
La detención de Silvia Alejandra Altamirano estuvo a cargo de la Delegación Drogas Ilícitas de San Miguel y tuvo lugar en la localidad bonaerense de Villa de Mayo, partido de Malvinas Argentinas. Pero no sabían a quién detenían, Simplemente, iban tras una vendedora minorista de drogas. Al detenerla, le secuestraron 14 dosis de cocaína. Y al buscar sus antecedentes, se encontraron con que era una secuestradora de peso, mujer además del mayor secuestrador de una década atrás. Llamativamente, no había cambiado su nombre.
El peligroso delincuente que vivía en Gualeguaychú
Para los gualeguaychuenses, la historia tiene un plus. Carro Córdoba, detenido en 2004 y preso en la Unidad N°7 del Servicio Penitenciario Federal por varios hechos, nació en esta ciudad. Fue aquí a la escuela y se marchó luego a La Plata a estudiar Periodismo. No se sabe si se recibió o no. Lo que sí está probado es que trabó allí contacto con grupos marginales y comenzó su carrera delictiva. Primero, fueron los robos a mano armada. Luego, los asaltos a blindados. Finalmente, la mega organización secuestradora.
Entre 2003 y 2004 tuvo su domicilio en calle Ayacucho, entre San Martín y 25. Fue, según la Justicia y la Policía de varias jurisdicciones, uno de los cabecillas de los secuestros que asolaron nuestro país y el Paraguay por aquellos años.
Había comprado y alquilado, además, otras propiedades. Una, en calle Río de los Pájaros, donde vivía su mujer Silvia Alejandra Altamirano y sus hijas, una de las cuales concurría entonces a clases al Colegio Nacional y otra a la Escuela Rawson, según fuentes de la investigación. Se estima que en esa casa de Río de los Pájaros tuvo encerrado a Cristian Schaerer varios días.
Tenía otra casa en Urquiza a Oeste y había alquilado tres más, por las que pagó por adelantado. "Para moverse con facilidad y no estar en un solo domicilio", supuso la Policía.
Algunos de esos alquileres los hizo a nombre de sus alias, ya que usaba poco su nombre real. Por ejemplo, era "Eduardo Benítez", propietario de una industria textil en la provincia de Misiones y el ROU. O "Alejandro Javier Iturmende", paraguayo vendedor de indumentaria. Bajo ambos nombres falsos actuó durante los secuestros. También usó como alias "Alcides Ortigosa Monjes" (tenía documentos bajo este nombre cuando lo detuvieron), "Marcos Antonio Rivas", "César Salgueiro" y "Jorge Marcelo García Peralta".
Además de las propiedades, andaba por Gualeguaychú en distintos autos: entre ellos, un Mercedes Benz Sprinter, en Peugeot 306 y un Megane gris mercurio. Venía seguido a la ciudad, y solía almorzar en el comedor de La Posta con otro de los grandes secuestradores, Rodolfo "el Ruso" Lohrmann, todavía prófugo.
Secuestros resonantes
Entre 2000 y 2005 hubo una oleada de secuestros, tanto express como otros mayores. Para 2004 se estimada que operaban en el país unos 100 secuestradores. Entre los más grandes y peligrosos estaba Carro Córdoba. Y trabajaba junto con Altamirano.
Su captura se pidió no solo por Schaerer, el estudiante cuyo cuerpo nunca apareció y por el que la familia pagó 277 mil dólares. La Justicia consideró que estaba involucrado también el los secuestros de Miguel Angel Mazzoni, Cristian Riquelme y Claudio Stefanich, todos en 2002. La Justicia paraguaya también lo requería, sospechado de participar en el secuestro de Cecilia Cubas, hija del ex presidente de Paraguay Raúl Cubas; en el rapto del ganadero Sebastián Llano, de la ex modelo Mariángela Martínez y de la empresaria Mercedes Elizeche. Todos ellos, hechos ocurridos entre 2002 y 2003.
