
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), entidad convocante del paro del campo que terminó ayer, lo calificó de “exitoso”, al tiempo que reiteró que el sentido de la medida de fuerza pasó “por un llamado a las autoridades correspondientes para que, en conjunto con los sectores involucrados, trabajemos en el diseño de una política agropecuaria nacional, inserta en el proyecto de país en el que todos queremos comprometernos”. En el último día de la huelga, CRA dio a conocer un documento en donde enumera los ejes que debiera tener una política agropecuaria nacional. Una copia de ese texto fue entregada por Farer al secretario de la Producción de Entre Ríos. Desde el sector se coincidió en destacar el elevado acatamiento que tuvo la medida.
El presidente de CRA, Mario Llambías aseguró que el campo “está unido en la búsqueda de soluciones a sus reclamos”. “La medida fue un éxito y hemos logrado la unidad de los productores y cuando el campo está unido en reclamos justos, el acatamiento es total”, sostuvo Llambías al trazar un balance de la medida de protesta que finalizó anoche.
Llambías consideró que el paro fue un “exito” debido a que “no se comercializaron granos en todo el país, se movilizaron los productores y la venta en el mercado de Liniers fue mínima””.
“Este es un reclamo genuino por un proyecto de país y si el Presidente lo entiende así y cree que no es una lucha de poder, puede haber un acercamiento”, sostuvo. Sin embargó consideró que la relación con el Gobierno nacional “es la más difícil desde la llegada de la democracia debido al intervencionismo marcado que tiene” en las políticas del sector agropecuario.
Una copia de ese documento de CRA le fue entregada en Paraná al secretario de la Producción de Entre Ríos, Daniel Welschen, por parte de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer). El presidente de la entidad, José Carlos Basaldúa (Victoria,'); el vicepresidente, Gabriel Simonato (La Paz,'); y el secretario, Jorge Chemes (Nogoyá), fueron los encargados de acercarle el escrito al funcionario, quien estuvo acompañado por el subsecretario de Asuntos Agrarios, Ricardo Amavet, y el resto de sus principales colaboradores.
El presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Javier Jayo Ordoqui, por su parte, opinó que “el paro fue acatado por el ciento por ciento de los productores, ya que de un universo de 300.000 sólo cinco enviaron hacienda a Liniers”.
Según el ruralista, “no fue un paro ganadero, sino de todo el sector agropecuario. El paro fue el canal utilizado para manifestar su descontento y creo que quedó en claro cuál es el pensamiento del campo respecto de las políticas actuales”.
“Lo sucedido en el Mercado de Liniers el viernes —cuando quedaron sin vender unos 10.500 animales— es inédito, no había sucedido en los 108 años de existencia de ese mercado y constituye una prueba de cómo se manipulan los mercados”, aseguró Jayo Ordoqui.
Para Miguel Cabanellas, ex presidente de CRA y actual titular de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe), “el paro tiene por objetivo establecer una mesa de diálogo para poder hablar con el Gobierno, pero hay señales contrarias”.
En su opinión, “hay que normalizar la comercialización, dejar de lado las medidas que se tomaron últimamente y retornar a lo anterior. Es prioritario para que el mercado funcione”.
“Si hay que ayudar a algunos sectores” de menores recursos, “lo haremos, pero teniendo la libertad de producir en la Argentina a un precio internacional y poder exportar y atender el consumo interno a través de sus necesidades”, agregó Cabanellas.
Puntos centrales del reclamo
Para Confederaciones Rurales Argentinas, una política agropecuaria nacional debe contribuir a:
• Profundizar el crecimiento productivo que permita abastecer la creciente demanda internacional de nuestros productos, garantizando, en condiciones razonables, el adecuado abastecimiento interno de los mismos.
• Derogar las medidas intervencionistas que contribuyen a castigar la rentabilidad de los productores generando distorsiones en el mercado que provocan un desequilibrio entre los integrantes de la cadena productiva – comercial.
• Diseñar una estructura legal con la necesaria seguridad en las normas que facilite una planificación en el tiempo de todas las actividades productivas y comerciales.
• Eliminación de los gravámenes que atentan contra un normal crecimiento de la producción como es el caso de las retenciones a las exportaciones. Trabajar en una profunda reforma tributaria que contemple el “federalismo fiscal” como uno de sus objetivos.
• Considerar en su diseño todas las necesidades de desarrollo, tanto de las denominadas producciones tradicionales como la de las economías regionales motor fundamental para el desenvolvimiento del interior productivo nacional.