
El presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, envió el martes una carta al líder del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, en defensa de la construcción de dos plantas de celulosa, que desató un áspero conflicto con Argentina por la posible contaminación del río que separa a ambos países. "Estos emprendimientos son de gran importancia para nuestro país y su gente. Serán importantes generadores de empleo, utilizarán en su mayoría materias primas nacionales y aportarán dinamismo al sector exportador uruguayo," dijo Vázquez en su carta.
En el documento, el mandatario clarificó las expectativas uruguayas al respecto y destacó la importancia que ambas industrias tienen para el país y su gente. La carta es una respuesta a la actitud de la provincia argentina de Entre Ríos y del presidente de ese país, Néstor Kirchner, que han promovido ante el Banco Mundial que no se otorguen créditos para la instalación de las plantas.
La construcción de las fábricas es un proyecto de la empresa española ENCE y la finlandesa Botnia, y supone una inversión en conjunto de 1.800 millones de dólares, la mayor hasta ahora en Uruguay. Vázquez recordó al organismo multinacional que "ambos proyectos representan un eslabón fundamental dentro de una larga cadena de inversiones en materia forestal, que se viene desarrollando desde hace más de quince años y que fue iniciada con la colaboración del Banco Mundial mediante planes de promoción forestal".
El mandatario sostuvo que estos proyectos "serán importantes generadores de empleo, utilizarán en su mayoría materias primas nacionales y aportarán dinamismo al sector exportador" uruguayo, lo que ayudará al crecimiento sostenido del país. Detalló también que el monto de la inversión en los próximos cuatro años es de tal magnitud, que ambos sumados "equivalen a la inversión bruta interna fija de un año".
Vázquez explicó también que, conscientes de la importancia de las inversiones y del desafío que ellas representan, "Uruguay se ha preocupado de reforzar su altísima capacidad institucional en materia de control y preservación del medio ambiente". Al respecto, el presidente afirmó que "fruto de esta capacidad institucional y de la importancia que los uruguayos damos al cuidado de nuestro patrimonio natural es que el país ocupa un sitial de privilegio a nivel mundial en el manejo del medio ambiente".
Recordó que Uruguay "está ubicado al tope del índice de sustento ambiental de las universidades de Yale y Columbia para el año 2005 entre los países del continente americano y primero también entre los del mundo, no pertenecientes a la OCDE". Añadió que "estos estudios ubican a Uruguay tercero a nivel mundial, entre más de 145 países, tanto en vías de desarrollo como desarrollados, detrás sólo de Finlandia y Noruega".
Como consecuencia de las denuncias del Gobierno de Entre Ríos y Buenos Aires, Uruguay impugnó a Alieto Guadagni, de nacionalidad argentina, que comparte la silla de cinco países - Bolivia, Chile, Perú, Paraguay y Uruguay - en el directorio del Banco Mundial, pues Argentina tiene otro representante. Guadagni apoyó la presentación de una demanda contra la construcción de dos plantas de celulosa en Uruguay. El canciller uruguayo, Reinaldo Gargano, explicó que la impugnación de Guadagni fue por "haber perdido la ecuanimidad".
"No se entiende cómo un representante global puede hacer eso", agregó Gargano, al referirse al hecho de que Guadagni acompañase al gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, a presentar la demanda contra las plantas de celulosa.