“Con este signo vencerás”: la insignia del primer Colegio laico

Edición: 
1088

A.S.

Se cumplió un nuevo aniversario de la creación del Colegio del Uruguay, fundado por el entonces gobernador entrerriano Justo José de Urquiza con la intención de formar a las nuevas generaciones de su época. El Colegio tiene como slogan esa frase: “In Hoc Signo Vinces” (Con este signo vencerás), que para muchas personas, aún muchas de las que pasaron por la institución, resulta algo misteriosa.

El origen de la expresión

“In hoc signo vinces”, la frase escrita sobre un libro que aparece en el emblema del Colegio, se remonta a mucho tiempo atrás: al año 312 de la era cristiana, en que –según narran los historiadores cristianos de la Antigüedad– el emperador romano Constantino tuvo una visión poco antes de una batalla. El relato dice que Constantino vio una cruz en el cielo con una inscripción en griego (“εν τούτῳ νίκα"), que traducida significa "con este signo vencerás". Para algunos historiadores cristianos, tras el triunfo en esa batalla Constantino se convirtió al cristianismo, pero en cualquier caso no formalizó esa conversión hasta su lecho de muerte.

Como sea, Constantino es una pieza clave para la historia del cristianismo como religión asociada al poder: legalizó a la religión cristiana en 313 mediante el Edicto de Milán, pero además convocó el Primer Concilio de Nicea en 325. Ese Concilio fue muy importante, porque oficializó una versión del cristianismo y condenó como herejes a las demás. Pero también habilitó la persecución de quienes no la aceptaran, con el ejército imperial como brazo ejecutor. Todo eso fue esencial para la expansión de esa religión. Aunque fue otro emperador (Teodosio) quien unos años después decretó al cristianismo como religión oficial del imperio (en la versión derivada de aquel Concilio), fue Constantino quien preparó el terreno para ello. Al punto que, para el cristianismo ortodoxo, es “San Constantino”. Aunque el Vaticano no lo considera santo, sí tuvo esa deferencia para con la mamá del emperador: Santa Elena.

De manera que, gracias a Constantino y desde hace ya 1.705 años, el cristianismo oficial dejó de ser la religión de los desheredados y los perseguidos –como lo fue en sus primeros años– para ser la religión de las clases dominantes de Europa. Después vendrían los diferentes cismas, que atomizaron las versiones cristianas anglosajonas y orientales, mientras que la más poderosa de sus versiones (la vaticana, que logró conservar con brazo férreo su unidad) logró un influjo único, debilitado en el resto del mundo, pero mantenido hasta la actualidad en el continente americano, tras desembarcar en esas “nuevas tierras” de la mano de los despiadados conquistadores.

El libro en lugar de la cruz

El Colegio fundado por Urquiza fue pionero en muchos avances sociales en la Argentina. Pionero en la educación gratuita y abierta a las clases sociales más desfavorecidas, pionero en la educación de ambos sexos, pionero en la enseñanza de la educación física, pionero en la investigación en ciencias y en la enseñanza de las artes, pionero en suprimir los dogmas retrógrados de los contenidos de la enseñanza, pionero en cobijar y dar un lugar destacado a emigrados europeos (muchos de los cuales venían huyendo de la persecución por sus ideas innovadoras), pionero en dar a sus estudiantes voz y voto en las discusiones cotidianas (medio siglo antes de la Reforma del 18), pionero en la intención de ofrecer una educación superior actualizada y científica… Todo eso fue el Colegio fundado por Urquiza.

¿Cómo llega entonces una frase tan emblemática para la tradición cristiana a convertirse en el emblema del primer Colegio laico de la Argentina? La razón está en la notable inversión de sentido que le otorga a esa frase el reemplazo de la cruz por un libro.

Aunque los distintos autores consultados no hacen mención a la autoría del diseño ni al momento en que se adopta, no es difícil deducir el sentido que posee. Claramente el escudo del Colegio, que acompaña su labor educativa de casi dos siglos, resignifica la conocida frase de Constantino. La transforma –con la sola sustitución de un símbolo (la cruz) por otro (el libro)– de dogma guerrero e intolerante, a emblema no dogmático: en lugar de la fe, la ilustración. Esa poderosa síntesis puede leerse así: “Con el libro, con la educación, con la ciencia, vencerás. No con creencias dogmáticas”.

(Más información en la edición gráfica número 1088 de la revista ANALISIS del jueves 25 de octubre de 2018)

Deportes

Malvinas sacó ventaja en el encuentro de ida de las semifinales.

San Benito ganó sus dos primeros partidos y lidera la Liga Femenina.

El "Pingüino" venció a Oro Verde en el clásico y marcha segundo en la tabla.

Defensores de Pronunciamiento ganó por 3-1 jugando como local.

El "Fortín" celebró la clasificación a la final en los vestuarios.

Werner se quedó con la victoria y ahora lidera el campeonato.

Ochoa se quedó con la cuarta final de la temporada en el TC Pista.

En el duelo por la fase regular acabaron empatados 0-0.

Opinión

Por Selva Almada (*)
Por José Federico Mastaglia (*)  

(Foto ilustrativa: Cedoc)

Cultura

Un espacio de salud mental pensado para adolescentes y jóvenes.

El beneficio es en el marco de plan federal FortalecER Teatro.

La actividad se realizará el próximo lunes en la FCEDU.