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Elecciones en Uruguay: “Cayó el apoyo al gobierno y eso se cristalizó en la votación”

El periodista de Uruguay, Fabián Werner, analizó el proceso eleccionario del pasado domingo y el futuro balotaje que se disputará el 24 de noviembre.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio Plaza), Werner sostuvo que “lo que pasó ayer fue la primera vuelta de las elecciones generales, que en realidad se convierten en elecciones parlamentarias por el hecho de que hay una segunda vuelta para definir quién gana la Presidencia. La principal novedad es la conformación del nuevo Congreso que tiene una mayoría bastante notoria del Frente Amplio, que consiguió la mayoría absoluta en el Senado lo que le da la posibilidad de tomar decisiones importantes, y está en disputa todavía la integración de la Cámara de Diputados, aunque ya es seguro que el Frente Amplio no tendría allí una mayoría propia”.  

Agregó que “también se definió que en la segunda vuelta que será el 24 de noviembre van a competir Yamandú Orsi que es el candidato del Frente Amplio y Álvaro Delgado que es el postulante del partido de gobierno y además de toda la coalición de partidos que está gobernando el Uruguay desde 2020”.

Sobre la figura de Orsi, indicó que “es un viejo militante del MPP, que es el sector de José Mujica, es oriundo de Canelones, vive en la costa a 40 kilómetros de Montevideo, es docente de Historia, fue secretario General de la Intendencia de Canelones que es como la Gobernación durante 10 años, y en los últimos años fue el intendente de Canelones. Es un político muy conocido, desde hace muchos años que se viene manejando su nombre como posibilidad de postulante presidencial del Frente Amplio, y él ha querido durante este tiempo terminar su gestión en la Intendencia de Canelones. Solo ocupó cargos a nivel Departamental, no ha sido ni senador, ni diputado, ni ministro y eso es un poco lo que se le cuestiona desde el partido de gobierno, que no tiene experiencia de gestión a nivel nacional”.

En cuanto a las perspectivas para el balotaje, el periodista comentó que “se da una situación particular desde hace varios años, porque en 2019 cuando gobernaba el Frente Amplio y la primera vuelta la ganó el Frente Amplio, segundo fue el Partido Nacional y fue a la segunda vuelta, se conformó lo que se denominó en aquel momento una coalición republicana, donde se juntaron todos los partidos de la derecha clásica de Uruguay: el Partido Nacional, el Partido Colorado, se sumó un partido nuevo denominado Cabildo Abierto integrado mayoritariamente por militares retirados, y dos partidos pequeños, uno de centro-izquierda llamado Partido Independiente y el Partido de la Gente. Esos cinco partidos firmaron lo que llamaron un compromiso por el país, se juntaron para la segunda vuelta y ganaron el gobierno. Para esta elección se reedita eso, pero con algunas variaciones importantes: en primer lugar, el Frente Amplio creció, tiene un porcentaje mucho más alto y eso le da una posibilidad de tener una expectativa legítima de alcanzar los pocos votos que le faltan para ganar, y, por otro lado, el Partido Nacional que está gobernando bajó en votos. Ya se sabía que el Partido Nacional, Cabildo Abierto y el Partido Independiente van a apoyar al Partido Nacional en la segunda vuelta, por lo tanto, esa incertidumbre de saber si los otros partidos van a apoyar o no al candidato del gobierno ya estaba muy claro que iba a ser así. Lo que no está claro es que ese apoyo partidario se traslade automáticamente en los votos. De hecho, en todas las segundas vueltas que hubo desde que se aplica este sistema, desde 1999 hasta ahora, los partidos de la derecha han perdido votos y el Frente Amplio ha ganado votos”.

Agregó que “lo que tenemos son encuestas previas a la elección del domingo que dan al Frente Amplio como favorito, pero han pasado cosas, hay un nuevo Parlamento, hay que ver cómo se juega la campaña en este tiempo y, además, en pocos días hay un debate entre los candidatos, que puede definir a quienes están indecisos o han quedado sin partido”.

Consultado por el desgaste del partido gobernante que marcó un posible retorno del Frente Amplio, Werner consideró que “hay varios factores; en primer lugar, hubo algunos casos de corrupción bastante impactantes por el lugar donde se produjeron y porque el gobierno actual ganó en buena medida en 2019 porque tuvo un discurso muy fuerte por la transparencia, por la lucha contra la corrupción y la seguridad”.

