Educar en los derechos humanos previsionales (VI)

(*) Colectivo de Trabajadores por la Ventana

En las últimas décadas el sector más vulnerado en la República Argentina es el de los jubilados y pensionados razón que nos lleva a ocuparnos de los adultos mayores. Es hora de tratarlo de una manera integral, basados en uno de los principios de solidaridad intra e intergeneracional. Vuelve a ser necesario replantear la solidaridad intrageneracional (entre los más y los menos beneficiados) e intergeneracional (la relación entre trabajadores activos y los que ya no lo son).

Pensando en ello nos preguntamos, ¿cómo ha sido a través de la historia y las culturas la relación de las generaciones jóvenes con los viejos? ¿y las actuales? Intentamos investigar un poco y lo que averiguamos lo compartimos más abajo, porque creemos que es un tema abierto para que surjan otras visiones enriquecedoras.

En una mirada rápida sobre animales podemos observar que no son muchas las especies que tienen tratamientos especiales con los ejemplares viejos y rituales propios de la vejez. Comportamientos diferenciados se han observado en elefantes (hasta tienen fases de duelo), chimpancés, algunas aves (por ejemplo, la urraca o la cigüeña, que alimenta a sus mayores y fue la que dio nombre en Roma al primer sistema de pensiones reconocido), y ciertos insectos (por ejemplo, las abejas, más por razones de limpieza de sus colmenas en un proceso denominado necroforesis, que por otros sentimientos).

Por el contrario, hay múltiples registros de machos viejos, perdidosos en combates con los que los quieren reemplazar, que quedan vagando solos, excluidos de sus manadas. Ej. Lobos marinos. Eso nos permite decir que, en estado de animalidad pura, no existe un comportamiento homogéneo que permita hablar de solidaridad extendida en el relacionamiento entre distintas capas etarias.

En cambio, en casi todas las culturas primitivas existió un marcado respeto por los ancianos y la sabiduría que ellos resguardaban. Aún en poblaciones nómades que circulaban en ambientes con pocos recursos, donde los viejos representaban una carga para sus desplazamientos y consumo alimentario, los mayores continuaban la convivencia alimentados por los jóvenes y cuando se avecinaba el final tenían tradiciones aceptadas por los propios interesados para su tratamiento.

En el libro, El país de las sombras largas, que relata la vida de los esquimales se cuenta cómo una anciana, que había perdido sus dientes y ya no podía ablandar las pieles para confeccionar sus abrigos, pide ser abandonada en el hielo para liberar de su peso al resto de la familia.

En otro caso, según un estudio divulgado hace algunos años, los chukchis siberianos practicaban la muerte voluntaria, donde la persona mayor sostenida hasta ese momento por la comunidad solicitaba morir a manos de un pariente cercano cuando ya no gozaba de buena salud.

En las culturas orientales los ancianos eran reverenciados y permanecían en el seno familiar con honores hasta su muerte, dado que se los consideraba fuente de sabiduría y experiencia.

Pero esto no fue así en la etapa clásica de la cultura grecolatina y aún en el periodo medieval, donde se exaltaban los valores de la juventud y a los mayores, cuya expectativa de vida estaba entre los 50 y 60 años, excepto en casos muy especiales, se los consideraba una carga, se los abandonaba e incluso se los mataba.

No obstante, en la antigua Roma, surge ya la palabra latina “jubilare”, que se traduce como “lanzar gritos de alegría” para aquellos ciudadanos que se habían destacado o que dejaban la actividad militar. Allí hubo algunas medidas de protección para los civiles de manera que tuvieran un retiro digno, determinando obligaciones de los hijos hacia sus progenitores. Asimismo, los soldados que habían servido en el ejército recibían una parcela o un monto equivalente a doce años de servicio.

En la etapa esclavista, que se extendió por muchos siglos, los esclavos tenían valor y sus propietarios los mantenían mientras les servían, pero había legislaciones que obligaban a los dueños a sostenerlos hasta su muerte (aunque normalmente no se controlaba cómo lo hacían). También el señor feudal tenía obligaciones con respecto a sus súbditos, aunque allí la responsabilidad de hacerse cargo de los progenitores estaba a cargo de los siervos de la gleba.

Las culturas americanas han sido, en general, muy respetuosas de sus ancianos. Este respeto, que a veces llega a la veneración, está muy afianzado en casi todas las poblaciones indígenas de nuestro país, de otros pueblos latinoamericanos y de América del norte, que expresan esos sentimientos en reiteradas oportunidades. Así, por ejemplo, lo hemos podido escuchar de boca del “lonko” (jefe) mapuche el pasado 24 de junio, en la celebración del “Wiñoy Tripantu mapuche” (inicio del nuevo ciclo con el regreso del sol), donde fueron reivindicados los ancianos por su sabiduría milenaria. Similar conducta adoptaron los guaraníes, venerando la sabiduría de los ancianos.

Un ejemplo en África son los balantas (uno de los grupos étnicos de Guinea Bissau); en una prolongada ceremonia honraban al anciano conductor de la “tabanka” y terminaban enterrándolo en el piso de la vivienda extendida familiar.

Con el advenimiento del capitalismo en los países occidentales, hace menos de trescientos años, trajo un cambio sustancial. Ya no existía la obligación del empleador de proteger a su trabajador en la vejez. El hombre “libre” debía resolver ese problema por sí mismo. Hay múltiples testimonios de las miserables condiciones de los viejos de aquella época, los que eran escondidos o librados a su suerte. La estrategia familiar pasó a ser la multitud de hijos, alguno de los cuales terminaría haciéndose cargo de los ancianos. Esta fue la realidad más extendida de los siglos XVIII, XIX y gran parte del XX.

En una entrega posterior nos detendremos en las experiencias postindustriales dónde se van a ir perfilando leyes, contratos, normas, y sistemas de previsión con principios solidarios contrarios a las corrientes de carácter individualistas.

 (*) agrupación de trabajadores docentes nucleados en la Multicolor de AGMER

NUESTRO NEWSLETTER

Deportes

Bou

El entrerrino Bou se anuncia como titular en Lanús en la visita a Barracas Central.

Borgert

El entrerriano Manuel Borgert irá por la corona en la última fecha del TC Pista Mouras, en La Plata.

Fiesta del Mate

Los clubes de Paraná ya se pueden inscribir para el patio gastronómico en la Fiesta Nacional del Mate.

Nico

En 2025, Nicolás Bonelli volverá a Ford y se subirá a un Mustang que construye en su propio taller.

AFA

La AFA someterá a votación el formato de competencia para la temporada 2025 de la Liga Profesional de Fútbol.

Colón ya palpita el cuadrangular de la Liga Argentina de Básquetbol

En conferencia de prensa se dieron a conocer detalles del cuadrangular de la Zona Sur.

En Villaguay, el gobierno relanzó el Consejo Provincial del Deporte

Frigerio encabezó la conferencia de prensa en la Ciudad de Encuentros.

“Este grupo tuvo humildad, esfuerzo y dedicación”, destacó Nahuel Martínez

El zaguero surgido en Sportivo Urquiza contó sus inicios y se mostró feliz por compartir el título con Yaír Duarte.

El DT Gustavo Coleoni asoma como candidato para la dirigencia de Patronato

El Sapito Coleoni, el entrenador de peso que comenzó a sonar en calle Grella.