De ANALISIS DIGITAL
Con más de 400 participantes y 4 mesas expositivas, se desarrolló en Paraná el Segundo Congreso provincial de Adicciones. La actividad, organizada por la Dirección de Salud Mental de Entre Ríos, se llevó a cabo este viernes en la Sala Mayo (en el puerto de la capital entrerriana). El eje temático, "Pobreza, Vulnerabilidad y Adicciones", fue abordado por 14 disertantes provenientes de Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires. "Hubo muchos profesionales muy jóvenes, debajo de la barrera de los 30 años. Esto implica un compromiso a futuro", contó Alzugaray, y sostuvo que se intercambiaron "prácticas" y se debatió sobre "el rumbo que debe tomar la política de salud para abarcar integralmente la problemática de adicciones". "Poner sobre el tapete esta temática como una construcción social en la que todos tenemos arte y parte, donde la mirada desde lo ideológico, desde dónde nos paramos y desde qué lugar nos situamos para trabajar sobre las adicciones, dice mucho de nosotros como sociedad, como comunidad: o vamos caminando hacia una sociedad más inclusiva y respetuosa de los derechos y libertades individuales, o vamos hacia una sociedad más represiva, más cerrada, más discriminadora", manifestó.
Salud y capacitación
La capacitación es una de las políticas fuertes de la Dirección de Salud Mental y Adicciones. Así lo reconoció su titular, quien indicó que "el otro eje central" de la entidad, aborda la formación sobre los derechos y deberes de los trabajadores. "Tenemos un programa que se llama Cuidando a los que cuidan, que tiene que ver con una investigación epidemiológica sobre la situación de salud de nuestros propios compañeros de trabajo. Muchos de ellos no conocen sus derechos. También abordamos las condiciones y medioambiente de trabajo. A esto lo llevamos a cabo con el Ministerio de Trabajo de la provincia, y con los gremios representativos de los empleados estatales", aseveró.
En el mismo sentido, dijo que tuvieron "varias sorpresas" y recordó: "Una de ellas es la avidez de los trabajadores por conocer y conocerse. Se trata de la salud auto-percibida, de conocer en qué situación estamos. Quienes trabajamos en Salud Mental, y donde la herramienta principal que tenemos es nuestro cerebro, difícilmente podemos ayudar o aportar para la recuperación de otras personas si no trabajamos nuestra propia salud. Ese eje para nosotros es central: capacitación en salud para cuidar nuestra propia salud".
Externación
Según precisó Alzugaray, otra de las políticas de abordaje territorial está vinculada a las "desmanicomialización". "Por cierto, en esta provincia comenzó antes de que se sancionara la Ley de Salud Mental (número 26.657 de 2010). Buscamos terminar con los pacientes crónicos. Tenemos aún 400 camas públicas en Entre Ríos para personas en situación de cronicidad, internadas. Ese es un gran desafío de construcción política, social y económica porque tiene que haber muchos factores que nos impulsen a sacar las personas de los hospitales y a tratar de que tengan una vida digna afuera. En este aspecto, el balance es positivo: estamos avanzando en las casas de medio camino que son dispositivos sustitutivos de lo manicomial", señaló.
Detalló en la misma línea que trabajan en tres casas de medio camino en Rosario del Tala, tratando de la implementar ese sistema; en dos casas de medio camino en Paraná; y una en Concordia que ya se abrió. "La idea es insistir con las casas de medio camino y con los hospitales de día, que es el otro dispositivo que permite la atención ambulatoria y no la internación por la internación. Tratamos de hacer confluir los poderes políticos con los actores sociales de la comunidad para que todos comprendan que la gente no tiene por qué estar internada por largo tiempo", afirmó.
Adicciones y "reducción de daños"
Ricardo Paveto, psicólogo y presidente de la Asociación de Reducción de Daños de la Argentina (ARDA), fue uno de los disertantes en el Congreso. En declaraciones a este medio, habló de qué es una adicción a sustancias psicoactivas y qué implica la "reducción de daños".
"Hablamos de las adicciones vinculadas al consumo de sustancias psicoactivas, legales e ilegales. La adicción o el consumo problemático de estas sustancias implica un lazo vincular, es decir, un vínculo absoluto y totalitario, el cual convierte al consumo en eje de la vida. No ya por los efectos químicos (algunas sustancias pueden tener potenciales adictivos importantes, medianos o bajos), sino fundamentalmente porque es la sombra del sujeto que cae sobre su persona, quien utiliza esa sustancia para sostener su estructura afectiva. Eso es lo más difícil de entender para alguien que no tiene este padecimiento, ¿para qué le sirve a esta persona la sustancia? A veces la función de la droga tiene que ver con los excesos y con una construcción de consumo problemático. Eso tiene sus riesgos, pero también muchas veces se trata de un tope que le permite transitar determinadas situaciones de angustia, de demandas laborales u otras", explicó.
En referencia a la "reducción de daños", el psicólogo recordó que "en Argentina, lamentablemente, se priorizaron los criterios de persecución penal y los de internación compulsiva como modalidad de abordaje de las problemáticas de consumo de droga, sobretodo de las adicciones". Desde ARDA entienden que "este tipo de abordaje requería la abstención como solución", sin embargo, "nosotros pensamos que eso expulsa". "Además, ese es el problema que justamente tiene el sujeto, entonces no se puede pedir como condición de partida de todo tipo de tratamiento que el consumidor deje de serlo, porque eso es justamente lo que lo llevó. Puede o no llegar a ser un punto final, pero no un punto de partida. Lo importante es alojar a esas personas en el dispositivo, lo que les permitirá en esas circunstancias tolerar y transitar. En todo caso, la internación se dará para la singularidad clínica que así lo amerite, pero eso no puede ser un modelo universal para todo", expresó Paveto.
Añadió en que los dispositivos pueden ser "ambulatorios, terapéuticos, no terapéuticos, con fines recreativos" o de otros tipos. "Lo importante es que las personas con estas problemáticas pasen varias horas al día en alguna actividad cultural o educativa", entre otras. "Lo fundamental es alojarlo", insistió.
Entonces, "reducir los daños es no poner como prioridad el objetivo de la abstinencia, sino el desarrollo de factores de protección de la salud, y en todo caso, el renunciamiento voluntario al consumo de sustancias puede o no llegar a ser un punto de partida. O sea, la cura no está concebida como ausencia de consumo. Puede o no llegar a haber consumo, lo importante es que la persona recupere sus lazos afectivos, su actividad laboral, sus proyectos vitales, educativos, sus vínculos sociales que quedaron relegados en tanto el vínculo total y absoluto con el objeto droga", completó.
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