
En octubre del año pasado Vitali fue detenido porque le allanaron su vivienda para incautar un celular y le encontraron un arma de fuego con numeración limada. El excomisario gozaba el beneficio de la excarcelación.
Las reglas impuestas por la Justicia eran claras: Vitali no podía estar en un lugar donde hubiera armas de fuego.
El comienzo
Vitali está acusado de ser el líder de una banda que robaba y comercializaba armas que estaban secuestradas en el depósito de Tribunales.
La causa se inició a mediados de febrero de 2016, cuando policías de la comisaría cuarta detectaron que un revólver que habían secuestrado en un procedimiento estaba en manos de un hombre que habían detenido durante un operativo de rutina.
La División Robos y Hurtos de la Policía de Entre Ríos comenzó una minuciosa investigación que culminó en mayo con la detención de Vitali, Maximiliano Bertoni, quien se desempeñaba en el Departamento Médico Forense como chofer, y de los vendedores Mario López Alonso y Eduardo Borgogno. Hubo otros implicados, pero fueron desligados.
Las escuchas telefónicas, más todo el trabajo investigativo y la declaración de los condenados apunta a Vitali como el hombre que dirigía la banda. Todos los condenados serán citados como testigos durante el juicio contra Vitali.
Los condenados en abreviado
Tres años de prisión condicional e inhabilitación perpetua recibió Mauro Maximiliano Bertoni, empleado judicial acusado de sustraer armas de fuego que se hallaban depositadas en la sección "Efectos Secuestrados" del edificio de Tribunales. También resultaron condenados a prisión condicional Eduardo Borgogno (tres años), y Mario López Alonso, (un año y seis meses), acusados de actuar como intermediarios para la colocación de las armas en la calle.
Fuente. Uno