Julio Solanas, como buen ex futbolista, no le puede decir que no a todo aquello que tenga relación con la pasión popular de este deporte. El sábado a la noche, se emocionó al recibir a dos de los gloriosos integrantes del Rácing Club de Avellaneda que en 1966 se consagró campéon del mundo, como los casos de Humberto Dionisio Maschio y Jaime Martinoli. Los dos llegaron a la Municipalidad de la mano de la filial Paraná del club académico y el actual mediocampista Torres, del primer equipo.
La audiencia fue el sábado a las 22, en el despacho del intendente, donde Solanas recibió a los miembros de la filial del club Rácing de Avellaneda que preside el señor Osvaldo Roldán. La sorpresa de Solanas fue encontrarse cara a cara con dos ex jugadores que fueron campeones de la intercontinental de año 1966, ante el Céltic de Glasgow, como los casos de Humberto Dionisio Maschio y Jaime Martinoli, además de una de las figuras del actual equipo racinguista, el “chaqueño” Torres, de tan solo 18 años.
En el transcurso de una amena charla que duró unos 45 minutos, Solanas les explicó que “fue jugador de fútbol y por ende, gran futbolero”, al tiempo que manifestó que “constituía una gran satisfacción recibirlos, por todo lo que le dieron al más popular de los deportes, no solo a la “academia” sino porque, en el caso de Maschio, jugó para la selección argentina, y nos representó a gran nivel en Italia, donde fue campeón con el Inter de Milán en los años 1962-63, y también jugó para la selección de Italia, país donde permaneció por espacio de 9 años. En cuanto a la filial de Rácing, Solanas la calificó “como modelo, porque cumple una función no solo deportiva sino que en el plano social, realizan diversas tareas en beneficio de la comunidad”.
El intendente le entregó a Maschio un mate que tiene la forma de una pelota de fútbol, y otros presentes para los demás acompañantes. Mascio, en tanto, le regaló un banderín del Rácing club.