
Verseñazi entendió que “los químicos en la ciudad de Paraná, en periferia y centro, ingresan al organismo a través del aire que respiramos, es un aire insano y es provocador de las enfermedades que lamentamos”.
A su juicio, “habrá que hacer, con las obras sociales, un trabajo de epidemiología social urbano y detectar cual es el principal vector de la enfermedad en Paraná. Nos enfermamos con el aire que respiramos”.
Recordó además que “la sentencia obliga a que se cumpla con la inexistencia de columnas de humos” y que el Foro Ecologista planteó que la Comuna debe tener estacones de observación para que cuando se detecte una columna de humo, concurran las unidades de sofocamiento para apagar esas quemas de basura, en un acuerdo que hemos logrado en audiencia, hace dos años atrás”.
Para Verseñazi, la municipalidad “no tiene gente que esté específicamente controlando donde comienza el humo, que se respira en Paraná” y que esa tarea se la adjudican a los inspectores municipales que se movilizan en moto, informó El Once.