Vergüenza ajena

Parece que el final del 2004 y el principio de 2005 no traen buenos augurios para éste, mi querido pueblo de Ibicuy; y digo "mi querido pueblo" porque a pesar de no haber nacido en estas tierras, hace 28 años que aquí vivo y todo lo que le pasa y le ha pasado a lo largo de estos años tales como el abandono, el engaño me duelen en carne propia.

Las apetencias políticas, la incapacidad, y otras calamidades que hemos tenido que soportar como las inundaciones, el enquistamiento de los funcionarios en el poder por años y años que nunca se jugaron políticamente cuando pudieron hacerlo, pero que ante cada elección volvían a la carga con sus conocidos "caballitos de batalla" llámese camino y puerto, promesas que una vez reelectos nunca cumplieron, hicieron que Ibicuy se detuviera en el tiempo, gracias claro, al buen uso de la mentira que hacían los funcionarios por un lado y a la mansedumbre de la gente por el otro.

Y así nos encontró el 2000 y así nos sigue encontrando el 2005, sin un avance, sin un progreso, con un montón de desocupados con planes jefes y jefas de hogar, con escuelas que le dan de comer a centenares de niños, con un hospital al que le sigue faltando lo imprescindible: profesionales especializados y elementos e instrumental “para equipar su gran edificio”.

Y cono si fuera poco, desde mediados del año pasado un increíble desorden Institucional rompió con aquella frase que llena de orgullo a los peronistas pronunciada por su siempre recordado General “para un peronista no hay nada mejor que otro peronista" y ese quiebre sumió a Ibicuy en un caos total donde los insultos, los agravios, los escritos anónimos claro está, porque las bajezas siempre se mueven desde el anonimato, la violencia y hasta la muerte estuvieron a la orden del día y nefastamente ocuparon un lugar en esta historia.

Yo soy una ciudadana de Ibicuy, aquí tengo mi casa, mi trabajo y mis amigos, los que supe ganarme con los años, soy radical pero no porque lo fueran mis padres o porque me convencieron o tentaron para serlo, lo soy por decisión propia y a pesar de todo lo que se dice de mi partido nunca dejaré de serlo, lo que si no soy es una obsecuente y por eso he criticado la gestión de los funcionarios de mi partido cuando creí que debía hacerlo; en esta oportunidad no he participado de ningún acto a favor de una u otra parte, simplemente me limité a observar, a escuchar, a sacar mis propias conclusiones y actuar en consecuencia haciendo uso de lo que las leyes me permiten, participando del Acto Eleccionario por la Revocatoria el pasado 9 de enero y del cual, creo, todos los ciudadanos de Ibicuy debieron haber participado ya sea estando a favor o en contra de la Revocatoria, pero participando porque en definitiva es en las urnas donde se ve la decisión del pueblo.

Durante todos los días que precedieron a las elecciones por la Revocatoria no he podido dejar de asombrarme con todas las declaraciones publicadas por distintos diarios de la provincia que hablan de denuncias, de presiones y aprietes, de amenazas, de colectivos, de pago de "facturas políticas", de padrones no depurados, etc, etc.
A todo esto yo me pregunto: en cuanto a los colectivos ¿no se han traído toda la vida colectivos , para las elecciones generales, cargados con gente que desde hace años no vive en el pueblo pero que no hacen el cambio de domicilio desde Zárate, Campana, Gualeguaychú, Gualeguay por nombrar algunas ciudades? ¿O es que lo han olvidado?, no se presionaba a la gente con los planes, los bonos, o con la entrega de un colchón, algunas chapas o una bolsa de comestibles? ¿No me digan que de eso tampoco se acuerdan?, ¿O los arreglos políticos que se hacían? y ahora, claro seguramente están pagando las facturas a las que hacen referencia. Con todas estas cosa que han pasado por años ¿Cómo es que ahora se asustan o denuncian cosas que no son nuevas en esto de la política?

O acaso se piensan que en Ibicuy ganaron siempre los mejores. Yo creo que no, que no fueron los mejores, sino que fueron los que tuvieron el poder político para comprar voluntades, pisotear dignidades y por ende hipotecar la fe, la esperanza y los sueños de parte de un pueblo.

Para finalizar dos consideraciones. No es válido ahora decir que la mitad del pueblo está en contra de la decisión tomada por el vicegobernador, avalada por el gobernador de la provincia, los números así lo demuestran, tampoco es excusa argumentar que no votaron porque estaban en desacuerdo con el pedido de revocatoria, como tampoco lo es el hecho de que se informara que no era obligatoria, porque aún si así lo hubiera sido, era sin lugar a dudas una "obligación moral", porque en definitiva los ediles cuestionados llegaron con el voto popular y en consecuencia debieron ser confirmados de igual manera, quizás la estrategia utilizada no fue la adecuado o quizás no pensaron en la determinación que iban a tomar las autoridades provinciales ante tan abrumadora diferencia.

En este gran desastre al que nos han llevado algunos ciudadanos "hijos de Ibicuy" en su mayoría, por terquedad, ambición, deseos de poder o quien sabe que otras causas, está involucrado a esta altura de los acontecimientos el pueblo de Ibicuy todo: radicales, peronistas, independientes,etc,etc. y por lo tanto ellos deberán ser los que logren una solución definitiva, amen de lo que suceda con el escrutinio definitivo impuesto por la Jueza Electoral para el 25 de febrero y no involucrar a más gente del Departamento que nada ha tenido que ver contodo esto, porque de ser así como se viene anunciando por los medios, no se en que puede terminar derivando todo esto y seguramente que nadie querrá más desgracias y hechos lamentables como los que ya se han producido.

En algún lugar alguna vez escuché que “del error se aprende y del dolor se crece”, si esta frase se hace carne en los habitantes de Ibicuy, la historia puede llegar a cambiar para que los niños y jóvenes, hombres y mujeres de mañana no sientan vergüenza ajena de lo que le han dejado los adultos de hoy.

Graciela Parisi
DNI 10.948.294.

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