Durante la presidencia de Eduardo Duhalde, Aldo Pignanelli ocupó el máximo cargo del Banco Central entre el 25 de junio y el 11 de diciembre de 2002. Mario Blejer, su predecesor, lo sugirió como reemplazante cuando ocupaba la vicepresidencia del organismo. Y luego fue sustituido por Alfonso Prat-Gay.

En el directorio del BCRA tuvo un rol muy importante para la salida de la Convertibilidad y también mantuvo fuertes contrapuntos con funcionarios del área de Economía, incluido el entonces ministro Roberto Lavagna.

“Creo que me hice peronista en la cuna, porque mi padre era un militar dado de baja en 1956 y mi madre era una gremialista de la cervecería Quilmes”, comentó sobre una de sus pasiones, entre las que se contaba el club Lanús.

“Yo tengo un recuerdo un poco vago del '55 y '56, cuando encarcelan a mi padre. Cerca de mi casa fueron los fusilamientos de la Unidad Regional de Lanús cuando fue la revuelta de Valle. Y durante la niñez, los 1° de mayo y 17 de octubre nos levantábamos con mi padre, mi hermana y mi madre y nos hacían cantar el Himno nacional y la Marcha peronista”, agregó al sitio “Peronperon”.

El primer recuerdo claro ocurrió unos años más tarde. “La primera conciencia de ser peronista me surgió naturalmente en segundo año del secundario, en 1964. Había una materia que se llamaba Educación Democrática, con un tema que era 'Tiranías'. La profesora hablaba muy mal de Perón, muy mal de Evita. Y yo venía con el retumbe de la familia y de los vecinos. Me levanté y desde atrás, le grité '¡Viva, Perón, carajo!'. Terminé en la comisaría, detenido, y expulsado de la escuela”.

Durante la crisis de 2001, Pignanelli --cumplía funciones en el directorio del Banco Central-- fue un hombre clave en la salida de la Convertibilidad, al sugerir que el peso no debía aumentar más de 4 pesos. “Con esa mejora, la producción industrial se recuperaría en seis meses y el sector financiero no quebraría”, contó sobre esos días críticos para la Argentina, publicó el diario Clarín.

​Tras la salida de Blejer, asumió al frente del BCRA. Allí tuvo un paso de seis meses, en los cuales tuvo fuertes diferencias con Roberto Lavagna.

Los cortocircuitos comenzaron porque Pignanelli se expresó como partidario del canje de bonos y defendió la autonomía del Banco Central “le guste a quien le guste”.

A pesar de declaraciones apaciguadoras, un mes más tarde resurgió la divergencia de opiniones cuando Lavagna lo responsabilizó de dar muestras de una inminente salida del corralito cuando, desde su punto de vista, no estaban las condiciones para hacerlo.

El Frente Renovador los reencontró. “Gran profesional, apasionado por Argentina, pero, sobre todo, un excepcional ser humano. Mi acompañamiento y afecto a su familia”, lo despidió el ex ministro de Economía, en los primeros minutos hoy, consignó Clarín.

En los últimos años, Pignanelli se desempeñó como asesor de Sergio Massa. Crítico de las medidas económicas durante el gobierno de Cristina Kirchner, desde allí también mostró su desacuerdo con las iniciativas de la administración de Mauricio Macri.

Su carrera política, iniciada en los años ochenta en la municipalidad de Moreno y en el Banco Provincia, marcaba este miércoles como una fecha clave. Es que ese día se producirán las elecciones del Consejo Profesional de Ciencias Económicas, el ámbito --más restringido-- que eligió Pignanelli como su última aventura.

“Vamos a cambiar esta realidad, una realidad que hace 40 años están gobernando el mismo color (la lista Azul, que gana desde 1979). Creo que en democracia es la forma de vivir, y en democracia vamos a entrar a gobernar el Consejo Profesional de Ciencias Económicas. Levantamos las manos, nos unimos y a triunfar el 19 de junio”, aseguró en el spot de lanzamiento del Frente Bordó Naranja, acompañado por Gabriela Russo.

“Un excelente militante, contador, compañero, padre y abuelo”, lo definió Julieta, una de sus hijas, que confirmó el fallecimiento de Pignanelli hjoy bien temprano.

Los restos del economista serán despedidos en Forest 906.