Aníbal Fernández le pidió a Washington que no opine sobre Argentina porque "no puede resolver lo que sucedió en Irak"

El ministro del Interior, Aníbal Fernández, criticó esta mañana a los Estados Unidos por opinar sobre cuestiones internas de la Argentina mientras, según consideró, Washington no puede "resolver lo que sucedió en Irak". El titular de la cartera política salió a replicar de esa forma a un funcionario del Departamento de Estado norteamericano que había manifestado "preocupación" por la violencia ligada a grupos
piqueteros en la Argentina.

"Que nos quieran dar lecciones de estas características, privilegiando qué sucede con los piqueteros o con las discusiones políticas internas de la Argentina cuando no pueden resolver lo que sucedió en Irak, que tiene un poquitito más de gravedad que lo que sucedió en la Argentina, nos llama la atención", enfatizó Fernández.

El funcionario agregó: "no pretendemos que nos consulten por lo que van a hacer en Irak, pero tampoco pretendemos que opinen de lo que vamos a hacer en Argentina". Fernández apuntó en particular contra el subsecretario para Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado, Roger Noriega, al indicar que "no es la primera vez que tiene actitudes descomedidas respecto de la Argentina".

En declaraciones a Canal 7 formuladas esta mañana, el ministro reivindicó la política del Gobierno hacia los piqueteros y señaló: "debemos resaltar lo soberano de nuestras decisiones".

"Nosotros tenemos una conducta política reivincidable en todo momento", aseguró el funcionario, en su réplica a expresiones de hombres del gobierno de George W. Bush. En ese sentido, Fernández advirtió: "nosotros tenemos mucho por recomponer y por resolver y creemos que el camino elegido es el correcto, lleva un poquito más de tiempo, no hay sangre, no hay heridos y no hay muertos y nuestra gente es la prioridad por sobre todas las cosas".

Fernández se pronunció de esa forma luego de que el gobierno de los Estados Unidos admitió que sigue con "gran preocupación" los hechos de de violencia registrados en la Argentina durante protetestas piqueteras y que teme que la situació pueda desbordarse.

"Estamos muy, muy preocupados", señaló un alto funcionario del Departamento de Estado a medios de prensa locales acreditados en Washington, al referirse a los últimos disturbios ligados a los piqueteros en la Argentina. El mismo funcionario -que después fue identificado por el canciller Rafael Bielsa como Noriega- también había señalado que el gobierno norteamericano sigue de cerca la disputa política entre el presidente Néstor Kirchner y su antecesor en el cargo, Eduardo Duhalde.

En forma paralela, el ministro Fernández volvió a asegurar que las protestas callejeras pasaron de "tres mil" casos por mes en enero de 2002 a menos de "doscientas" manifestaciones en la actualidad. "Quedan grupos mucho más radicalizados, con una propuesta mucho más política que de reivindicación del derecho de su gente", aseguró.

Además, el ministro Fernández reiteró que "los hehcos sucedidos en estos últimos días entre sí no tienen nada que ver", al diferenciar protestas registradas en la estación de trenes de Constitución, la irrupción de piqueteros en una comisaría en La Boca y ataques a instalaciones policiales en la provincia de Buenos Aires.�

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