Por Luis María Serroels (*)

Hoy por hoy debe haber pocos argentinos capaces de soportar los niveles de desánimo y vergüenza que genera el kirchnerismo al momento de enfrentar jueces probos, y de tener que rendir cuentas por las malas conductas de Cristina Fernández. Allí exuda una extraña mezcla de altivez y temor (es bueno señalar que esta funcionaria perenne tiene una lluvia de causas por las que tarde o temprano deberá responder).

La pluma brillante de Claudio Savoia (Clarín) desnudó una verdad crudamente vergonzante a la luz del atropello y la burla irrespetuosa dirigida al Poder Judicial y protagonizada por una persona corrupta y bajo graves imputaciones.

Las causas por las que debe hacerse cargo son variadas, entre ellas la culpabilidad de haber encubierto el atentado a la AMIA mediante el Pacto con Irán, a lo que se suma el asesinato del fiscal Alberto Nisman. El trabajo periodístico de Savoia no tiene la menor falla y resulta aplastante dejando claramente maniobras de cajoneo vergonzoso, pero además sin llevar a cabo acciones esenciales y –según está expuesto- se dan acciones de dilación sin argumentos que lo justifiquen.

Pero mientras la causa Irán siga su curso, otras no menos graves no podrán distraerla de sus preocupaciones tribunalicias, ni hacer caso omiso. Cuando se es inocente nadie tiene porqué rehusarse ante fiscales y jueces.

Es útil revisar el pasado, en especial los juegos oscuros del actual primer mandatario cuando se desató largamente por televisión con términos que jamás se podrían deslizar a una figura política y menos a una mujer.

¡Oh milagro! Fernández al final se terminó asociando con CFK tras despejar sus enfrentamientos. No obstante, éste había desparramado por doquier los detalles del crimen del fiscal Alberto Nisman, mientras tanto ella negaba cualquier dato que comprometiera a la línea iraní. Si Cristina era ajena a toda connotación con los responsables del atentado que destruyó la AMIA con tantos muertos y heridos ¿qué interés hubo en simular un suicidio de Nisman, cuando se dio por cierto que se trató de un asesinato?

Existe una realidad que no se debe soslayar y es que la actual vicepresidenta pretende armar una audiencia pública que no está prevista, sin olvidar que de lo que se trata es de salvarles el pellejo a los terroristas ante la responsabilidad de semejante acto de lesa humanidad (delitos atroces y de carácter inhumanos).

Resultó jocosa la forma en que trastocó el orden de los roles interrogando a los jueces, siendo que es la que debe ser interpelada por la justicia por graves cargos.  ¿Desde cuándo los patos les tiran a las escopetas?  Esto no es un Juego de Damas sino un hecho que sacudió a todos los argentinos y al mundo entero.

Quienes parecen olvidar supinamente que el único sinsabor de CFK no se agota con el Memorándum con Irán con todo lo que significó para los argentinos y al mundo entero, cometen un gravísimo error.

Refrescar estos hechos a la sociedad resulta útil y es bueno que se conozcan. Enumerar detalladamente a cada uno llevaría mucho espacio, pero valga acometerlo en una síntesis apretada. Los detalles están acumulados por el Poder Judicial, con etapas diversas, procesamiento e instrucción cerrada a la espera de su elevación a juicio.

Se trata de la acumulación de una decena de causas judiciales en las que fue procesada. Entre ellas la de mayor trascendencia se refiere al Memorándum de Entendimiento con Irán (traición a la patria y encubrimiento);  direccionamiento de obras viales para favorecer al empresario Lázaro Báez (provincia de Santa Cruz); causa “Los Sauces” S.A. – Báez y Cristóbal López-; Hotesur-CFK  (Lavado de Activos y asociación ilícita), donde además son procesados Máximo y Florencia Kirchner (lavado de dinero a través del alquiler de habitaciones del Hotel Alto Calafate (Santa Cruz); “Cuadernos de la Corrupción”, donde se sindica como jefa de una asociación ilícita a Cristina Fernández; y otras causas entre la que se cuenta el uso de aviones oficiales trasladándoles al matrimonio Kirchner desde Buenos Aires a Río Gallegos los diarios del domingo.

Este servicio innecesario –ya que esos periódicos capitalinos arribaban mediante un transporte particular- fue denunciado como un traslado secreto con valijas que habrían llevado dinero en moneda nacional y extranjera.

Alberto Fernández llegó a expresar que “sólo un necio diría que el encubrimiento presidencial a los iraníes no está probado” y agregó que “Cristina ya sabe que ha mentido”.

Recordemos que 120 cuerpos con 200 páginas cada uno (24.000 fojas) y 100.000 páginas nos interpelan y dan cuenta de un compromiso férreo de llegar hasta la médula de la justicia. Así lo demanda nuestra Patria ante uno de los más sangrientos hechos cometidos. Nuestras almas inocentes lo aguardan para descansar definitivamente en paz bajo el signo de una justicia verdadera. Que sea para quien quiera y deba.

(*) Especial para ANALISIS