
Edgardo López Osuna
Especial para ANÁLISIS DIGITAL
He visto como varias personas proponen como nuevo atractivo turístico para nuestra ciudad la creación de termas. Son opiniones bien intencionadas, vertidas por políticos locales pero carentes de sostén profesional, técnico e idóneo. En resumen es un grave error.
El mercado de clientes potenciales de turismo termal, es finito, acotado, es un porcentaje de la población que gusta de disfrutar de este sistema. El mismo esta excelentemente explotado por los complejos ya existentes. Que se adelantaron, invirtieron y lograron (algunos de mejor forma que otros) hacer de la industria turística un medio de ingresos y de vida para la población local y para sus municipios. De aumentar la oferta termal, en Parana, o en cualquier otro destino cercano solo vamos a lograr que otros complejos pierdan parte de su clientela, perjudicando más que logrando soluciones. En este caso, competir entre complejos por un mismo cliente no traerá beneficios en general. Lograremos “quitarle” ingresos a los demás, solo eso.
Es hora que de turismo hablen lo que saben del tema y que aquellos que opinan sin tener solidez callen para no entorpecer mas. Si son políticos, deben asesorarse, estudiar antes de opinar livianamente.
Necesitamos tener y poner a consideración de la sociedad un PROYECTO, diagramado por los buenos profesionales del sector con los que cuenta nuestro medio y consensuado con el resto de los actores de esta industria, antes de ejecutarlo tener en claro de dónde van a salir los fondos, como se lograran las inversiones, calcular la afluencia y la cantidad de noches de estadía, para asegurarse de tener disponibilidad hotelera, restaurantes, etc.; en fin amalgamar los servicios ofrecidos a la demanda que pudiera generarse. Nuestros habitantes deberían ser concientizados para estar atentos a recibir al viajero y compenetrados en que es una empresa en la que todos debemos colaborar, que redunda en beneficios para todos los habitantes.
En 2011 hicimos un proyecto en nuestra empresa, que fue actualizado en 2015 y que hoy estimo ya debería ser modernizado. Los gustos cambian, los requerimientos cambian y se crean o aparecen nuevas demandas. En el trabajaron arquitectos, ingenieros, biólogos, profesores, historiadores, y hasta la UTN hizo un cálculo de impacto ambiental del posible proyecto ejecutado. No tuvimos suerte.
He visto exitosos desarrollos turísticos en muchas partes del mundo, ninguno se hizo a la bartola, tirando ideas al azar. El turismo es inmenso en sus posibilidades de generar atractivos, son infinitas las acciones que podemos hacer para atraer ingresos; no es lo mejor “copiar lo que ya esta”, lo ideal es “copiar lo que no tenemos aquí” y que se usa en otros lugares del mundo con éxito, o bien usar nuestra capacidad de inventiva, sin recurrir a la bajeza comercial de clonar inversiones para dividir los ingresos.
La actitud debería ser innovadora, sabemos que esta industria, limpia, es gran generadora de empleos genuinos y de recursos, por lo que lograrlo sería genial en pos de realizarnos de la mejor manera posible como sociedad.
(*) Empresario Turístico