
River había perdido y Boca tenía un escenario inmejorable para sacar distancia en la punta. En frente estaba Independiente, que no era un rival sencillo y significaba todo un desafío para el Xeneize, que había mostrado dudas anteriormente.
Y Boca no lo hizo mal. Desde el inicio propuso el equipo local con pelotazos cruzados entre los centrales del Rojo y buscando a los delanteros mejor ubicados, además, presionó constantemente la salida del equipo visitante, que de este modo no podía generar lo mejor que tiene: contraataques.
El primer mano a mano fue de Cristian Pavón, que se lo perdió ante Martín Campaña y luego fue Darío Benedetto, quien superó a Campaña, pero luego no definió bien con un ángulo complicado.
Independiente se equivocó en el fondo del campo y por ese motivo llegó el primer gol. Un intento de pared entre Darío Benedetto y Pablo Pérez culminó en un rebote que rechazó Alan Franco, que siguió de largo y cometió un duro penal sobre Pérez. De la ejecución se encargó Benedetto, quien esquinó su remate al palo derecho del arco visitante y marcó el 1-0 a los 28.
Esa diferencia llevó al equipo de Guillermo Barros Schelotto a tranquilizarse y a seguir dominando el juego por medio de su fuerte presión en la salida del Diablo y su ataque directo ante cada tenencia.
Y por medio de su dominio, Boca llegó al segundo gol, luego de que Cristian Pavón escalara bien por derecha y levantara un centro por encima de Juan Sánchez Miño, encontrando a Oscar Benítez que, de cabeza, puso el 2-0 parcial sobre el final.
En el complemento, el partido se emparejó, pero siguió con la tónica dominante de Boca, que prevaleció en el medio del campo con el trabajo de Wilmar Barrios y Pablo Pérez y a partir de ese desempeño y la presión constante generó el gol que le dio fin al partido.
Fue Benedetto quien molestó a Campaña en la salida, haciendo que su rechazo de en la espalda del delantero, Oscar Benítez ganó el rebote, se adentró al área y pasó para el ex Arsenal quien, de mediavuelta, definió por bajo y puso el 3-0 definitivo.
Si bien quedaba mucho tiempo para el final del juego, Boca ya había sentenciado la historia. En frente tuvo un rival que no estuvo a la altura de la importancia del cotejo y por eso pudo establecerse como dominador y ganador del juego para estirar la diferencia en la cima y empezar a confirmar su sueño del título.
Fuente: Télam.