En medio del desarrollo de la convocatoria de acreedores de Vicentin, el juez en lo Civil y Comercial de la ciudad santafesina de Reconquista, Fabián Lorenzini, convocó a los directivos de la empresa y a los funcionarios de la Inspección General de Personería Jurídica provincial para iniciar un proceso conciliatorio con el objetivo de buscar un acuerdo entre las partes.

La primera audiencia de conciliación se realizará el próximo 15 de julio, a la que está convocada también la sindicatura que por el momento tiene a su cargo la administración de la empresa. Por otro lado, Lorenzini solicitó que la compañía presente sus balances.

En su resolución, el juez expresó: “Con arreglo a las facultades conferidas por el artículo 274 inc. 1 y 278 de la Ley de Concursos y Quiebras, como también por el 19 del Código Procesal Civil y Comercial y sin perjuicio de la continuidad del presente trámite incidental, concomitante a éste y con la finalidad de convocar a los principales protagonistas de la búsqueda conjunta de una solución restaurativa de la presente litis, dése inicio a un proceso conciliatorio entre las partes interesadas”.

Todo esto sucede en medio de la decisión del gobierno nacional de avanzar contra la empresa, anunciando una intervención y el envío al Congreso Nacional de un proyecto de expropiación que hasta el momento no ha avanzado.

La empresa

Fuentes cercanas a los directivos de Vicentin manifestaron en las últimas horas que la solución a su crisis, con una deuda que supera los USD 1.000 millones, “la tenemos que buscar nosotros, en el marco del concurso de acreedores, y ojalá después se pueda avanzar en un plan que nos contemple, no sabremos en qué proporción del negocio hasta que no se logre implementar una de las opciones que se venían manejando antes de que el gobierno decidiera la intervención y anunciara el envío al Congreso de un proyecto de expropiación”.

“Es imposible estar tranquilos porque atravesamos una situación muy particular, con denuncias disparatadas en contra de la familia, pero sí estamos confiados que a través del concurso de acreedores y con un sistema jurídico que funcione encontraremos una salida a la crisis”, agregó la fuente.

En el trabajo que se venía realizando con el aval de Lorenzini, desde Vicentin reiteran cada vez que pueden que había cuatro grupos de empresas que estaban llevando adelante un estudio de la situación actual de la empresa para luego definir un plan de acción integral que permitiera salir de la crisis. Por esos tiempos también hubo diálogo con los integrantes de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), el principal acreedor comercial de la empresa, con el objetivo del armado de una asociación. La idea es mostrar que la compañía es viable y que hay interesados en “salvarla”, más allá de los intentos estatales.

Si bien desde Vicentin sostienen que la familia quiere conservar la empresa o una parte de la misma, proyectan que con un país normalizado y competitivo se podría definir una estructura con acreedores que pueden salir con flujo comercial, capitalizar la demanda e ingresar en la compañía. Los activos de Vicentin cotizan alto, a través de la planta de molienda de soja, la planta de Renova, y el puerto de Ricardone, donde está concentrado el negocio de girasol.