Causa Harguindeguy: dos agentes de la UP de Gualeguaychú reconocieron que hubo presos políticos y traslados

Por Natalia Buiatti,
de ANALISIS DIGITAL

Este jueves expusieron dos agentes del Servicio Penitenciario de Gualeguaychú que se desempeñaron entre 1976 y 1978. Se trató de Aldo Rubén Roldán y Juan Rafael Fernández, quienes ante el Tribunal Oral Federal de Paraná, encabezado por Lilia Carnero y compuesto por Roberto López Arango y Noemí Berros, respondieron las indagatorias sobre los hechos acaecido en la cárcel. Además, para este jueves estaba citado Ismael Alfredo Viollaz, quien no se presentó a declarar.

En esta parte del proceso, se investigan los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar en el Área Gualeguaychú. Cabe aclarar que la Mega-causa Harguindeguy también es compuesta por causas menores que ya fueron ventiladas: el Área Concepción del Uruguay y el Área Concordia.

Los imputados por el Área Gualeguaychú son el ministro del Interior de facto, Albano Harguindeguy; quien fuera jefe del Ejército en Gualeguaychú, Juan Miguel Valentino; Santiago Kelly del Moral, retirado del Ejército con el grado de teniente coronel; y los ex policías de la provincia Marcelo Pérez y Juan Carlos Mondragón.

“Si podían sacar a dos, podían sacar a cuatro”

Aldo Rubén Roldán trabajó entre el ‘76 y ‘78 en la UP de Gualeguaychú. Ante el tribunal y bajo juramento, afirmó que era “oficial de servicio, guardia externa e interna, y jefe de Penal cuando faltaba alguien de más jerarquía”. Entre todos los imputados, sólo reconoció a Mondragón y a Valentino.

Ante la pregunta de la Fiscalía para abrir el testimonio, marcó que desde el Golpe de Estado notó un cambio respecto de los internos en la UP. “Se entiende que hubo presos políticos”, asentó. Recordó a “muchas” personas detenidas y reconoció entre ellos a Enrique Zapata, Héctor Rodríguez, a los hermanos Emilio y Jaime Martínez Garbino; al igual que Raúl y Víctor Ingold, y a Félix Donato Román. Sin embargo, apuntó que nunca supo de Oscar Dezorzi. Dijo que hubo mujeres en el penal, pero no recordó a Norma Beatriz Noni González como interna, quien junto a Dezorzi continúa desaparecida.

Habló de presos comunes y presos políticos. Aseguró que los primeros “andaban libremente”, y los segundos “tenían la libertad de adentro más restringida”. Agregó que recibían visitas, y que no eran las mismas para los dos grupos. “Se trataba de no mezclar a los familiares”, afirmó.

También refirió a las órdenes que recibían en el Penal. Aseveró que “las daba el director de la unidad, el suboficial mayor (Manuel Antonio) Terragno”. En esa línea, reconoció que en “mucha oportunidades sacaron a presos políticos, en horario diurno”. “Nocturno no sé”, y registró: “Se comenta, porque yo no estuve, que los sacaron a los Martínez Garbino”. En tanto, sobre los hermanos Ingold dijo no saber nada, pero deslizó: “Si podían sacar a dos, podían sacar a cuatro”.
Roldán no pudo precisar cuántos presos políticos fueron, pero estimó que “más de 100”.

Además, refirió a los traslados. “Creo que un grupo fue llevado a Chaco”, admitió. Aunque no dio detalles, marcó: “Se comentaba que fue un avión a buscarlos. No creo que se hubieran arriesgado a que sean llevados en transporte terrestre”.

Ante la pregunta sobre los traslados a Paraná, consintió que “quizás” fueron frecuentes.

Respecto de los ingresos de presos políticos al penal, dijo que no los recibía, pero que esos movimientos eran registrados en los libros de la UP. Asentaban todos los detalles, ingresos, salidas y procedencia de los presos. “Creo que hubo una tanda de Coronda, de presos comunes que vinieron”, añadió. Cuando era por motivos políticos “se escribía PEN”, asintió, pero no dijo a quiénes se les registró ese detalle.

“Para todo se daba órdenes”, dijo, al tiempo que acusó: “El Servicio Penitenciario dependía de la Subsecretaría de Justicia”, y definió a la institución como “hermanos pobres de la Policía”. En el lugar, “estaba el jefe de Área” y en ese sentido señaló a Valentino. “De ahí salía todo. Dependíamos del jefe de Área que ordenaba traslados… todo. Todas las órdenes emanaban de la Jefatura”, insistió.

Por otro lado, dijo que no conoció “la casita”, pero escuchó hablar de ese lugar. Sindicó a Marcelo Rossi como médico del Penal, y también mencionó en esa línea a Marcelo Aguiar, y a Roberto Altuna. “Rossi prestaba servicios a todos los internos, políticos y comunes”, agregó.

“A las órdenes las daba el Comando Paraná”

Juan Rafael Fernández era oficial del Servicio Penitenciario en Gualeguaychú entre el ‘76 y el ‘78. Se desempeñaba como radio operador y alternaba con la guardia de prevención. Dijo que respondía a las órdenes de Terragno, retirado del Ejército pero puesto al frente de la institución durante el Golpe; y del subdirector, Apolinario Camejo. “Eran los dos más altos en rango”, señaló.

Entre los imputados, reconoció a Valentino, a Mondragón y a Kelly del Moral. En tanto, entre presos políticos reconoció a los hermanos Martínez Garbino, a Daniel Irigoyen, los hermanos Ingold, a Guastavino, Zapata, y Rodríguez.

“Llegaron como detenidos a disposición de las autoridades militares que estaban en el gobierno. Los ingresos fueron asentados en los registros. Con nombre, apellido y domicilio. No eran sólo esos cuatro, creo que había más. Fueron alojados en el Penal 1”, acotó.

Dijo que uno de ellos fue sacado del Penal. “Creo que fue a la tardecita o la noche… No sé cómo habrá sido, porque me enteré en la radio ya que tenía la orden de no poder moverme de ahí. Sólo supe de esa salida, y no sé a cargo de quién estuvo”.

Sobre las guardias que custodiaban la cárcel, apuntó: “Había guardia militar afuera, y dependía del suboficial. Era como un refuerzo”.

Cada vez que había traslados o visitas a presos políticos, las órdenes que se recibían eran del Comando Paraná. Si bien dijo que como estaba en la radio ahí no llegaban directamente las disposiciones, admitió que “se decía” de dónde provenían. “A mí el director no me lo decía, pero se sabía”, indicó.

En la instrucción, julio de 2008 dijo que las órdenes venían de Paraná a Gualeguaychú y que lo sabe porque llegaban oficios a radiograma. “Pero como radio operador no tenía contactos con ellos porque era otra frecuencia”, agregó este jueves.

“Los familiares de pesos políticos pedían permiso antes de visita y en esas oportunidades venían órdenes”, añadió intentando responder a las preguntas de la fiscalía y la querella.

“Entre los presos políticos había mujeres que no eran de Gualeguaychú”, precisó, aunque dijo que conocía a Noni González, aseguró que “nunca” la vio como detenida. “Después nos enteramos que la habían raptado donde trabajaba. Yo la conocía porque iba a las visitas”.

Por último, se refirió al grupo de presos que fue trasladado a Chaco. “Vinieron autoridades militares y los llevaron en un avión desde el aeroclub de Gualeguaychú. Además, había personal de la Policía, o la Policía Federal. Supongo que habrán actuado bajo una orden. Después de ese traslado, a Gualeguaychú trajeron presos comunes de Coronda, Santa Fé”, completó.

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