El coronel Jorge Alcides Larrateguy se negó a declarar ante el juez Federal de Resistencia, Carlos Skidelsky en el marco de la denominada Masacre de Margarita Belén, ocurrida el 13 de diciembre de 1976 en la que fueron fusilados 22 militantes sociales -entre ellos los entrerrianos Fernando Piérola y Carlos María Cairé- por la que está detenido e imputado junto a otros ocho militares. En tanto, el único militar que se encuentra prófugo, Norberto Raúl Tozzo, es buscado por Interpol, tras recibir la notificación judicial.
En medio de una fuerte custodia por parte de Gendarmería Nacional ante el escrache organizado por familiares y amigos de víctimas de la última dictadura militar, integrantes de la Agrupación HIJOS (Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio) y de organizaciones sociales se convocaron en la puerta del estacionamiento del Juzgado Federal, por donde el militar de 75 años fue ingresado y retirado.
Tal como hicieran los ocho militares citados anteriormente, Rafael Carnero Sabol, Athos Renés, Germán Riquelme, Ricardo Reyes, Aldo Martínez Segón y Horacio Losito, entre junio y julio de 2003 y Luis Pateta y Ernesto Simoni la semana pasada, Larreteguy se abstuvo de declarar y su presentación ante el juez Skidelsky se limitó referenciar cómo se escribe su apellido y a la fonética del mismo: Larretegüí.
Tras la audiencia, para que Larrateguy no quede expuesto a las cámaras, una decena de gendarmes formó un “túnel” en el fondo del estacionamiento, por donde caminó -bastante más ágil que lo que se lo vio el lunes en el Hospital Perrando- hasta la parte trasera de una camioneta de Gendarmería, que salió a toda velocidad, de contramano y escoltada por otros dos patrulleros, según consignó el diario Primera Línea, con destino a la Base de Apoyo Logístico de La Liguria, donde cumple el arresto junto con los otros militares.
En tanto, el único prófugo en el caso, Norberto Raúl Tozzo, el militar que tiene negocios en medios de comunicación de María Grande y Hasenkamp es perseguido ahora por Interpol, después que la policía internacional recibiera la orden de captura internacional que pesa sobre él de parte de la justicia chaqueña, ante la sospecha de que podría encontrarse fuera del país, tal lo expresado por su abogado, Carlos Pujol, quien hasta afirmó que Tozzo ni siquiera había tomado conocimiento de su situación.
Sin embargo, fuentes cercanas a la instrucción no descartan que el militar prófugo se encuentre en el país, a partir de una información obtenida por el Ejército acerca de un último domicilio del militar en Buenos Aires, donde habría sido visto por los vecinos.