Paraná: inquietud por la demolición de una parte del Mercado Central

Dentro del edificio, se siguen apuntalando las columnas para que puedan soportar la losa que –según se dijo semanas atrás– sostendrá el primer piso del futuro centro de compras, dividiendo el amplio espacio original en dos niveles, donde se desplegarán locales comerciales.

Sectores del municipio sueñan con que la construcción por fin les dé a los eventuales turistas el tan ansiado shopping que –se aseguró desde el Palacio municipal– los visitantes piden a gritos “los días de lluvia”. Es más, una alta fuente de área de Prensa comunal informó que “ni bien vuelva Daniel Brahim (el inversor) del Mundial, el intendente (José Carlos Halle) hará una recorrida oficial por las obras”.

Pero el beneplácito no es general. Profesionales vinculados con la preservación del patrimonio arquitectónico han hecho notar que no están cumpliendo las normas en la restauración del edificio. En tanto, trascendió que las autoridades municipales no tienen conocimiento en detalle de qué es lo que se va a hacer en el edificio casi centenario. Lo confirmó una representante de la consultora que está asesorando al inversor en cuanto a cómo se hace un shopping: “La Municipalidad no está al tanto de nuestra obra, ni conoce detalles”, se sentenció de Retco SA, la empresa que se ocupa de dar indicaciones a quienes quieren levantar este tipo de paseo de compras.

Control

La semana pasada se demolió el sector que da a calle Chile, con lo cual desapareció una de las cuatro entradas principales, la que se correspondía con la puerta opuesta, por Pellegrini. Con esto, dejó de existir también lo que fue el local que albergó al bar Los Enanitos (que funcionó 40 años en la esquina de Chile y Bavio). Y con la caída de las paredes empezó a aumentar la pila de hierros y escombros que se empezó a formar sobre la esquina de Venezuela y Chile.

Coincidiendo con esto, desde el municipio decidieron la semana pasada afectar tres profesionales a la fiscalización de la obra, que empezó a principios de junio. Por un lado, la arquitecta Eugenia Cichero, “que ha convenido con la empresa hacer un registro fotográfico” para documentar los trabajos; Cichero será acompañada por un miembro de la Comisión de Patrimonio, el director de Diseño Urbano, Jorge Monachessi, y Marcelo Clariá.

Así lo informó el subsecretario de Planificación municipal, Eduardo Loréfice, que dio algunos datos acerca de la obra, aunque consideró necesario aclarar que “esta licitación no se hizo desde mi área” en referencia a la concesión del Mercado Central a un privado.

“Pusimos una persona que integra la Comisión de Preservación del Patrimonio para que verifique que lo que se está ejecutando tenga coherencia con el pedido del área de Preservación para que se respetara parte del patrimonio del edificio. El fin es que sea recuperado y no que no sea sólo una intervención que lo desvirtúe totalmente”, señaló. Así, “aunque adentro tendrá un aspecto totalmente moderno, la cáscara se recuperará por completo para llevarla a como era originalmente”, aseguró.

Fotos

La decisión de tomar fotos de los pasos más problemáticos de la obra tiene que ver con que los constructores van tomando decisiones sobre la marcha, con lo cual la comuna tiene sólo “ideas generales” de cómo va a quedar finalmente el mercado. “En este caso, se trata de un edificio muy viejo y hasta que no se demuelen algunas cosas, no se sabe cómo están”, dijo Loréfice.

“Cuando demolés, encontrás cómo están algunas cosas y se toman decisiones en la obra y es importante que nosotros verifiquemos que no se contrapongan con el sentido de reforma del edificio para no desvirtuar el espíritu de lo que era el Mercado”. Así, “hay definiciones que no están tomadas, no está definido al 100 por ciento lo que se va a hacer. Hay una idea general de lo que se propuso pero puede tener alteraciones. Por eso se toman fotos” (de lo que se va descubriendo conforme avanzan los trabajos), describió.

“En ocasiones hay que cambiar metodologías de construcción”, dijo y dio el ejemplo de las “bovedillas realizadas con perfiles metálicos y ladrillo (y que cumplían las funciones de la actual losa de hormigón) donde el metal estaba comido por la cal” y que cubrían los sótanos. “Hay que ver cómo se resuelven estas situaciones de obra. Nadie pensaba que esto estaba así, pero el tiempo, la falta de mantenimiento han hecho su trabajo”, finalizó diciendo.

Loréfice: “Lo que se tiró abajo no era original”

El subsecretario de Planeamiento, Eduardo Loréfice, explicó que lo que se demolió sobre calle Chile (muros e ingreso) “no son originales del ex Mercado La Paz: todas las caras eran iguales menos esa. La idea, con buen criterio, es realizar una recuperación llevándolo lo más parecido al original con esta intervención sobre ese sector. Se demuelen partes porque se lo lleva a como era originalmente el edificio”, dijo.

Por otro lado, se dio a conocer que la constructora rellenó los sótanos pese a que la comisión asesora de preservación había desaconsejado el procedimiento porque “podría producir efloraciones de humedad en las paredes del edificio”. Pero Loréfice justificó la decisión: “Los sótanos son muy bajos, no tienen la altura de un local para poder habilitarlo, no pueden funcionar cómo depósito, no tienen salidas de emergencia y hay problemas de humedad”, enumeró.

“Hubiera sido interesante rescatarlos, lo ideal es tratar de mantener 100 por ciento original el edificio, pero en términos de inversión sería un despropósito: para recuperar para arriba lo visible se tomó la correcta decisión de rellenar. Si hay 10 millones para invertir y recuperar los sótanos tiene un valor de 3 millones, el peso de ese valor hace que se caiga la inversión, se utiliza la plata en un sector que dé más rédito al lugar en sí. Hay que recuperar el edificio lo antes posible. Tiene 90 años y resignamos los sótanos para tener el resto del edificio en condiciones. Si no, cuando querramos acordar, será más fácil demolerlo que ponerlo en valor”, finalizó.

Para destacar

12 millones de pesos, sería la inversión que haría el concesionario en el Mercado Central para convertirlo en “La Paz Shopping Center”.

Fabra SA. Se llama la sociedad encabezada por Daniel Brahím, con quien el municipio firmó contrato de concesión del Mercado. Sin embargo, la comuna había adjudicado la concesión a YMK SA y Brahím. YMK se retiró y quedó Brahím, que debió crear una nueva sociedad para avanzar con el proceso.

Retco SA. Es la consultora de centros comerciales que contrató Brahím para que se encargue de la construcción del shopping y del alquiler de los locales que habrá adentro del Mercado.

Quindt. Se llama la constructora de San Benito que lleva adelante el proyecto del “arquitecto Mario Giusti”, informó Quindt. La constructora es la misma que hizo el nuevo mercado en calle Perú. Y el arquitecto es responsable de los trabajos de otro edificio antiguo: la ex BNL.

Sin información. Personal de Retco S. A. estuvo en Paraná el martes pasado pero ninguno dio detalles sobre el tema. Desde la sede de Retco se explicó que “Horacio Suskind y Martín Malara”, que estaban en la ciudad, permanecían en “reuniones” y no podían otorgar una entrevista. Se indicó que una consulta con el municipio (propietario del edificio) tampoco daría frutos: “La Municipalidad no está al tanto de nuestra obra, ni conoce detalles”, se dijo desde Retco.

(Fuente y foto: El Diario)

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