
Hace dos semanas, ese precio –considerado por los analistas como el mínimo para garantizarse mercadería– derivó en órdenes de venta por 100.000 toneladas de soja, el mayor volumen en lo que va del año y en línea con lo que se negociaba a diario en ese recinto en los años previos a la pelea por las retenciones móviles de 2008. El jueves y viernes últimos, algunos exportadores ofertaron 900 pesos la tonelada para entrega en julio, algo que no sedujo del todo a los productores que apenas aceptaron entregar unas 30.000 toneladas entre ambas jornadas. Pero la expectativa está puesta en que hoy, de la mano del comportamiento externo, los traders mejoren un poco más sus ofertas e impulsen a los vendedores.
Ayer, el inicio de la semana en Chicago encontró a los contratos a julio en alza desde el principio de la rueda comercial, y en las primeras horas esa posición había alcanzado el mayor valor en las últimas 6 semanas, al cotizar a 357 dólares la tonelada. La sesión en Chicago finalizó no obstante con una leve toma de ganancias, pero los 354 dólares conseguidos por tonelada de soja son la mejor performance de la oleaginosa desde mediados de mayo.
El impulso a las cotizaciones fue solventado por el buen humor global ante la posibilidad de que China decida, aunque en el largo plazo, una devaluación del yuan. Esa eventualidad posibilitaría haría que el gigante asiático importe aun más materias primas que en la actualidad. En Estados Unidos prevén que China puede incrementar sus compras de soja sin procesar en el mercado norteamericano, donde ya adquirió 120.000 toneladas para embarcar antes del 31 de agosto próximo, cierre del actual año agrícola, según indicó el Departamento de Agricultura estadounidense (Usda).
Al impulso por las noticias desde Asia, se sumó la preocupación en el mercado de los commodities por el clima lluvioso y húmedo que afecta al medio oeste estadounidense y dificulta la siembra de soja en esa región, que está ingresando en las etapas finales en el hemisferio norte. Ayer en Chicago, julio ‘10 movilizó 40.650 contratos. En tanto, la posición noviembre se negoció a 345 dólares la tonelada, con más de 56.000 contratos.
La flexibilización de la política monetaria del gigante asiático implicaría una buena noticia para la Argentina también, dado que podrían incrementarse las exportaciones con ese destino, a la vez de mantener contenidas las importaciones asiáticas. Si los envíos al gigante asiático crecieran 5 por ciento y las importaciones se contuvieran en similares proporciones, Argentina podría beneficiarse con 400 millones de dólares este año, aún considerando que se mantengan las trabas por parte de Beijing al aceite de soja local.
(Fuente: Cronista Comercial)