Santa Fe: Miguel Bonasso cierra el homenaje a Francisco Paco Urondo

A las 19 de este viernes, el diputado nacional, periodista y escritor Miguel Bonasso ofrecerá la conferencia “Paco Urondo Periodista, la experiencia del Diario Noticias”, en el Instituto Superior de Periodismo Nº 12 de Santa Fe. El encuentro cerrará la "Semana de Homenaje a Francisco Paco Urondo", a 29 años de su muerte.

Las actividades de este viernes comienzan a las 10, habrá un acto en conmemoración del 29 Aniversario de la muerte de Francisco Paco Urondo en el Centro Cultural Provincial de Santa Fe.

En tanto, a las 19, el Diputado Nacional Miguel Bonasso ofrecerá la conferencia "Paco Urondo Periodista, la experiencia del Diario Noticias", en el Instituto Superior de Periodismo Nº 12.

Síntesis de la vida de Paco Urondo

Francisco Reynaldo Urondo nació en la ciudad de Santa Fe, un 10 de Enero de 1930, hijo del Decano de la Facultad de Ingeniería Química, Francisco Enrique Urondo, y de Gloria Edelma Angélica Invernizzi, y hermano menor de Beatriz. Paco murió al ser atacado por un grupo de tareas de la Dictadura Militar el 17 de Junio de 1976 en Guaymallén, Mendoza, donde se había refugiado en clandestinidad.

Paco fue padre de tres hijos, Claudia y Javier, santafesinos e hijos de su unión con Graciela “Chela” Murua, nacidos el 14 de Abril de 1953, y el 27 de Noviembre de 1957, respectivamente. Ángela, su tercer hija es fruto de su unión con su compañera asesinada junto a el en Guaymallen, Mendoza, el 17 de junio de 1976, Alicia Raboy. Ángela nació el 30 de Junio de 1975, y Paco no pudo darle su apellido por ser el, ya a esa altura, un perseguido político clandestino, pero la reconocería como su legítima hija en su testamento.

Claudia seria desaparecida con su compañero y padre de su hijo, Mario Koncurat, a fines de 1976, poco tiempo después de que Paco fuese asesinado. Javier y Ángela mantienen viva la memoria de su padre con honestidad y dignidad.

Poeta, escritor, periodista, militante revolucionario de la década del setenta, Paco fue designado por Decreto Nº 1715 del 16 de Junio de 1958 por el entonces Gobernador Sylvestre Begnis como Director de Cultura de la Provincia de Santa Fe, cargo que ejerció durante trece meses hasta el 30 de Julio de 1959, generando pautas de cambios radicales e impulsando la experiencia de las Promociones Culturales. Urondo fue parte de una generación que produjo una revolución cultural en nuestra región por esos años y venia de ser el responsable del departamento de arte Contemporaneo de la Universidad Nacional del Litoral con tan solo 27 años. Por aquellos días y junto a intelectuales como José María Cocho Paolantonio, actual Sub Secretario de Cultura de la Nación, Fernando Birri, los integrantes del Instituto de Cine de la U.N.L. que produjeron películas como "Tire Dié" y "Los Inundados", Juan José Saer, Hugo Gola, y Juan L. Ortiz, por nombrar solo algunos, Santa Fe tenía luz propia en materia cultural.

Paco trabajó en Clarín, La Opinión y fue el conductor político del diario Noticias. Multifacético en su actividad literaria trabajó con éxito en la dramaturgia, la poesía, el cuento y el ensayo, dejando obras que ponen de manifiesto su lucidez y originalidad. Ya en 1956 se conoce el libro de poemas “Historia Antigua” Había comenzado sus actividades en grupos literarios nacidos alrededor de 1955 publicando en “Punto y Aparte”. “Dos poemas”(1958) y “Breves”, “Lugares”, “Nombres” y “Del otro lado” se conocen entre 1959 y 1968. Fue colaborador permanente de “Poesía Buenos Aires” y escribió para el Teatro y el Cine: “Noche terrible” y “Pajarito Gómez”. En 1966 hace conocer “Todo eso” (cuentos) y la novela “Los pasos previos”. Su ensayo, “La patria fusilada” publicado por la revista “Crisis” desarrolla el drama de la muerte de dieciséis guerrilleros fusilados en Trelew.

Paco Urondo es designado en 1973, Director del Departamento de Letras de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Renunciaría el 1 de octubre de 1973, en solidaridad con la renuncia del rector Puigross, cuestionado fuertemente por la derecha universitaria. La primavera camporista empezaba a marchitarse.

En el libro del investigador Jorge Campana "Crónica sobre la política cultural de los gobiernos santafesinos desde 1920 a 1999", obrante en la Secretaría de Cultura de la Provincia, se puede leer:

"Por Decreto N° 1715 del 16 de junio de 1958 se lo designó Director General de Cultura de la Provincia de Santa Fe (sucediendo a Horacio Caillet Bois) y de inmediato se abocó al estudio y planificación de la reestructuración del organismo a su cargo.