“Un ejemplo es el caso del narcotraficante Sebastián Marset que le costó el cargo al Canciller y al ministro del Interior, antes había ocurrido el caso del jefe de la custodia del Presidente, Alejandro Astesiano, que conformó una asociación para delinquir en el cuarto piso de la torre ejecutiva y terminó preso, y eso le pegó directamente al Presidente de la República que es el principal activo político que tiene el gobierno, porque tiene hasta hoy casi un 50% de popularidad, de personas que apoyan su gestión, pero eso no se traslada a la gestión de gobierno. El Presidente tiene ese porcentaje de apoyo, pero su partido tiene poco más del 26% de los votos, ahí han tenido una dificultad grande para trasladar el apoyo al Presidente en votos. Y después hay cuestionamientos a la gestión, ha crecido la pobreza, hubo algunos elementos de polémica por la aprobación de algunas leyes que han retrocedido respecto de cosas que se habían votado en la gestión del Frente Amplio, se aprobó una ley tremendamente regresiva en varios aspectos, hubo una crisis hídrica, y todo eso le pegó bastante duro al Presidente. Hubo episodios que fueron mostrando, y también lo mostraron las encuestas, que iba creciendo el Frente Amplio mientras iba cayendo el apoyo al gobierno, y eso se cristalizó el domingo en la votación”, describió.

Por otra parte, mencionó que “la economía no ha sido un tema de gran discusión en la campaña, Uruguay ha logrado una estabilidad desde hace unos 15 o 20 años, mantiene la inflación bastante controlada con cualquiera de los gobiernos, más allá de algunos matices que se cuestionan”. Agregó que “pasó una cosa muy curiosa, porque simultáneamente a la elección se pusieron a consideración de la gente dos plebiscitos, dos reformas constitucionales: uno para permitir los allanamientos nocturnos y otro para reformar el sistema de seguridad social. Los dos perdieron, ninguno se aprobó, pero como el de allanamientos era apoyado por el gobierno y el otro era apoyado por parte de la izquierda y del movimiento sindical, el gobierno hizo mucho eje en pedirle a la gente que no votara ese plebiscito de la seguridad social, entonces el debate electoral o programático se desvió en buena medida en cuestionar esa intención de reforma constitucional, y otros temas como la seguridad que ha sido muy cuestionado en la gestión del gobierno en estos cinco años de gobierno, porque aumentaron de manera importante los delitos graves como homicidios, rapiñas, sicariato, y había sido algo que el gobierno había prometido bajar. Además, uno de los principales slogans de la campaña del Frente Amplio ha sido que gobierne la honestidad, y eso aparentemente prendió en la gente y en buena medida el debate está pasando por ahí: seguridad pública, honestidad en la función de gobierno, ya quedó de lado el tema de la seguridad social, y ahora seguramente se enfocará más en aspectos personales de cada uno de los candidatos, que también fue algo que se debatió bastante en cuanto a cuál de los dos tiene mayor experiencia y mejores posibilidades de encabezar un gobierno”.

Sobre la influencia de José “Pepe” Mujica en la elección, definió que “el MPP (Movimiento de Participación Popular) que es el sector de Orsi y que creó y lideró Mujica dentro del Frente Amplio tiene la misma cantidad de senadores que todo el Partido Nacional junto. La potencia electoral que tiene el MPP en el Uruguay es histórica, nunca el MPP había tenido la cantidad de votos que tuvo en esta elección, nunca había elegido tantos senadores y eso le da a Orsi en caso de ser Presidente una potencia y una posibilidad de apoyo en el Congreso muy importante”.

“Según algunos analistas, el discurso de Mujica semanas antes de la elección fue muy importante para movilizar a toda la militancia, fue un discurso muy emotivo e inesperado porque todos sabemos que la salud de Mujica está complicada desde hace tiempo y no se esperaba que asistiera a ese acto. Eso aparentemente fue un movilizador muy importante de la campaña del Frente, especialmente de su sector, más allá de que Mujica trasciende a su sector y al Frente Amplio. Sigue siendo el político más popular, según todas las encuestas, y lo es desde hace como 15 años”, concluyó.

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