En Villaguay se registraron diez incendios en menos de 12 horas

El incendio de mayor magnitud fue el que se desató alrededor de las 15.30 en el acceso norte a Villaguay, hacia el este de las instalaciones de la empresa Seol, donde las llamas se apoderaron de un campo y obligaron a los servidores públicos a trabajar durante casi tres horas con devanaderas, mochilas de agua y guachas para intentar sofocar el fuego.

Para empeorar la situación, apenas llegaron a ese lugar un nuevo llamado alertó al cuartel sobra la existencia de otro incendio, en dos extensos baldíos ubicado al este de la estación de GNC del acceso norte, que demandaron también un gran esfuerzo de los bomberos, según consignó Noticias Villaguay.

Este caso resultó llamativo, ya que los móviles habían pasado por la zona mientras se dirigían a Seol, y no observaron indicios de fuego. Sin embargo, extrañamente, apenas llegaron a su destino las llamas aparecieron en una zona por la que habían pasado minutos antes.

El jefe del cuerpo activo, Ángel Retamar, puso en tela de juicio que ambos focos se hayan iniciado por pura casualidad y advirtió sobre la peligrosidad que implican esas acciones.

“Por momentos no se veía nada y era sofocante; una densa humareda tapó totalmente la visión en el acceso a la ciudad. Por eso la gente tiene que entender que es muy peligroso prender fuego en cualquier circunstancia y sobre todo en días de intenso viento como hoy (por ayer)”, dijo en declaraciones que publicó este jueves Apnoticias.

Lo cierto es que, intencional o no, ése no fue ni el primer ni el último siniestro de un 27 de julio que seguramente marcará un récord en los registros del cuartel de bomberos voluntarios de Villaguay, tanto por la cantidad de incendios (totalizaron diez), como por las unidades usadas (cuatro simultáneamente) y por la cantidad de efectivos implicados en el trabajo (12 entre miembros del cuerpo activo y de reserva, más algunos colaboradores ocasionales).

La extensa faena de ayer había comenzado a las 10.40 de la mañana, cuando un incendio de estufa en una vivienda de San José y Esquiú movilizó a los bomberos. Y después del mediodía arrancó una serie increíble de incendios de pastizales, que casi no les dio tiempo a bajar de las autobombas.

A las 13.10 llegó el llamado desde un campo ubicado en Zaburlín y Nogoyá, el cual había tomado fuego. Hasta allí fueron y mediante la utilización de guachas y mochilas de agua consiguieron extinguirlo rápidamente.

Todavía no habían guardado sus cosas cuando les avisaron, a las 14.30, que había ocurrido un siniestro de similares características en Goyena al 600; y media hora más tarde partieron hacia Mosconi e Irigoyen, donde las llamas se habían apoderado de otro baldío.

Cuando terminaron de sofocar el fuego en ese lugar les comunicaron que había un foco importante en Seol, y casi simultáneamente ocurrió (o perpetraron) el del predio ubicado al este de la GNC.

Pero allí no acabó la cosa: a las 18 debieron viajar a Colonia La Rosada -por el camino de consorcio que conduce a Villa Clara- para ocuparse de un incendio que se había iniciado en cercanías de la Escuela 51. Y 40 minutos después los convocaron desde calle Concordia, entre Rogelio Martínez y Cinto, donde se había prendido fuego otro baldío.

Una vez que apagaron ése, pudieron descansar un rato. Pero a las 21.40, y luego de casi horas prácticamente consecutivas de intensa labor, recibieron otros dos llamados: uno para sofocar un incendio en un predio baldío del barrio San Ramón; y el otro para avisarles que en inmediaciones del establecimiento San Cristóbal, cerca de Cinco Bocas, habían tomado fuego pastizales a la vera de la ruta provincial 6.

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