En el año 1977, recuerda Luis Díaz, actual presidente de la Federación Entrerriana de Natación y ex director de Deportes de la provincia, la pileta olímpica de la Toma Vieja fue sede del Campeonato Argentino de Categoría Mayores. Años después, apunta Silvia Beatriz Dalotto, ex campeona mundial de aguas abiertas e integrante del Comité Olímpico Internacional, se realizó un Campeonato Argentino Juvenil. Más precisamente fue en 1986.
“Se hicieron dos argentinos juveniles más en la Toma y por lo menos cuatro torneos provinciales”, completa Díaz.
Cada año, ya en los primeros días del verano, todos los equipos del clubes que competían en natación se trasladaban hasta el complejo Toma Vieja para que sus nadadores tuvieran la posibilidad de entrenar en una “cancha olímpica” y de este modo sumar chances de lograr buenas performances en los certámenes nacionales e internacionales.
“Yo me pasé por lo menos diez veranos en la Toma Vieja”, rememora Dalotto. “Íbamos todos los días muy temprano a entrenar allá, porque es muy diferente nadar en una pileta de 25 metros que en una de 50 y para competir a buen nivel necesitábamos entrenar en la de 50”.
Una vez difundida la noticia sobre la inauguración de los natatorios de la Toma, ahora rebautizados Parque Deportivo y Recreativo Acuático, paranaenses vinculados a la natación advirtieron a través de redes sociales que la obra sobre la pileta olímpica abrevió su tamaño y de este modo la inhabilitó definitivamente como escenario de competencias.
“Si la pileta se achicó ya sea 50 centímetros como dos metros, no puede ser utilizada para ningún campeonato nacional o internacional”, explica Dalotto.
Para confirmar las sospechas, integrantes de la Federación Entrerriana de Natación se presentarán en las próximas horas en la Toma Vieja para medir las dimensiones actuales de la pileta y tener, entonces sí, la certeza de que la provincia de Entre Ríos ya no tiene ninguna pileta olímpica.
“El mejor momento de la natación entrerriana fue en la década del 90´ y tiene mucho que ver con las posibilidad de utilizar instalaciones apropiadas”, detalla Díaz y en ese sentido expresa que “debo reconocerle a Julio Solanas que durante su intendencia llegó a habilitarnos la pileta de la Toma hasta un 15 de octubre, lo que nos daba la posibilidad de entrenar con mucha anticipación a los campeonatos nacionales”.
Si nuevos torneos argentinos no se realizaron en la capital entrerriana, a pesar de contar con la ventaja de una pileta reglamentaria, fue por la falta de infraestructura de vestuarios.
A partir de las últimas remodelaciones, claro, ya no hay chance alguna y ni si quiera se puede usar para que nadadores destacados de la ciudad puedan validar nuevas marcas en la Toma. No es reglamentaria.
La pileta, será entonces, como dicen con pesar los referentes de la natación local, escenario recreativo “para tomar sol” y la rica historia competitiva, junto con las chances de convertirse en un espacio de referencia a nivel nacional en ese sentido, quedará definitivamente sepultada.
Fuente: Entre Ríos Ahora