Por Soledad Comisso, de ANALISIS DIGITAL
Respecto a la infraestructura, la secretaria adjunta de la seccional Paraná de AGMER, Alejandra Gervasoni, contó que “las escuelas que más inconvenientes tienen son las que están alejadas del radio urbano”. “Con las lluvias que se dieron esta semana quedó en evidencia todos los problemas edilicios que hay en las escuelas, de los cuales el gobierno no se hace cargo”.
La docente explicó a ANALISIS DIGITAL que “a principio de año se presentó el gobierno provincial un relevamiento de todos los inconvenientes que tienen las escuelas, pero hasta ahora no se obtuvieron respuestas favorables”.
Por su parte, la secretaria de Interior del gremio, Haydée Orrantía, explicó que esta situación empeora en las escuelas rurales, donde “tienen que mantenerse con la ayuda de la comunidad, a veces se rompe un vidrio y para conseguir que el gobierno compre otro se tiene que hacer un expediente que tarda meses, así que muchas veces los padres y docentes ponen plata de su bolsillo y hacen los arreglos, porque los chicos no pueden seguir concurriendo a clases en esas pésimas condiciones”.
Las escuelas rurales son las que más inconvenientes tienen, ya que son casi en su mayoría sostenidas por el aporte que hacen los docentes y padres. “Están a la buena de Dios”, se quejó Orrantía.
Y realmente es de destacar el esfuerzo que realizan los docentes que deben cumplir con enseñar, ser directivos, cocineros y enfermeros en algunos casos.
“Hay muchas escuelas que cuentan con mobiliario sumamente deteriorado. Hay un gran abandono del estado en las instituciones públicas”, insistieron las docentes.
Desde el gobierno se han hecho diferentes obras de refacción en distintas escuelas de la provincia, sin embargo, “al no mantener esos trabajos, hacen que todo decaiga”. “Las escuelas son como una casa, si no se pinta, si no se mantiene, se deteriora”, explicó Gervasoni.
Desde la Escuela Jorge Luis Borges señalaron que “hay faltante de aulas”, y que aunque se licitó la obra aún no comenzó: “Seguimos estando en el mismo lugar, y todos amontonados”, indicaron desde el establecimiento.
En tanto, en la Escuela Maximio Victoria, los docentes tutores del Plan Fines deben dar clases todos juntos en un aula de jardín. Donde tanto profesores como alumnos mayores deben sentarse en diminutas sillas para niños, ya que no hay suficiente cantidad de aulas.
Comedores
Este es uno de los temas más controvertidos. Por ejemplo, en la Escuela República de Chile, hay un total de 238 alumnos adultos y reciben 1448 pesos mensuales para alimentos. Así que la solución a esto es darles a los alumnos dos sándwiches semanales, ya que no alcanza para una ración diaria.
Los comedores escolares reciben para la copa de leche 60 centavos por alumnos y para el almuerzo, hasta este mes era un valor de 2.5 pesos, y ahora se aumentó a 3 pesos.
Desde el sector docente se quejan de que no alcanza el dinero, sin embargo, Cáceres afirma que visitó el comedor escolar de la escuela Terán y justo ese día “los chicos estaban comiendo milanesas con fideos”. No dice lo mismo la secretaria de la escuela que indicó a este medio que “la plata no alcanza, no alcanza para nada”.
Sin embargo, el ministro afirmó que “fue maravilloso” lo que vio en el comedor: “Todos contentos, los alumnos y las cocineras”.
También aclara que “si se compra en cantidad todo es más barato” e insiste en que “los chicos comen carne casi todos los días”. Más allá de que el precio de la carne continúa aumentando y el kilo de milanesa ronda los 35 pesos…
Este aumento que desde el gobierno insisten en valorar, desde AGMER lo minimizan, ya que explican que tuvieron que estar esperando siete meses para que “Cáceres aumente 80 centavos, que no alcanzan para nada”.
Gervasoni ironizó: “Me gustaría saber si Cáceres o Barboza (titular de Comedores Escolares) pueden almorzar con 2.5 pesos por día”.
Cooperadoras
“Bailes, venta de fideos, de pastelitos, eventos, bingos”, son algunas de las actividades que realizan en las escuelas para juntar fondos para comprar estufas, elementos de limpieza y a veces ayudar al comedor escolar, ya que las partidas que llegan no alcanzan.
Con la plata que se obtiene de la venta se hacen arreglos menores y también algunos más importantes como son obras en los baños, porque si se tienen que abrir un expediente para iniciar una obra, demora meses “y los alumnos deben seguir yendo al baño”, criticaron desde AGMER.
Limpieza
La mayor partida que reciben las escuelas es de 90 pesos mensuales. Este medio se comunicó con varias escuelas que informaron que llevan varios meses de atraso en los fondos para limpieza. En la mayoría de los casos, las escuelas reciben 47 pesos por mes.
Desde la Escuela Tabaré indicaron que deben comprar los elementos para limpiar “con fondos de la cooperadora o con ayuda de los padres y docentes”.
Calefacción
Ninguna de las escuelas de la provincia cuenta con gas natural, por lo tanto la única forma de mantener las aulas calefaccionadas es mediante estufas eléctricas, por supuesto, si es que no se satura la instalación eléctrica que en su mayoría nunca fueron cambiadas desde la construcción de la escuela.
Laura Viera, secretaria del turno mañana de la Escuela Juan Terán, se quejó de que recién ahora van a hacer algunos arreglos en la instalación eléctrica, “que hace más de 30 años que tiene problemas”.
Conectar igualdad
“Más que conectar igualdad, yo diría que se debe comer con igualdad, que se necesitan techos de igualdad, calzado de igualdad, trabajo digno de igualdad. Porque si un papá tuviera un trabajo digno no debería porqué enviar a sus hijos al comedor. Entonces si el gobierno no puede asegurar un trabajo digno para los padres, al menos que asegure un plato de comida diario”, fustigó Gervasoni.
En referencia a la entrega de netbooks, la docente opinó: “Antes que entregar computaras se deberían tratar otras cuestiones de igualdad. Porque no sirve de nada tener una netbook y la panza vacía”.
Las quejan siguen, las protestas se reproducen y los chicos son los que sufren las consecuencias al no están bien alimentados, al tener que pasar jornadas enteras con frío por no tener calefacción. Porque no sólo no tienen las condiciones mínimas en su casa, sino que tampoco pueden recibirla en la escuela, lugar donde deberían recibir ayuda y contención.