornada es organizada por estudiantes y docentes de la Tecnicatura en Gestión Cultural(carrera que apenas cuenta con dos años de vida) y se propone como un espacio de intercambio y colaboración entre los actores que integran la carrera y los hacedores culturales de la región. En una primera instancia se abrió una convocatoria a la que se presentaron más de 50 propuestas de ponencias, lo cual indica que existe un gran bagaje de experiencias locales para compartir.
En el encuentro se abordarán diferentes modelos y estrategias de gestión públicas o independientes con el objetivo de consolidar un campo de trabajo que ya cuenta con historia en la región y que se ha visto potenciado a partir de la apertura de la Tecnicatura en Gestión Culturalque dicta la UNER. De acuerdo con los organizadores, las presentaciones serán alrededor de 35: experiencias de gestión independiente de proyectos y espacios culturales, investigaciones sobre políticas culturales, miradas universitarias desde extensión y cultura, proyectos de salvaguarda del patrimonio, intervención social desde el arte y la cultura, entre otras propuestas.
A su vez, la selección de los trabajos presentados se hizo intentando lograr representatividad de la región: habrá ponencias de Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires, así como algunos participantes compartirán experiencias internacionales (Brasil y Colombia).En ese marco, ANÁLISIS conversó con el coordinador de la Tecnicatura, Román Mayorá, sobre algunas de las nociones que hoy están en disputay que en estos espacios llevan a repensar la cultura y los sentidos que se creían definidos.
—En tu opinión, ¿cuál es el enfoque más difundido de "cultura" que hay en la sociedad y cómo creés que incide en el tipo de desarrollo que tenemos en este campo?
—El enfoque sobre “lacultura” siempre es complicadoporque muchas veces se piensa (de una forma a mi juicio un poco facilista) que “todo es cultura”, pero entonces: ¿qué es lo específico de la cultura?Muchas veces es entretenimiento, otras es formación de ciudadanía (ciudadanos capaces de convivir con los otros en la ciudad, de respetar las diferencias, de defender valores democráticos). La cultura es el pasado pero también es la configuración de una proyección hacia el futuro. Y en el medio, el presente: la necesidad de comprender el contexto en el que vivimos. Todo esto ocurre de una forma indirecta y de ahí buena parte de la dificultad para definir, comprender la cultura y no simplificar diciendo que es “todo”. La cultura sucede en el cruce entre entretenimiento, expresiones artísticas, costumbres, formas de vivir (de vestirse, de comer, de vincularse con los demás, de habitar las ciudades). A través de estas prácticas y muchas otras se van configurando y dando expresión a distintas formas.Creo que la progresiva comprensión de estos problemas, que de ninguna manera es una tarea que se realice sólo en las instituciones educativas, a mediano o largo plazo debería dar como resultado una mirada más seria sobre los problemas y los desafíos en el campo de la cultura, tanto a nivel público como privado. De a poco se irá entendiendo que la cultura es motor del desarrollo, incidiendo en otras áreas: industrias culturales, turismo, medio ambiente y calidad de vida, educación, etcétera.
