Por Martín Ulacia (*)

Tierra del Fuego votó una ley de vanguardia que prohíbe las salmoneras industriales. La reflexión sobre la relación entre el ser humano y la producción a escala vinculada a especies animales, es un problema actual de primer orden, porque está en la base de una explicación lógica a la pandemia que vivimos, que podríamos decir no es más que una gran zoonosis planetaria, inscripta en la saga de la gripe aviar (2004-2006), la gripe porcina (2009-2010), entre otras.

Este miércoles 30 de junio la provincia de Tierra del Fuego aprobó una legislación de vanguardia en el mundo: prohibir por ley la cría industrial de salmones en jurisdicción provincial, especialmente en aguas del Canal Beagle.

La norma fue sancionada por unanimidad en la legislatura patagónica, producto de la movilización de colectivos de vecinos y vecinas organizados en torno a la denuncia de las consecuencias ambientales de esta actividad. Este proceso se inició en 2018, cuando aparecieron en escena proyectos para establecer salmoneras (jaulas para la cría de salmones en cautiverio), en el lecho marino del Beagle.

Por ello, dialogamos en Tarde Para Miles con Nancy Fernández, investigadora e integrante de la Asociación Manekenk.

“Lo que se prohibió con esta ley fue la salmonicultura a gran escala, a niveles industriales. Esto tanto para el canal Beagle como en los lagos o en aguas oceánicas de la provincia. Hace años que había estudios para implementar la salmonicultura en el lago Fagnano, por ejemplo", dijo Fernández.

"Estos criaderos llamados salmoneras, producen salmones, que es una especie de otra región, del norte de Europa. Estas son jaulas que generan mucha contaminación, por lo que defecan los peces, pero además por los antibióticos y colorantes que se aplica en cantidades enormes, estos desechos afectan el lecho marino, absorben el oxígeno, y 'agotan' el lugar, que se tiene que mudar. Hay casos donde se han muerto millones de peces por las enfermedades que se producen por el mismo amontonamiento", agregó.

¿Hay otros modos de producir?:"La producción en tierra, en piletas cerradas, es algo viable, pero pasa que es mucho más costosa, y las empresas, que son fundamentalmente noruegas, buscan abaratar costos instalándose en aquellos países que los dejen entrar".

“Las actividades de cría de truchas, a pequeña escala, artesanal, seguirán estando permitidas y controladas por la autoridad de aplicación", aclaró Nancy Fernández.

La reflexión sobre la relación entre el ser humano y la producción a escala vinculada a especies animales, es un problema actual de primer orden, porque está en la base de una explicación lógica a la pandemia que vivimos, que podríamos decir no es más que una gran zoonosis planetaria, inscripta en la saga de la gripe aviar (2004-2006), la gripe porcina (2009-2010), entre otras. La teoría conspirativa del "virus de laboratorio" es funcional a la hora de obturar una visión crítica de los modos de producción humanos y su relación con la naturaleza, signados por la ganancia y no por la armonía con el ambiente. La hipótesis de la "intencionalidad" en el origen de la pandemia es una concesión a un sistema mundial que exhibe una realidad tan brutal como caótica.

No estamos hablando sólo de salmoneras industriales, no hablamos sólo de mega-granjas porcinas, no hablamos sólo de minería metalífera a gran escala. No, hablamos de una dinámica económico-política, propia del capitalismo tardío, que con una frecuencia creciente, entra en contradicción con resistencias y conciencias colectivas, cada vez más robustas.

Más simple: cada vez es más difícil vender espejitos de colores.

(*) Periodista y politólogo - Publicado en milpatagonias.com