La rectora de la escuela Záccaro solicitó a Busti que "tome la decisión de instalar la infraestructura" para poner en funcionamiento un comedor escolar

La rectora de la escuela Záccaro, María Luz Piérola se refirió a la crítica situación que viven la mayoría de los chicos que concurren a esa escuela. Según la docente, desde “la crisis de 2001, comenzamos a detectar cada vez más pobreza y veíamos que los chicos se desmayaban de hambre”. Ante esta realidad, “se empezó a pedir un comedor, para el que ya poseen el espacio físico pero les falta la infraestructura necesaria”, por lo que “estamos haciendo un llamado a la sensibilidad social y política del gobernador para lograr esto”.

“Primero recibimos donaciones y, posteriormente, desde Comedores Escolares nos autorizaron la partida para la copa de leche”, pero para poner el comedor escolar, “solicitamos la unidad médica móvil, donde Silvia Pedrotti hizo todo el diagnóstico y acá surge esta cruda realidad ante la que todos nos asombramos, porque realmente era alarmante. La mayoría era grado 2 de desnutrición y hay casos de grado 3, con problemas anémicos y demás”, continuó.

Los alumnos de esta escuela provienen de distintos barrios y zonas de la capital provincial, como Toma Nueva y Vieja, Nueva Ciudad, Arenales, Camino Costero, Mosconi III y Paraná 14, entre otros.

El reclamo es específicamente al titular del Ejecutivo, Jorge Busti ya que “estamos apuntando a que el gobernador tome la decisión política de instalar la infraestructura necesaria, porque tenemos una cocina económica de dos hornallas, tenemos el espacio físico y nos falta la infraestructura”, señaló Piérola, añadiendo: “Estamos haciendo un llamado a la sensibilidad social y política del gobernador para lograr esto”.

Asimismo, la titular de la Dirección de Comedores Escolares, “Patricia Castañeira hizo malabarismos y nos dio 2.800 pesos de jornada simple, pero esto no basta porque acá necesitamos el comedor al mediodía y también la partida de copa de leche para cuando se vayan los chicos, porque este es el único alimento que reciben en el día”, expresó en diálogo con APF.

“Los chicos no comen; a las 12:30 es el inicio de la escuela, terminan 18:30 y no tienen tiempo ni horario para ir a otro comedor comunitario”, indicó la rectora, quien a continuación dio datos aterradores: “Hay chicos de 12 a 20 años, donde la adolescencia demanda mayor de calcio y vitaminas y que arrastran una desnutrición de hace muchos años”, además existe un caso de un joven de 14 años que pesa 33 kilos y otro 30.

Esta situación acarrea problemas de aprendizaje. “Saltan problemas disciplinarios por la inestabilidad y atención dispersa, por eso estos chicos nunca pueden llegar a lograr, en estas condiciones, un pensamiento abstracto, están en todo lo que es el pensamiento operativo concreto”.

“Obviamente que modifica todo lo que es la pedagogía de la crisis, modifican como enseñar, volvemos a la tiza de colores y hay un montón de cuestiones que limitan el aprendizaje”, continuó.

Con relación a los padres, Piérola dio que “somos conscientes que tienen de arrastre la desnutrición, incluso en la gestación de sus propias madres. Es una cuestión real de lo que es la crisis social, que obviamente afecta lo que tiene que ver con aprendizaje”, señaló la docente.

A su vez, “el 70 por ciento de los padres tienen planes sociales y el 60 por ciento no ha terminado la escuela. Todo esto es la cruda realidad descarnada de lo que es la pobreza, donde nosotros debemos tener decisiones políticas para tratar de salvar estos chicos que obviamente son salvables”, reflexionó finalmente.

Edición Impresa