Silvio Méndez

Invitados por el proyecto de extensión “Por una nueva economía”, de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), visitó Paraná un grupo de trabajadores de la fábrica que perteneciera a Zanón SA. Esta firma, radicada en la ciudad de Neuquén, es una de las más importantes productoras de revestimientos del país, y desde octubre de 2001 se encuentra tomada y administrada bajo control de sus obreros. La ocupación de Zanón constituye una de las notas más destacadas de la autoorganización colectiva frente a la debacle económica y el intento de vaciamiento de la empresa por parte de sus antiguos dueños. Este particular derrotero fue compartido por los ceramistas en una serie de charlas con gremios, organizaciones intermedias, estudiantes y cooperativistas. Hablaron de su práctica diaria de resistencia y solidaridad, así como de su actual lucha por la expropiación de la planta, que cuenta con la oposición del gobernador neuquino, Jorge Sobisch, y la notable indiferencia del Presidente Néstor Kirchner.

Organizado por el proyecto de extensión académica “Por una nueva economía”, de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), visitó la capital provincial un grupo de trabajadores que tiene bajo su control la cerámica neuquina que perteneciera a la familia Zanón. Se trata de una de las fábricas más importantes del ramo en el país y que representa, junto a otras empresas recuperadas, uno de los paradigmas de la autoorganización obrera tras la debacle económica y política de 2001. En su estadía, la semana pasada, los representantes de la ex Zanón efectuaron charlas de debate e intercambio con el personal superior de la Municipalidad de Paraná, con estudiantes de la UNER en el comedor universitario, en la Asociación Gremial del Magisterio (AGMER) Paraná y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). Por otro lado, realizaron una ronda por los medios locales y fueron recibidos por sus pares de la cooperativa de tejas y ladrillos Coceramic. Además, con su presencia en la Facultad de Ciencias de la Educación inauguraron la Cátedra Abierta de la Economía Social, Solidaria y Participativa.

En diálogo con ANALISIS, uno de sus representantes, Juan Blasco, relató el sentido del viaje en el cual dan a conocer su experiencia y estado actual de lucha. En esta línea, explicó que hace menos de un mes, con una movilización popular en la capital de Neuquén, los obreros de la fábrica presentaron ante la Legislatura de esa provincia un nuevo proyecto de ley para la expropiación de la planta con el sentido de poder estatizarla y que pueda ser definitivamente administrada por sus trabajadores. “Desde octubre de 2005 se logró la figura de cooperativa, pero esto es una salida transitoria. Lo que pretendemos es que la maquinaria y la fábrica se expropien y se estaticen, siempre con el control de los mismos trabajadores. Una fábrica de propiedad estatal, con control de los obreros, con autonomía y poder de decisión de los que trabajan”, definió. Esta reciente posibilidad surgió a partir de que la reforma de la Constitución de Neuquén admite la iniciativa popular; “juntando 8.000 o más firmas, se obliga a la Legislatura a que se trate un proyecto. El 1º de mayo de este año, cuando se inauguraron las sesiones, hicimos una marcha y entregamos el proyecto con los avales de las firmas. Esto entró y lo tienen que tratar y están en obligación de hacerlo”, describió. Además de este reclamo concreto que aún no se ha tomado en cuenta, Blasco señaló que su planteo es tanto a nivel provincial como nacional. “La relación con los dos gobiernos es nula. Si no, a esta altura, hubiéramos alcanzado una solución o se hubiera tratado de entrada el proyecto que ingresó a la Legislatura provincial. La respuesta del gobierno provincial es ninguna; el nacional, tampoco. En esta instancia es una decisión política”, definió.

Aportando más datos sobre la actual situación de la empresa de cerámica, se señaló que si bien se está trabajando recientemente bajo la figura de cooperativa, en la práctica, su modelo de organización sigue siendo el mismo con el que tomaron la fábrica, allá por octubre de 2001, es decir que todas las decisiones se toman en asambleas horizontales. Con este modelo de gestión obrera, se realizan asambleas periódicamente en las que se toman todo tipo de resoluciones, de las más pequeñas hasta las más importantes, y donde todos participan con su opinión y su voto. Es más, hasta la designación de quienes serían los tres enviados para Entre Ríos en esta ocasión fue resuelto en plenario. Además, existe una instancia una vez por mes que se puede extender por muchas horas, así como se sigue un riguroso sistema de rotación de cargos para asegurar el método. Cuando se tomó el control, la empresa contaba con 270 trabajadores y en la actualidad suman 460. El sueldo básico es de 1.400 pesos, que cobran todos por igual, aunque la idea es “llevarlo a 1.800, pero a medida que se vaya dando, cosa de no hacer locuras y poner en riesgo la gestión obrera. Por eso tenemos un plan político, un planeamiento productivo, inversiones, costos, amortizaciones, además de prever que todos los meses hay que pagar la luz, prever si aumenta, tener para comprar la materia prima. Todos esos gastos se debaten en asamblea”, comentó.

El nivel de producción de la ex Zanón es de 370.000 metros cuadrados por mes. Están produciendo en mono cocción y, a menor escala, porcelanato, un cerámico de alta calidad. Según se explicó, la mayoría de lo elaborado se coloca en el mercado interno, y está planeado para el futuro poder superar el actual 40 por ciento de la capacidad real de la planta, ya que en pleno funcionamiento podría llegar a producir más de un millón de metros cuadrados mensuales.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)