Hay que destacar los fundamentos que prolongaban el informe oportunamente elevado por Urondo, en el que manifestaba que las ideas generales sobre cultura, planificación democrática y organización de la planificación se basaban en las concepciones de la antropología cultural de ese momento (sobre la base de ideas como las de Ralph Linton y Karl Mannheim entre otros). Si bien se mantuvieron y acrecentaron las ideas referentes al estímulo y a la difusión cultural, otros dos aspectos son los que concentraban fundamentalmente la política cultural a seguir:

1°) Lograr una estructura para la Dirección General de Cultura que le permitiera llevar adelante planes más complejos y abarcadores y conseguir un presupuesto que mínimamente alentara la idea de contar con medios económicos acordes con la tarea a realizar y,
2°) concretar la propuesta de las Promociones Culturales.

En el primer aspecto, organización, debe tenerse en cuenta que por primera vez se confeccionó lo que entonces se llamaba un Organigrama, que demostraba con claridad las reparticiones, secciones, oficinas, etc., y sus respectivas funciones. Se llevó a cabo la transformación de cargos administrativos en técnicos con la debida reglamentación en cada caso, a los efectos de cubrir los mismos por concurso. Esto abarcó también a los organismos (Museos, Archivo, Orquesta, etc.) que vieron acrecentado y jerarquizado el número de sus empleados. También es destacable que, a pesar del cambio de Directores Generales de Cultura, en líneas generales las gestiones de Urondo, Torres, Vasconi y Turri mantuvieron estas ideas de organizar y jerarquizar y concursar los cargos, lo que se logró en casi todos los casos. Los cargos de archivero en el Archivo Histórico de la Provincia fueron declarados desiertos por no haber postulantes y se encauzó una solución por vía de becas para estudiar en la Escuela de Archivología de Córdoba, dado que en Santa Fe no existía esa carrera.

Las sumas presupuestarias fueron considerablemente aumentadas aprobándose un proyecto que elevó los “gastos de funcionamiento” e “inversiones” a 5.913.385 pesos, casi diez veces más que la suma con la que se contaba hasta ese momento. Estas reformas e incrementos y la creación de nuevos organismos (Escuela de Teatro de Santa Fe, Orquesta Sinfónica de Rosario, Coro Polifónico Provincial y Conjunto Provincial de Folclore), provocaron el dictado de la resolución N° 1345/62 que trataba de solucionar la acumulación de trabajo que acusaba la Habilitación única y creó, en una nueva distribución de tareas, cuatro Habilitaciones, una de ellas en Rosario.

Desde acciones como el dictado de la Resolución Ministerial N° 283 del 9 de enero de 1959, con la que se dio comienzo a una racionalización y se esbozó una separación entre técnicos y administrativos, hasta la creación de cargos, concursos y reglamentación interna de cada organismo, caracterizaron a esta gestión, que permitió dar en el aspecto administrativo, un paso adelante en el proceso de transformación de las estructuras , para que pudieran ejecutar con mayor sentido y eficacia los planes culturales trazados.

El informe elevado y al que hacíamos referencia, que logró mejoras importantes, manifestaba en sus considerandos:

“Estamos empeñados ahora en una política de desarrollo material que va concretándose en una industrialización cada vez mayor y una explotación intensiva y racional de las fuentes naturales. Y suponemos que una elevación de nivel material de vida ha de permitir un mayor desarrollo cultural. Pero no podemos pensar que éste sea simplemente una consecuencia de aquél. No es admisible establecer una relación causal y esperar que la riqueza promueva la cultura. La acción de desarrollo e integración cultural debe llevarse a cabo paralelamente a la de fomento de las actividades económicas y ambas desenvolverse en extensión y profundidad, si no queremos que, finalmente, sus beneficios se conviertan en patrimonio de una clase o grupo social”

El plan integral a cumplir se basaba en tres premisas fundamentales, a saber:

a) Autenticidad (conocimiento exacto de la realidad en que se debe operar).
b) Claridad en cuanto al enunciado de sus objetivos y
c) Flexibilidad, porque su aplicación requería revisaciones y ajustes constantes

Más allá de lograr un organismo eficiente, la otra parte esencial del plan, dijimos, era la experiencia cultural única en ese momento en el país, que se puso en marcha por primera vez en 1959: ”las promociones culturales”.
Se iniciaba con el ensayo enunciando dos motivos que comprendían:

a) Creación en el interior de la Provincia de una red de centros de acción cultural que concentrarían alrededor de una actividad determinada a aquellas personas del lugar interesadas en participar de una tarea de creación y que, con el tiempo pudieran constituirse a su vez en nuevos promotores culturales de su propio medio, y
b) realización de una experiencia orgánica de promoción cultural que, planificada, realizada y analizada por especialistas santafesinos, brinde al finalizar no solo un importante aporte a los métodos de promoción cultural a utilizar en la provincia, sino también a la necesidad de ganar experiencia y formar técnicos en la materia cuya falta enfrenta en este momento nuestro país” (1959).

