Coceramic recibió una amasadora que permitirá iniciar la actualización de las herramientas

La nueva máquina es fundamental para que esta fábrica de Paraná, administrada por los trabajadores, continúe con vida. En la actualidad, el trabajo está limitado ya que, entre otras cuestiones, la amasadora en funcionamiento tiene más de 50 años y lleva nueve reparaciones durante el último año. Por lo tanto, con la adquisición se busca garantizar la capacidad productiva de la planta.

El flamante artefacto, fue obtenido a través de un subsidio del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Las gestiones se realizaron desde la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT) ya que Coceramic, es miembro de la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (FACTA). La contribución no sólo cubre el valor de la amasadora (alrededor de 200 mil pesos) sino que también está destinado a la reparación de más maquinaria de la fábrica.

Luis Lencina, trabajador y asociado de la cooperativa, calificó a la nueva amasadora como “el corazón de la producción” y estimó que en un mes tendría que estar funcionando, luego que sea adaptado el lugar donde estará ubicada.

La Cooperativa Coceramic tiene un contacto fluido con el Ministerio de la Producción de Entre Ríos. La última reunión que mantuvieron con su titular, Roberto Schunk, fue el 23 de diciembre. En ese encuentro se evaluó la posibilidad que el gobierno provincial contribuya con el motor para la nueva máquina. Lencina destacó que “nos están dando una mano muy grande desde gobierno, incluso con ayudas económicas individuales”.

David Duarte, otro trabajador asociado, explicó a El Diario que también sería necesario reemplazar otras piezas obsoletas de la cadena productiva. “Es fundamental poder invertir en nuevas máquinas para poder seguir trabajando” dijo. Por ejemplo, los cilindros laminadores, encargados de triturar los terrones de arcilla antes de que ésta ingrese a la amasadora, son los próximos a ser sustituidos.

De SA a cooperativa

La fábrica de tejas Coceramic, ubicada en las barrancas del Paraná, en la zona de Puerto Viejo, data de 1917. Funcionó como bajo la figura de Sociedad Anónima hasta 1991 cuando presentó la quiebra. En ese entonces, de los 117 trabajadores que tenía la planta, 50 decidieron hacerse cargo de la misma y reactivar la producción. Los operarios reunieron sus indemnizaciones para comprar las instalaciones y las máquinas, pero les faltaba un millón de pesos. La solución llegó a través del entonces arzobispo Estanislao Karlic que medió para que el Banco de Entre Ríos les otorgara un crédito con aval del gobierno de la provincia. Así fue que pudieron comprar en remate la totalidad de patrimonio de la firma.

Coceramic fue una de las primeras fábricas recuperadas del país, mucho antes de la crisis de 2001 y 2002 cuando los obreros de numerosas plantas del país tomaron el camino de la autogestión.

Coceramic cumplió el año pasado 20 años como Cooperativa de Trabajo. No son pocas las vicisitudes que han transitado sus trabajadores. Sin embargo, ni las coyunturas adversas, ni las crisis, ni las malas administraciones que supieron pasar por la fábrica han logrado hacer naufragar este emprendimiento productivo de envergadura que cuenta con más de 70 asociados.

Producción y venta

La capacidad productiva de Coceramic es de 250.000 tejas y de aproximadamente 40.000 ladrillos huecos mensuales. Los números varían mes a mes debido a diversos factores como la demanda, la disponibilidad de gas en el invierno, y el funcionamiento de las viejas máquinas.

La cooperativa heredó la cartera de clientes de la Sociedad Anónima y se mantuvieron los modelos y las marcas Yunke y Tridente. El destino de la producción de las tejas es Buenos Aires, la costa atlántica, Córdoba, Mendoza, San Juan, La Rioja, San Luis, Santa Fe, Corrientes. La producción de ladrillos, en cambio, se queda en Paraná, dada la alta demanda de los corralones de la ciudad.

La amasadora

La nueva maquina, marca MS Souza, es de industria brasilera. Pesa 2,3 toneladas y procesa entre 25 y 30 toneladas de tierra por hora. Su motor funciona con energía eléctrica. Llegó al puerto de Buenos Aires por barco y un transporte terrestre la trasladó hasta Paraná. Una vez en la planta, no fue fácil su manipulación. Se intentó con una grúa pero no fue posible. Finalmente, la levantaron con una pala mecánica para llevarla a un depósito provisorio hasta que pueda ser instalada en la cadena de producción.

Mudanza

La Cooperativa de Trabajo Coceramic posee, además de la planta, 1.700 hectáreas de cantera de arcilla sobre la orilla del río Paraná. La misma se encuentra a 5 kilómetros de la planta. El yacimiento comienza en Bajada Grande y llega hasta el paraje La Jaula en el Departamento Diamante.

El traslado de la materia prima hoy es un problema debido a los altos costos en combustible y mantenimiento que requieren los camiones que diariamente hacen el recorrido para alimentar las máquinas con las que se fabrican las tejas y ladrillos.
Frente a esto los trabajadores evalúan la posibilidad de mudar la planta al lado de la cantera. Al respecto, han tenido reuniones con el gobierno provincial, en las que incluso ha participado el gobernador, Sergio Urribarri, para concretar este anhelo.

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