
Por Juan Cruz Butvilofsky,
De ANALISIS DIGITAL
A esta altura ya forma parte de las costumbres provinciales: los docentes paranaenses se volvieron a movilizar a la Casa Gris con reclamos al gobierno provincial y la lógica exigencia de una marcha de carácter provincial a la conducción Central de AGMER. También se ha hecho una lamentable costumbre que las respuestas de los docentes no encuentren una respuesta afirmativa sea quien sea el que ocupe el sillón de Urquiza.
Una recomposición salarial que cambie la matriz del salario docente es el centro de un reclamo integral que incluye varios puntos que construyen una dramática situación en las escuelas públicas de la provincia. A modo de análisis, una pareja de docentes que perciban sus salarios mínimos no llegan a cubrir los gastos impuestos por la canasta básica estimada en 18 mil pesos mensuales. Esa es la realidad salarial que denuncian los docentes y desoyen las autoridades.
Si bien la movilización de este jueves fue impulsada por AGMER Paraná, distintas seccionales caminaron en la columna que cubrió una cuadra y que reclamó por otro paro que incluya movilización provincial, para “arrancarle el aumento a Bordet en la calle”. Hasta el momento, la agrupación Celeste y Blanco ha frenado la movilización de todos los docentes de la provincia, pero las bases de los trabajadores están cada día más embroncados por las acciones y el discurso de las autoridades gubernamentales.
La próxima semana está previsto un nuevo Congreso gremial donde se van a determinar los pasos a seguir en el marco de un plan de lucha que los docentes pretenden seguir llevando adelante. Si bien la fecha y el lugar no han sido confirmados por la conducción Central, el Congreso se realizaría el próximo miércoles en la capital entrerriana.
“No vamos a dejar pasar el ajuste, no vamos a parar hasta que tengamos presupuesto educativo para tener las escuelas en condiciones, hasta que tengamos presupuesto educativo para comedores escolares dignos y para las partidas de limpieza. Pero tampoco vamos a parar hasta que tengamos un salario que nos permita vivir en condiciones dignas, que nos permita llegar a fin de mes y proyectar nuestra vida familiar”, lanzó el secretario General de AGMER Paraná, Claudio Puntel, quién cerró el acto luego de varios oradores de distintas seccionales.
El gremio paranaense buscó mostrar la representatividad de la movilización de hoy gracias a la presencia y la palabra de otras seccionales como las del Departamento de Tala o la que nuclea a los docentes de Crespo-Seguí.
Ante la excusa gubernamental de las finanzas heredadas, Puntel decidió meterse en la discusión de coyuntura y la investigación judicial por enriquecimiento ilícito que recae sobre autoridades actuales del gobierno provincial: “Acá en esta plaza, hace tiempo denunciamos el increíble gasto que significaban las gigantografías que cubrían el frente del CGE y decíamos: ¿Con qué fondos se hace eso? ¿Qué es lo que se festeja? ¿Quién paga? ¿Cómo se licitan? ¿Quién las hace?”, se preguntó el secretario General en clara relación a la imprenta de Juan Pablo Aguilera, familiar directo del exgobernador Sergio Urribarri y uno de los investigados en la causa que se inició a partir de la denuncia de la Revista ANALISIS en diciembre del 2015.
“Se montaban playas en Mar del Plata en aquel verano donde, mientras sucedía eso, los trabajadores de la educación debíamos estar movilizándonos para tener mejor salario y no podíamos irnos de vacaciones a descansar. Hemos denunciado cada una de las inauguraciones de maquetas que se han hecho cuando necesitábamos nuevos edificios escolares y mejoras de los que ya tenemos. Y nos respondían que nosotros éramos los agoreros de siempre que no nos sabíamos sumar a la fiesta, que le hacíamos el juego a la derecha. Si hoy nosotros podemos volver a la escuela y mirar de frente a nuestros alumnos y a sus padres es porque a nosotros no nos han allanado nada compañeros”, criticó con dureza Claudio Puntel.
Los docentes se reunirán la próxima semana en el Congreso provincial y desde la seccional capitalina esperan un plan de lucha que sea “contundente” de cara a la realidad que vienen denunciando y para poder, de esa manera, “abrirle la mano al gobernador y arrancarle una propuesta que mejore el salario del trabajador de la educación”.