La tarea inicial de los Promotores no fue fácil. Se contó al principio con un coordinador, el Sr. Rodolfo Alonso, pero los cambios de Directores Generales fueron haciendo difícil esta tarea. Los promotores siguieron su trabajo prácticamente aislados de la Dirección General y sin que mantuvieran una estrecha coordinación entre ellos como para comparar y verificar resultados, corregir errores y reajustar los métodos. Se reunían y elevaban informes, solicitando instrucciones y coordinación. En 1960, se logró por adscripción la designación del Sr. Carlos Pais como Supervisor y Coordinador de Promociones Culturales, tarea que venía realizándose en experiencia similar en el área de cultura de la Municipalidad de Santa Fe a cargo del Dr. José María Paolaontonio.

Las Promociones tendieron, en principio, a quedarse detenidas cada una de ellas en la creación de un elenco de teatro, un coro, un museo, un taller de Artes Visuales, etc., pero poco a poco fue despertando en municipios y comunas la idea del desarrollo cultural, lográndose la creación de áreas específicas de cultura en el gobierno local. Esto al principio fue muy caótico, y se constituyeron Comisiones de Cultura ad-honorem, o Direcciones, Oficinas, Secretarías de Cultura con el aditamento Prensa y Difusión o Turismo y Deporte o Acción Social, etc. Pero lo importante es que se había empezado a participar del Gobierno Municipal-Comunal. Los intendentes, concejales, presidentes comunales, comisiones de fomento, salvo algunas honrosas excepciones en las que ya se venía trabajando, comenzaron a entender que más allá del asfalto y el camino rural, que importaban; más allá de la Maternidad para atender los nacimientos y los nichos necesarios en el cementerio, había, entre el nacer y el morir, un ser humano espiritual que estaba pidiendo el alimento necesario para crecer culturalmente, para ser más libre, para poder mirar y ver de frente al bien, a la verdad y la belleza. Y lo demostraba, en cualquier rincón de la provincia, cantando, actuando, ejecutando un instrumento musical, pintando, escribiendo o leyendo un libro de su biblioteca comunal.

Este fue el resultado que dieron las Promociones Culturales de la Provincia de Santa Fe, una experiencia única en el país, rica por lo que humanamente se había volcado en ella y fructífera por haber caído la semilla en una tierra fértil.

Los que participamos, de una forma y otra, de esta experiencia, nos sentimos orgullosos al contemplar por medio de la prensa, diariamente, cómo cada municipio o comuna ha logrado este desarrollo; es ya una verdad aquello de que cada peso dedicado a Cultura no es un gasto sino una inversión.

Por medio de la difusión cultural se había logrado aglutinar el público que gozaba de una muestra pictórica, o, sentado en su butaca, apreciaba la obra teatral, el concierto, la conferencia, la danza; se edificaba y alimentaba con la poesía o la muestra que se le acercaba y lo sensibilizaba. Pero el éxito de la Promoción Cultural fue sacar a ese hombre de la butaca y ponerlo a cantar, a actuar, a ejecutar música, a pintar, descubriendo su posibilidad de crear y manifestar sus ideas.

La difusión cultural es una onda expansiva, horizontal, que se extiende y trata de llegar a todos. La promoción cultural es una onda vertical, echa raíces, y generalmente crea con solidez, como lo hicieron en esos organismos culturales diseminados por toda la provincia. Coros, teatros, talleres literarios, museos, Escuelas de Arte, Liceos, bandas de música infarto juveniles, etc. acogen a miles de santafesinos que se encuentran en ellos gratificados.

El 15 de marzo de 1959 se realizó la primera reunión de Instrucciones Corales. Formaban parte de uno de los equipos encargados del nuevo plan de promociones en desarrollo. Por primera vez también tuvo lugar una reunión de evaluación del accionar de los promotores en Rosario. Se realizó en la Escuela de Artes Visuales y fue convocada por Rodolfo Alonso como Director de Promociones.

Muchos años después, aquella tarde del 17 de junio de 1976, Ángela, su hija de meses milagrosamente sobreviviría a aquella sombría tarde. El Renault 6 azul donde encontraría la muerte era conocido por los represores. La cita y el auto habían sido cantados. Paco había sido traicionado. “Ortiz”, tal su nombre de guerra en honor al poeta entrerriano, había muerto.

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