En una era en la que la comunicación cara a cara cada vez es más difícil de conseguir, existe un movimiento originado en Dinamarca que va a contracorriente. Se trata de una biblioteca, en donde en vez de consultar un libro sobre un determinado tema durante un período de tiempo asignado, se puede pactar una charla con una persona con un determinado perfil, un hombre o una mujer para conversar.
Conocida como "La Biblioteca Humana" (Menneskebiblioteket, en danés) fue creada en Copenhague por Ronni Abergel en el año 2000 con el objetivo de "publicar personas como libros abiertos" para que otros puedan hacer preguntas sobre sus vida y experiencias, y comprender mejor sus problemas del día a día. Es decir, dar la oportunidad de que gente de todo el mundo y con diferentes contextos puedan sentarse a charlar. La idea se ha exportado a más de 70 países desde entonces.
En 2006, un estudio de la Universidad de Princeton concluyó que los humanos crean las primeras impresiones de alguien en un abrir y cerrar de ojos, en una décima de segundo, para ser precisos. Y la biblioteca humana quiere, en este sentido, crear una sensación de cercanía y que la gente pueda romper sus prejuicios mientras se detienen a pasar "las páginas" de las vidas de otras personas.
De hecho, cada "libro" de sus estanterías representa minorías de nuestra sociedad que a menudo han sido sometidas a prejuicios, estigmatización o discriminación por su estilo de vida, diagnóstico, creencia, discapacidad, condición social, origen étnico, etc. El tipo de libros que puedes pedir prestado van desde alguien transgénero, sordo, ciego, obeso o sin hogar hasta una persona con autismo o incluso refugiados.
En su sitio web, la biblioteca deja claro que actúa como un espacio seguro para el diálogo y, por lo tanto, se anima a las personas a preguntar todo lo que se les ocurra: "Buscamos personas sin hogar, desempleadas, deprimidas, con problemas de salud mental, discapacidades, que pudieran ayudarnos a educarnos". La mayoría de "libros" presentan problemas como el alcoholismo, autismo, bipolaridad, malformidades en sus cuerpos, o han padecido tragedias, como abusos sexuales, racismo o guerras.
¿Cómo funciona?
El o la interesado selecciona una persona para compartir una charla durante treinta minutos. Durante este tiempo, el interesado puede escuchar la historia de la persona y hacerle todo tipo de preguntas. Ninguna pregunta está fuera de los límites, aunque es posible que los consultados no quieran responderlas. Y, sobre todo, hacen hincapié en la seguridad: "Queremos que la persona vuelva a tiempo, como un libro, lo necesitamos en las mismas condiciones, no puedes llevártelo a casa. Son cosas simples", explicaba su creador. Además, un bibliotecario se asegura de emparejar a los lectores con alguien cuyo idioma puedan entender.
Por otro lado, según explican los creadores, el método empleado de emparejamiento está hecho para juntar a gente muy diferente entre sí y resulta en casos reales como que una mujer transgénero conozca a una mujer cristiana conservadora que piensa que está viviendo en pecado. O que un activista del cambio climático se encuentre con alguien que piensa que el calentamiento global es una farsa. De ese encuentro es que justamente surge lo interesante.