Todo confluye en la investigación sobre la “matriz de corrupción en la obra pública” en la que el empresario K y Cristina Kirchner -al igual que otros 10 ex funcionarios- fueron procesados y embargados, acusados de asociación ilícita. En esta causa figura la empresa con la que el dueño de Austral ganó obras millonarias en el Chaco y que en su mayoría no terminó.
En el sur, donde Báez adquirió 224 propiedades, su holding fue destinatario, según la denuncia judicial, de 52 contratos viales por más de 46.000 millones de pesos. Los valores en el norte no fueron tan elevados. En Chaco, el dueño del Grupo Austral fue favorecido con contratos por 586,4 millones de pesos, pero el punto de contacto fueron las metodologías implementadas. "Hubo un mismo modus operandi por eso también rescindimos esos contratos y colaboramos con la Justicia para que avance en la investigación”, señalaron desde Vialidad Nacional a Clarín.
¿Cómo se instaló el empresario K a 3.332 kilómetros de su tierra por adopción? Cuando falleció el empresario Adelmo Biancalani se abrió la sucesión (Expediente Nº 18609/96). Fue entonces cuando Austral Construcciones adquirió los derechos gananciales y hereditarios por parte de dos de los herederos, quedándose con el paquete mayoritario. A la vez, se hizo cargo del concurso de acreedores de la constructora. La firma declaró como domicilio fiscal unas oficinas en la ruta nacional Nº 16, kilómetro 19,3, donde la Justicia realizó allanamientos en busca de documentación.
Con esta empresa, Báez adquirió importantes licitaciones viales por más de 580 millones de pesos, algunos fueron caminos nacionales y otros provinciales, financiados por intermedio de convenios con Vialidad Nacional, algo que también se utilizó en Santa Cruz. El resultado fue el mismo: obras con redeterminaciones de precios, como tramos de la Ruta 7 que terminaron con costos de 101 por ciento más caro que lo licitado y no se realizaron.
“En Chaco, Báez hizo grandes negocios, importantes obras que no se terminaron, fue una corrupción estructural que también llegó al Chaco”, dijo a Clarín el diputado provincial (UCR) Livio Gutiérrez, quien denunció ante el juzgado de Julián Ercolini estas irregularidades: plazos vencidos, sobreprecios por encima del 65 por ciento y abandono de obras.
Además, añadió que la empresa Biancalani "tenía protección en todos los ámbitos, la documentación acredita cómo desde el Banco Nación, aún sin capacidad técnica, le habilitaban descubiertos en la sucursal Resistencia. Tenía, además, decenas de cheques rechazados y la cuenta no se la cerraban. Esto es demostrativo de que existían complicidades absolutas desde el Banco y Vialidad para favorecer a Báez".
Existe una causa en la que el empresario K es investigado por los beneficios que el organismo financiero le entregó, con un fideicomiso de 350 millones de pesos y giros en descubierto. La deuda a la fecha es de 160 millones de pesos por un crédito que nunca pagó y más de 36 millones de pesos por 594 cheques emitidos sin fondos.
Un caso testigo
La ruta que la oposición chaqueña define como un “emblema de la corrupción” queda cerca de Presidencia de la Plaza, una pequeña localidad ubicada a 107 kilómetros de la capital provincial. En vez del asfalto licitado y pagado por más de 200 millones de pesos, sólo hay tierra, puentes sin terminar y un camino que se convierte en una travesía. Este segundo tramo de 42 kilómetros conecta localidades ubicadas en el corazón de la provincia.
“Está todo parado desde 2015, Biancalani echó gente, vació el obrador y se llevaron las máquinas. Esperamos que se retome la obra porque el terreno se deteriora cada vez más”, relató el concejal radical de Presidencia de la Plaza, Roly Trepo.
Las autoridades de Vialidad Nacional señalaron que “el sobreprecio fue tan evidente que la empresa de Lázaro siquiera disimuló intentando hacer la obra sino que subcontrató a otra empresa y se quedaba con el 30 por ciento sin hacer nada". Todo está en la Justicia.
Un caso similar fue la concesión de la Cantera “Las Piedritas” que comenzó con un costo de cuatro millones de pesos “y su valor superó con los años los 30 millones”, indicó el diputado Gutiérrez.
Según los números que maneja la Justicia, en Chaco Vialidad Nacional pagó a Báez el kilómetro más caro. Para 57 kilómetros de pavimento junto con accesos y empalmes a la ruta, el costo fe de 2.929.089 pesos por kilómetro, mientras que en una obra de iguales características otorgada a otra empresa en el mismo período (2009-2010) se pagó 1.692.745 pesos.
Báez fue sólo tres veces a Chaco, pero Leonardo Fariña declaró el año pasado ante el juez Sebastián Casanello que el dinero "se llevaba por tierra" a esta provincia y "se guardaba ahí" y que la Justicia puede “encontrar facturas apócrifas y sobrefacturación” en las UTE que unieron a Biancalani y Austral. Así graficó la ruta del dinero desde el sur hasta la provincia norteña.