Fue la Policía local quien identificó a Carro Córdoba
Tres meses antes de que lo detuvieran en octubre de 2004, una comisión policial de Investigaciones de Corrientes llegó hasta Gualeguaychú siguiendo la pista de "Alejandro Javier Iturmende", en función de los datos que éste había dado cuando estuvo detenido en 2002 en Clorinda. Además, la Policía había identificado el número de uno de los teléfonos con que se extorsionaba a la familia Schaerer: un celular con la característica 03446.
Los uniformados entrerrianos, al conocer el domicilio presunto de Iturmende, presentaron a sus colegas correntinos una foto de Cristian Carro Córdoba, dado que lo tenían fichado en el año 2000 en ese mismo domicilio. "Es él", dijo de inmediato un comisario de apellido Vergara. La ficha de Carro Córdoba se había originado cuando en el 2000 estuvo al frente del fallido intento de golpe comando a la sucursal local del Hipermercado Norte. Fue detenido, y la causa se cayó por cuestiones de procedimiento. De todos modos, los datos de Carro Córdoba - huellas dactilares y fotografía - quedaron archivados y sirvieron en 2004 para identificarlo ante la Policía correntina.
Fue en Gualeguaychú, de esta forma, que se supo el verdadero nombre del famoso secuestrador: "gracias a la Policía de Gualeguaychú", nos dijo quien entonces era jueza de Instrucción Nº 2, María Angélica Pivas, y que el martes próximo asumirá como Jueza de Instrucción Nº 3. "A partir de allí, la Policía local trabajó en cooperación con la Policía de Corrientes y la Fiscalía. Tenemos un expediente completo con la detallada investigación que realizó nuestra gente", agregó hace 8 años.
El trabajo fue mancomunado con el Juzgado Federal de Corrientes, el Director Antisecuestros de la policía correntina, comisario mayor Tránsito Ramírez; la policía de la provincia de Misiones, la policía Federal de Concepción del Uruguay y la policía de Buenos Aires.
En 2002, un tal Alejandro Javier Iturmende había sido detenido por tres días en una comisaría de Clorinda para investigación de antecedentes. Dijo ser vendedor de ropas, paraguayo, y vivir en una pensión de Gualeguaychú. Entonces, una comisión de Gendarmería y Policía Federal viene a Gualeguaychú y verifica la dirección. Los atiende una señora que confirma todos los datos. "Ratifica todo lo dicho por Iturmende y afirma que era un buen muchacho. Mucho tiempo después, nos dimos cuenta de que era la madre de Carro Córdoba", nos dijo quien entonces era Jefe Departamental de Gualeguaychú, Juan Ramón Rosatelli.
El 30 de septiembre de 2004, Rosatelli estuvo en Paraguay, convocado por la fiscalía que investigaba el secuestro de Cristian Schaerer. "Allí dialogué con Pompeya Gómez, la madre de Cristian, con el hermano y la novia, y con el padre, que está radicado como ciudadano paraguayo -dijo entonces el Jefe policial-. Aunamos informaciones y se agilizó mucho más el trámite de seguimiento de Carro Córdoba".
Finalmente, y aunque había un amplio montaje policial esperándolo y haciendo guardia ante la casa de sus padres y otros domicilios, el secuestrador terminó cayendo en un simple control de tránsito en Vicente López, que se le fue de las manos, hubo persecución policial. y captura. Oh, sorpresa, el infractor de tránsito era nada menos que el peligroso delincuente, uno de los más buscados en al menos tres países.
Ahora, la historia se repite de forma parecida con su esposa. Silvia Altamirano estaba en la mira desde 2004 por lo menos. En 2005 fue detenida en el marco de la causa Schaerer, pero llevaba un DNI falso y terminó liberada. Ahora, en un operativo antinarcóticos, inesperadamente, cayó. Es presumible que la Justicia le aplicará el peso que ya recayó sobre su marido: Carro Córdoba fue condenado en 2008 y en 2009, a 19 y 25 años de prisión respectivamente, publicó Gualeguaychú en foco.