El secretario de Organización de la Agrupación “Fuentealba” de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER), Pablo Amarillo, planteó los problemas que generaría la determinación de agregar una hora más de clases en el nivel primario y habló de las dudas que todavía se sostienen.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Amarillo admitió que la decisión de agregar una hora de clases al nivel primario “sorprendió a propios y extraños porque no estaba en discusión en ningún ámbito e incluso creo que sorprendió a los sectores oficialistas”. Planteó que “todo está muy verde y se espera que haya más precisiones después del viernes que se reúne el Consejo Federal de Educación” y confirmó que “según lo que dijo el gobierno se agrega una hora más al inicio de la jornada en el turno mañana y al finalizar la jornada en el turno tarde”.
Advirtió ante ello que “cambian las condiciones de trabajo y nuestro Convenio Colectivo de Trabajo y el Estatuto Docente que establece la jornada simple de cuatro horas, con lo cual en principio es una reforma laboral en el ámbito educativo”.
“Eso nos pone en alerta, a priori no estamos en contra de que haya más tiempo de clases pero sí ponemos en discusión que hay un gobierno que durante 2020 y 2021 prácticamente abandonó a los estudiantes, por eso tuvimos los niveles de deserción y la catástrofe educativa que tuvimos, porque no garantizó conectividad ni nada, y ahora pareciera preocupado por la educación queriendo modificar las condiciones de trabajo de los docentes que en toda la escala salarial estamos cobrando salarios por debajo de la línea de la pobreza. Es un discurso muy contradictorio porque todas las políticas que viene llevando adelante este gobierno no indicarían que tiene a la educación como prioridad”, analizó.
En cuanto al pago de las horas agregadas, indicó que “por lo que se sabe el 80% lo aportaría Nación y el 20% restante quedaría a cargo de las provincias” y advirtió que “los montos de Nación históricamente han sido en negro, que no aportan a la Obra Social ni a la Caja Jubilatoria, y por eso desde la Fuentealba siempre hemos rechazado las paritarias de la conducción oficialista de CTERA que acepta pasivamente esta situación, cuando Nación debería dar el ejemplo y pagar en blanco”.
“Este es uno de los problemas en cuanto a lo salarial, por el interrogante de si el aporte de Nación sería en negro, y la otra cuestión a entender es que con los bajos salarios que tenemos gran cantidad de docentes se ven obligados a tomar doble cargo, es decir que están ocho o nueve horas frente a alumnos, y con esta reforma una maestra debería estar 10 horas reloj en el aula frente a los alumnos, perdiendo incluso el criterio de la jornada máxima de 8 horas”, señaló el docente.
“Se sabe muy poco todavía pero hay muchos elementos de juicio respecto de lo que viene haciendo este gobierno con la educación y que indicarían que esto es un ataque más a la docencia, y no necesariamente va a generar una mejora educativa porque acá la educación argentina fue de excelencia y calidad cuando la primaria tenía la misma jornada que tiene ahora, entonces la mejora no pasa por una hora más de clases o una hora menos”, reflexionó.
Consultado por los problemas de horarios que generaría la medida para los comedores escolares y el turno nocturno, Amarillo sostuvo que “ya se desquició la vida con la pandemia y la virtualidad donde el gobierno no garantizó ni la conectividad ni nada y esto pareciera un nuevo desquicio de la organización familiar de los trabajadores de la educación y de la comunidad educativa en general”.
Agregó que “además hay una realidad, que con el desfinanciamiento educativo hay muchos problemas con el nombramiento de ordenanzas y ahora los chicos van a estar más tiempo en las escuelas lo que genera mayor necesidad de mantener la higiene, pero hay escuelas donde siempre faltan ordenanzas, y también se da la superposición de edificios porque hay muchas escuelas que comparten edificio lo que ya de por sí no es lo ideal y genera un montón de conflictos entre las instituciones porque los espacios no alcanzan y esto va a profundizar posiblemente esos problemas”.
Por último, reiteró que “el ministro nos tomó por sorpresa, todavía hay muy pocas precisiones pero ya se puede adelantar que esto va a cambiar las condiciones de trabajo, se da en el marco de un desfinanciamiento educativo y pareciera más un ataque a la docencia por parte de un gobierno que ha demostrado no tener a la educación como prioridad”.