
El presidente de la Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC), Oscar Aventín, señaló hoy que se "habían tomado todas las medidas de seguridad" en el autódromo de Rafaela, donde murió el acompañante del piloto Alberto Noya (en grave estado), de la categoría TC Pista, Gabriel Miller, a raíz de un accidente. Aventín, autoridad máxima del nucleamiento de pilotos y a la vez fiscalizador de varias categorías nacionales, consideró que lo sucedido "fue una desgracia".
"Un auto cruzado en la pista que es embestido en el medio por otro, a 180 kilómetros de velocidad, tiene pocas posibilidades de resistir, pese a todos los medios de seguridad utilizados", indicó el activo dirigente en diálogo con Télam.
Haciendo un alto por unos minutos durante el velatorio del infortunado Miller, el Puma explicó que desde hace años la ACTC viene extremando las condiciones de seguridad en todos los autos que son fiscalizados por la institución.
"Esto resulta muy lamentable, pero los que subimos a un auto de carrera sabemos a lo que estamos expuestos", agregó el ex bicampeón del Turismo Carretera y padre de Diego Aventín, habitual participante en la especialidad, así como también en el Turismo Competición 2000.
Aventín agregó que el Turismo Carretera no registraba accidentes trágicos en Rafaela desde 1998, cuando falleció Raúl Petrich, en un hecho de otras características.
Consultado sobre la posibilidad de eliminar los acompañantes en el TC Pista y en el tradicional Turismo Carretera, señaló que esa inquietud fue presentada incluso el pasado sábado y los pilotos democráticamente la descartaron.
"Este es un tema que lo venimos hablando desde hace mucho tiempo atrás. Lamentablemente por el momento es resistido por la mayoría de los participantes", acotó.
En muchos casos los acompañantes, que siguen la tradición de la época en que se corría en circuitos ruteros, son amigos personales de los corredores o empresarios que posibilitan ayudas económicas y solicitan ocupar la butaca derecha.
El máximo dirigente "teceista" adelantó además que mañana se realizará la habitual reunión de la Comisión Directiva de la ACTC, donde se analizará lo sucedido y se abordarán los otros temas previstos.
"Tras realizar un minuto de silencio por la muerte de Miller y seguir rezando por la recuperación de Alberto Noya, luego recibiremos los informes de los comisarios deportivos, analizaremos todo lo sucedido y, como siempre lo hacemos en estos casos, lo debatiremos dentro de la Comisión Directiva. No habrá nada sorprendente.", agregó.
"Sólo nos interesa seguir pensando en la vida de los participantes y proporcionarles la mayor seguridad posible. Tenemos en ese sentido todo lo más adelantado en la materia que existe en todo el mundo. Es un tema sobre el cual trabajamos permanentemente y nada queda librado al azar. El resto debe contabilizarse a los riesgos de este deporte", aclaró en declaraciones publicadas por Télam.
Aventín respaldó la decisión prácticamente unánime de los pilotos de suspender la carrera por respeto a Miller y su familia, así como también ante el gravísimo estado que presentaba el piloto Noya.
"Yo fui y sigo siendo corredor. Sé lo que significa la pérdida de un compañero y además tengo un hijo que compite. Después, por circunstancias de la vida nos tuvimos que hacer dirigentes también. Nosotros tenemos sangre y también sufrimos en estos casos, como así también celebramos con los triunfos o buenas actuaciones. Pero primero están las personas", dijo Aventín.
Con relación a algunos incidentes protagonizados ayer por parte del público tras conocerse la decisión de suspender las carreras, Aventín descalificó al grupo y repudió lo acontecido.
"Sólo fue un pequeño grupo. Son los violentos de siempre, que seguramente ven televisión y vienen a descargar al autódromo. Muchos de ellos estaban pasados de bebidas alcohólicas", argumentó.
"Esos no son de la familia del TC", completó, mientras acompañaba a los familiares de Miller minutos antes de su inhumación.
Mientras tanto, en el sanatorio Güemes el piloto Noya seguía internado hoy en la sala de terapia Intensiva en grave estado, luego de ser operado de un edema cerebral, conectado a un respirador artificial y en estado de coma inducido.