Alexander terminó muriendo en el Hospital Centenario de Gualeguaychú, al día siguiente del ataque por el cual se imputó a Conrado González, quien sería responsable de la agresión que terminó costándole la vida.
María, la madre de Alexander, aseguró que el agresor conocía la enfermedad que tenía Alexander, hemofilia, por la cual un golpe podría ocasionarle graves problemas. Además, confirmó que se conocían previamente y sin embargo evitó cargar culpas contra la familia de González.
"No fue una pelea, mi hijo no se defendió", reveló María.
Conrado González, el joven imputado por el crimen en Larroque, se abstuvo de declarar la semana pasada ante la fiscal Natalia Bartolo, quien con posterioridad solicitó al juez de Garantías la prisión preventiva por espacio de 60 días, petición a la que el Juez accedió.
En principio, según se informó, González cumplirá la medida restrictiva en la Jefatura Departamental de Policía de Gualeguaychú.
De acuerdo a fuentes de la investigación, se pudo comprobar la agresión de González a Reverdito a través de imágenes de cámaras de seguridad que fueron aportadas a la causa. Los golpes propinados por González causaron lesiones severas en Reverdito, quien falleció en la noche del lunes 2 de enero en el Hospital Centenario de Gualeguaychú.
“La causa va en buenos términos, creemos que se hará justicia. Alexander lo necesita y nosotros también. La causa está caratulada como Homicidio simple. Estamos destrozados, es difícil levantarse a la mañana, me quedó una cama vacía. Mi hijo tenía 20 años, lo dejamos brindando con sus amigos y nos llaman 11.45 que mi hijo estaba convulsionando porque Conrado González le había pegado. No sabemos por qué nos levantamos todos los días, porque tenemos otros hijos que nos necesitan”, contó la mamá.
La mujer recordó a su hijo como una persona muy sociable. “No le importaba la condición de la gente, dosfrutaba mucho de la vida y nosotros. Compartió muchas cosas con nosotros. Vivía acá de lunes a viernes y los viernes aprontaba mochila y se iba para Larroque con la hermana. Todos sus amigos están allá, gurises con valores que todos los días nos llaman para ver qué necesitamos, gurises trabajadores y de familia. Cuando no salían, se juntaban acá a comer asado y comer al truco. Él disfrutaba de salir, nos había incorporado a nosotros con sus amigos”, describió.
“Hoy nos sigue llamando gente que nos abraza a la distancia, amigos que lo conocían y nos dicen que Ale era maravilloso. Nosotros estamos muy mal, es muy difícil, me quedó un lugar vacío y el corazón destrozado”, agregó.
En relación al agresor de su hijo, la mujer dijo: “Conrado vino un día a la mañana, en septiembre, pasó y me dijo que era amigo de Alexander. Se quedó a comer hasta la tarde. Después mi marido lo llevó a Larroque y lo dejó en la puerta de la casa de la madre con Ale. Creo que ellos se conocían de Larroque, de amigos en común. Nadie de su familia se comunicó con nosotros. Quiero aclarar que su familia no tienen la culpa, el único que le pegó a mi hijo es Conrado González, no estamos enojados con su familia”.
Más adelante señaló que Alexander tenía “un problema en su rodilla”. “El día que vino Conra, estuvimos conversando muchísimo, saqué una caja con la medicación de Ale y le mostré. Empezamos a conversar del problema de salud de Ale. A todos sus amigos le contaba de su problema de salud, porque sabíamos que sus amigos lo iban a cuidar”.
La madre descartó que haya sido una pelea. “Esto no fue una pelea callejera, ni de un baile, fue a la salida de la casa de una amiga. Mi hijo no se defendió, no fue una pelea, una persona que le pega a otra. Me encantaría saber por qué porque Alejandro no se defendió, le pegó hasta dejarlo tirado en el piso. Esta persona se creyó con la libertad de adueñarse de la vida de alguien, no hay derecho, excusa. Mi hijo tenía 20 años y si estuviera acá, estaría escuchando música, era feliz, amaba la vida. No hay explicación, el valor de la vida está en respetar la vida de los otros”.
“Con mi marido tenemos nenes chiquitos. ¿Cómo sigue para nosotros la vida? Esa madre irá a la cárcel a visitar a su hijo, yo tendré que ir al cementerio a llevarle flores. Mi hijo no volverá, a su padre se le fue su compañero. Confío en que esto será un ejemplo para que los padres miren a sus hijos, hablen y los acompañen. No entiendo por qué. Nosotros hace dos años que dejamos de mirar el noticiero porque hay casos que duelen en el alma, y hoy nos toca a nosotros”, lamentó.