Por C. F.
Con el objetivo de poner en valor el lugar de las mujeres de la región en la composición, el segundo sábado de cada mes, hasta diciembre, la Casa de la Cultura de Entre Ríos, que depende de la Secretaría de Turismo y Cultura de la provincia lleva adelante el ciclo Compositoras. La propuesta musical comenzó el 14 de abril con la presentación de Analía Bosque, continúa este 12 de mayo con Miriam Gutiérrez y finalizará con un concierto en el que estarán reunidas todas las artistas el 8 de diciembre.
Miriam Gutiérrez
Miriam nació en Paraná el 1 de junio de 1978 en el seno de una familia de músicos. Empezó a tocar la guitarra a los seis años y desde pequeña integró agrupaciones como Los hermanitos Gutiérrez, Las Hermanitas Graz Pereyra, el conjunto Inspiración Ibera; y recorrió escenarios junto a su padre, Federico Gutiérrez, quien casi sin buscarlo la llevó hacia su destino: el bandoneón. “En casa había un bandoneón que era de uno de los integrantes del grupo de mi papá y un día me puse a investigarlo. Se ve que había una pregunta dentro mío y que la respuesta fue reemplazar la guitarra con el bandoneón”, relata Miriam a esta cronista.
Desde entonces Miriam se dedica a ese instrumento. Estudió el Profesorado de Música en la Universidad Autónoma de Entre Ríos e integró la Orquesta Folklórica de Entre Ríos, dirigida por Elvio Di Rito. Como bandoneonista recorrió escenarios entrerrianos, argentinos e internacionales. Visitó Italia junto a la delegación argentina Tango-Folk, en donde participó de festivales en Reggio Calabria y Agrigento, entre otras presentaciones.
Su carrera profesional comenzó a consolidarse a los 24 años cuando se fue a Buenos Aires. Allí estudió con el maestro Néstor Marconi, musicalizó obras de teatro y grabó Manantial, álbum con canciones, arreglos y dirección propios. “Estuve más de seis años viviendo allá. Fui a actuar con mi grupo y a quedarme, pero no pude: me cansé de Buenos Aires. No me gustaba la ciudad como para tener una familia y quería establecerme en un lugar tranquilo como San Benito, donde vivo ahora. Pero fueron años de mucho aprendizaje, de andanzas, no sólo musicales: uno aprende del profesionalismo de otros artistas. De a poquito me dieron un lugarcito, te invitan a una peña y a otra, y tu nombre se va instalando. Estar en Buenos Aires fue puro crecimiento, conocer gente con la que hasta podés tener un mano a mano. Por ejemplo, pude compartir una charla con Tarragó Ros y sus músicos, vivencias que se dan porque estás allá. Toqué en calle Corrientes, salieron espectáculos en Santiago del Estero, Córdoba, también en la provincia... Es más: me contrataban más acá cuando estaba allá que ahora… Y la verdad es que fue hermoso tener esa experiencia, pero quise volver”, confesó la entrerriana.
Actualmente, Miriam vive en San Benito, toca el bandoneón cuando el silencio retumba en las esquinas y su hijo recorre las cunetas cuando llueve abriéndose paso entre el barro. “Decidí establecerme en San Benito porque mi hermano mayor vivía acá. Es lo que estaba buscando en aquel entonces, un lugar diferente, más pueblo y tranquilo. Me di cuenta de que eso de las casas pegadas en Buenos Aires, el traqueteo de la ciudad y sus ruidos no era lo que quería, porque yo me crié en un barrio con calles de tierra y jugaba afuera, en contacto con la naturaleza. Y hoy quiero lo mismo para mi hijo que tiene cinco años”, expresó Miriam.
Este sábado 12 de mayo Miriam Gutiérrez se presenta con su conjunto en la Casa de la Cultura a partir de las 21 horas. En tal oportunidad, el público podrá disfrutar y conocer composiciones de su autoría y algunas compartidas con otros, como con su padre; con Eduardo Franco (integrante del grupo); con otra de las protagonistas del ciclo como Marcia Müller (tocarán un chamamé que les dedican a sus padres músicos que ya no están); con Zulma Graz Pereyra, con quien compuso una melodía de rasguido doble. “Siempre hice melodías, pero el año pasado me largué a escribir, así que voy a tocar muchas obras inéditas de letra y música propias y para mí es todo un desafío porque una pone en tela de juicio del público lo que hace muy humildemente, sentimientos que te atraviesan profundamente… Extrañar a los viejos, ver a mi hijo crecer. Plasmar eso en letras y ponerle música es maravilloso”, expresó la bandoneonista paranaense.
(Más información en la edición gráfica número 1077 de la revista ANALISIS del jueves 10 de mayo de 2018)
