(Foto: NA)
Por Edgardo Scarione (*)
Ante la embestida cobarde del gobierno de Milei y Caputo a la educación pública no arancelada, es necesario combatirlos con ideas y no con consignas; de nada sirve levantar un día banderas si al otro día no proponemos proyectos superadores a estos seres mediocres desprovistos de empatía y signados por la crueldad que hoy ocupan el Poder Ejecutivo Nacional.
La planilla de cálculo cuyos resultados falsos es el comienzo del fin de una retórica anti Estado que pregona Milei, cuyo único objetivo es experimentar con la sociedad argentina mediante un proyecto inédito que solo busca cerrar una sumatoria de ingresos y egresos con saldo positivo.
No importa el futuro, no importa el después; es el proyecto de ser recordado en la posteridad como sea, al mejor estilo del emperador romano Calígula.
Su desquicio psiquiátrico aprovechado por un grupo de multimillonarios que aprovechan para hacer más negocios con ganancias fáciles nos debe llevar al común de los argentinos a superarlos mediante ideas comunes que nos permitan superar y mejorar el estado de la educación.
Ese debería ser el origen para refundar las bases de un proyecto educativo superador, no solo en lo pedagógico sino también en la sustentabilidad estructural de la educación.
No sirve un solo grito o unos cuantos si no se permanece en el tiempo superando día a día con hechos concretos que nos permitan recuperar la educación que supimos tener y que debemos mantener.
(*) Expresidente de la Caja de Jubilaciones.