El equipo que dirige Juan Antonio Pizzi abrió el marcador a los 12 minutos de juego con un tanto de Ignacio Piatti. El mediocampista, justamente ex jugador del Lobo, la empujó con el arco a su merced luego de una gran corrida y habilitación de Gonzalo Verón.
El segundo fue un verdadero golazo de Pablo Alvarado, en el arranque del complemento. El reloj marcaba los cinco minutos cuando el defensor primero trabó, luego dejó en el camino a un rival y finalmente definió con un zurdazo preciso que se clavó junto al palo derecho.
La historia ya parecía liquidada, pero a los 12’ el propio Piatti se encargó de confirmarlo con una definición exquisita por encima del cuerpo de Fernando Monetti. El ex Gimnasia volvió a concluir una gran jugada, esta vez luego de las combinaciones entre Verón y Ángel Correa.
La diferencia en el marcador dejó en claro lo que pasó dentro del campo de juego durante los 90 minutos. Hasta hubo tiempo para la ovación a Leandro Romagnoli, quien cumplió una muy buena actuación y hasta tuvo la chance de anotar con un remate desde afuera que salió cerca.
El resultado pudo haber sido más amplio, pero Monetti y el travesaño se metieron en medio de los deseos de Correa. También falló Verón en las que tuvo y la visita sólo llegó en el primer tiempo con disparos aislados y en el complemento con un mano a mano que desperdició el ingresado Federico Rasic.
Mientras espera rival para la final de la Copa Argentina, las ilusiones de San Lorenzo crecen semana a semana gracias a resultados y funcionamiento. La derrota dejó a Gimnasia a cinco puntos del Ciclón, pero sabe que su pelea está en la otra tabla. En la de los promedios.
