A 30 años del apagón de Ledesma, HIJOS Paraná llamó a boicotear los productos de esa marca

Hace 30 años las localidades de Libertador General San Martín y Calilegua, de la provincia de Jujuy, quedaron a oscuras. Durante los “apagones” de julio de 1976, fueron secuestrados estudiantes secundarios y universitarios, maestros, profesores, amas de casa, trabajadores, sindicalistas y el intendente de Libertador General San Martín, el médico Luis Aredes. Se llevaron a cerca de 400 pobladores, de los cuales 32 permanecen desaparecidos y unos 200 siguieron en la cárcel hasta que se fueron los militares. A 30 años de los apagones de Ledesma, la Regional Paraná de la Agrupación Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S) llamó a realizar “un boicot de los productos Ledesma, no comprando y solicitando a los comerciantes que no los vendan”. También reiteraron el reclamo de “juicio y castigo a los genocidas y sus cómplices”.

Mediante un comunicado enviado a ANALISIS DIGITAL HIJOS Paraná recordó que “aquellas noches desde el interior de la refinería del Ingenio Ledesma, donde estaban ubicados los generadores de energía eléctrica y un destacamento de Gendarmería, se cortó la luz para dejar actuar a los represores, que, movilizados en camiones que eran propiedad del Ingenio, arremetieron con total impunidad”.

“La noche del apagón es sólo una muestra de la estructura de poder económico que fomentó el nacimiento y consolidación de un orden social macabro al que las dictaduras militares en Latinoamérica allanaron el camino. El Ingenio Ledesma, propiedad de Nelly Arrieta de Blaquier, no sólo es beneficiario, también es cómplice e instigador de todo lo sucedido en aquella redundante oscuridad jujeña. Su complicidad con los delitos de lesa humanidad es indiscutible”, manifestaron.

Ledesma es una compañía dedicada principalmente a la elaboración de azúcar y papel, junto a subproductos como almidones, jarabes, cuadernos y blocks, y alcohol. Además se dedica a la fruticultura, a la ganadería y a la agricultura, también explota yacimientos de petróleo y gas.

Al respecto, indicaron que “esto demuestra claramente que la impunidad no empieza ni termina con la dictadura militar ya que el Ingenio es responsable de la muerte de miles de zafreros que trabajaron en los cañaverales a comienzos del siglo pasado y de la muerte en la actualidad de centenares de ciudadanos a causa de la contaminación, entre ellos Olga Márquez de Aredes, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora”. “La chimenea gigante del ingenio más grande de Latinoamérica lanza una nube espesa de cenizas que cubren las calles y los autos. Forma parte del paisaje y la gente se acostumbra en un lugar donde es alta la incidencia de enfermedades respiratorias. Olga murió, víctima de cáncer, una enfermedad que se potenció por la bagazoosis que produce la caña que quema el ingenio”.

“El Ingenio Ledesma sigue allí. Olga se murió. Es inevitable sentir el peso de la injusticia, de la desigualdad más desaforada. Pero si a ella y a muchas más las hubiera ganado el desconsuelo, les hubiera atado las manos y sacado el aliento o llevado a la resignación, el pueblo de Ledesma seguiría en silencio, las Madres no hubieran existido y no habría lugar, siquiera, para la esperanza o la dignidad”.

Por todo esto, a 30 años de los apagones de Ledesma, la regional paranaense de HIJOS llamó “al boicot de los productos Ledesma”. “No los compre y pida a su almacenero que no los venda, para que ni los genocidas ni sus cómplices, como Nelly Arrieta de Blaquier, queden impunes” y reclamaron “juicio y castigo a los genocidas y sus cómplices”.

Edición Impresa