
El abordaje del problema desde las tres áreas del gobierno, responde a que en Paraná, Desarrollo Social tiene pedidos formales de 500 familias en riesgo y en situación de no disponibilidad de terreno para una vivienda, más los individuos que ocupan lugares críticos que hoy demoran o impiden algunas obras públicas.
El objetivo, en una primera instancia, “es tener una visión de la demanda urgente a resolver vinculadas a las obras públicas, ya que se presentan inconvenientes en algunos tramos porque están usurpados”, aclaró Federik, según pubilcó El Once. En ese marco, precisó que desde la municipalidad “se trabaja en la capacidad de respuestas con la inminente subsecretaría del Hábitat, un banco de suelos y la implementación de un programa de regularización de terrenos ocupados y de nuevos asentamientos”.
La nueva subsecretaría tendrá cinco ejes de trabajo: creará y administrará un banco de tierras, ordenará las áreas irregulares, avanzará sobre los nuevos emprendimientos, trabajará la vivienda social y tendrá una mirada local más barrial y ambiental.
El banco de tierras “es indispensable para acceder luego al financiamiento de planes nacionales”, dijo el funcionario, quien planteó que su creación “incidirá sobre el mercado inmobiliario, ya que tendrá un cupo de tierras que morigere las prácticas especulativas del sector, sobre todo lo que respecta a vivienda social”.
El arquitecto recordó que el problema de la vivienda “era una materia ausente en la estructura orgánica de la Municipalidad; ya que no había nadie que pensara en estas cuestiones que tienen que ver con una respuesta inmediata y directa a una necesidad real de muchos paranaenses”.