
Un penal acertado por Juan Martín Hernández abrió el marcador a los dos minutos para los argentinos, como premio a la gran presión inicial de Argentina en el campo contrario. El objetivo de sobrecargar al apertura Quade Cooper dio réditos y Australia se vio sorprendida por los contragolpes. Pero luego de ese inicio ambicioso, Los Pumas fueron empujados hacia su terreno por un rival con llamativos problemas para desequilibrar a la defensa.
El apertura Berrick Barnes falló dos penales a los 8’ y a los 17’, mientras que Juani Hernández tampoco pudo ampliar la diferencia con otro remate. La temática de los 30 minutos restantes fue bien clara: los oceánicos tuvieron el control y chocaron ante la sólida defensa. Los argentinos mostraron una sacrificada labor entre forwards y backs para resistir.
Sólo hubo dos filtraciones que no terminaron en try por un knock on de Radike Samo y una presión agónica de Gonzalo Camacho contra Nathan Sharpe. La igualdad recién llegó a los 25’ gracias al penal de Cooper, aunque Hernández devolvió gentilezas a los 28’ para decretar el 6-3 que no se movió hasta el descanso.
A los nueve del segundo tiempo, Barnes logró la igualdad en seis con un penal certero. Argentina maldecía sus problemas de manejo y no podía crear en ataque. Pero todo cambió en dos minutos. El ingresado Leonardi tapó un kick del errático Cooper y se fue rumbo al try para cambiar el partido, que pasó a estar 11-6 (Hernández no convirtió).
Dos minutos más tarde se produjo otro sismo argentino: Hernández comandó con libertad un contragolpe y abrió hacia la derecha para dejarlo volar a Imhoff. El wing, reemplazante del lesionado Camacho, desniveló a pura velocidad y luego le cedió la pelota a Julio Farías, que apoyó con potencia para el 16-6 (no hubo conversión del 10).
Un penal de Hernández estiró la diferencia a 19-6. Sin embargo, los australianos sintieron su orgullo herido y reaccionaron. A los 19’ llegó el try de Pat Mc Cabe, luego de una jugada de ocho fases. Y a los 28’ se dio vuelta el duelo, cuando Digby Ioane apoyó por la izquierda gracias al pase de Samo. Barnes aportó dos conversiones y los Wallabies se pusieron 20-19 a 12 minutos del cierre.
El éxito del anfitrión se consolidó con el penal de Gill. No alcanzó el empuje argentino en los últimos dos minutos. La primera victoria se escurrió de las manos y los dirigidos por Phelan masticaron bronca por no haber podido sostener la diferencia conseguida con orden y esfuerzo.
Como ante Sudáfrica en Mendoza, la posibilidad de lograr un triunfo histórico quedó postergada entre lamentos. El próximo desafío será ante el cómodo líder Nueva Zelanda como local, el 29 de septiembre, da cuenta TyC Sports.