
Las censurables declaraciones públicas de jugadores argentinos en contra de Lleytton Hewitt constituye una incitación a la violencia que podría traer las peores consecuencias para el equipo nacional de Copa Davis que enfrentará al de Australia el próximo fin de semana. La advertencia fue lanzada este martes por el mismísimo vicepresidente de la Asociación Argentina de Tenis (AAT), Arturo Grimaldi, quien alertó que situaciones graves de inconducta del público o de los jugadores argentinos en el match semifinal de la Davis podrían causar la eliminación del conjunto local. Es que los integrantes del equipo argentino no se privaron de nada a la hora de denostar al polémico australiano, al grado de cometer la imprudencia de generar un clima de evidente hostilidad hacia los visitantes.
Ni bien surgió la noticia de que Hewitt aceptaba el reto de venir a la Argentina, pese a la "onda bélica" que se le vendría encima, David Nalbandian, primera raqueta nacional, dijo textualmente: "Ojalá que venga así la gente lo putea un poquito".
El cordobés fue uno de los varios tenistas argentinos que tuvo problemas con Hewitt: en el torneo de Zagreb rozaron sus hombros de manera agresiva en un cambio de lado.
José Acasuso, por entonces virgen de encontronazos con el australiano, se sumó ayer a la guerra contra Hewitt al aludir a su persona como alguien que se maneja como "un constante enemigo con guardaespaldas a su lado pensando que está en Irak”, según declaraciones que reproduce la agencia DyN.
Sin embargo, el misionero aclaró que "todo esto es el circo que él quiso montar. No va a pasar nada, así que no deberíamos prestarle tanta atención".
Juan Ignacio Chela, el de mayores incidentes con Hewitt, con escupitajo incluido en el Abierto de Australia 2005, refirió irónicamente: "En algún momento, nos vamos a tener que cambiar banderines, pero no mucho más que eso. Tendría que haberlo ido a buscar a Ezeiza. Es obvio que lo primero que le hubiera dicho era "come on". Igual, está claro que si me lo cruzo, ni lo saludo".
Hewitt rompió el silencio indicando que "con lo que pasó entre mí y Nalbandian, Coria y Chela, las cosas son otra vez diferentes. Esos muchachos han estado agitando las cosas. Nalbandian ha estado diciendo cuánto quiere que yo fracase en Buenos Aires, por lo cual existe la preocupación sobre la seguridad".
Por todo lo referido, el alto directivo de la AAT dijo a Radio 10 que "el público debe respetar al rival, ya que de otro modo la Argentina caerá en la misma tesitura que Hewitt", un tenista que muchas veces se vio envuelto en situaciones antideportivas.
Grimaldi alertó que las consecuencias que podría causar una reacción desmedida por parte del público local "pueden llegar a derivar en la suspensión del partido, con lo que Argentina perdería los puntos".
De allí que exhortó a "a toda la gente que se acerque hasta el parque Roca a alentar, pero sin perder el respeto".