El ex intendente de Paraná y ex diputado nacional y provincial, Julio Solanas (PJ), analizó el desarrollo del Congreso del PJ de Entre Ríos. También evaluó la gestión de Rogelio Frigerio.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio Plaza), Solanas aclaró que no es congresal por lo cual no participó en el Congreso del PJ de Entre Ríos que se realizó el sábado pasado. De todos modos, comentó que el domingo conversó con el intendente de Concepción del Uruguay, José Lauritto, y consideró que “uno pretende que el encuentro de compañeras y compañeros no sea una cuestión formal, sino que sea una cuestión que sirva y construya en momentos tan difíciles, pero cuando se ve un temario para adentro son temas que no están en nada en la preocupación de la ciudadanía común. A quien le puede interesar que incorporemos la minoría en el partido, cuando la ciudadanía llega a gatas al 15 o 20 del mes y cuando se ve con mucha tristeza a familias enteras sacando comida de la basura”.
“Es como una contradicción, la cuestión formal que discuten los partidos; nuestro partido estaba en deuda, aparentemente, porque no había llamado a formalizar un Congreso durante 13 años, y si bien algunos estaban contentos, yo digo qué pasó que en 13 años los que conducían el peronismo en todo este tiempo no tuvieron, al menos, la delicadeza de llamar a los congresales para hablar de lo que estaba pasando e informar. Parece que el peronismo solamente hace sus Congresos formales cuando está en el llano, y me parece que eso es un error”, definió.
Consideró que “lo saliente fue que se hayan reunido; no sé si se habrán preguntado por qué pasaron tantos años y no hubo una autocrítica con respecto a eso, que debería haberla. Y el peronismo no es una cuestión formal, es un movimiento, una idea que hoy contrasta con las ideas que hoy imperan en Argentina, ideas liberales, absolutamente anti humanas, que ven en el otro un adversario o enemigo, como hace (Javier) Milei. Nos duele profundamente cómos e ha tratado el tema de la discapacidad, de la producción, el resguardo de los intereses nacionales. Creo que esos son los temas salientes que no se trataron, salvo Blanca Osuna que me dicen que mencionó algo de esto”.
“Tengo un profundo respeto por todos los compañeros que fueron, pero creo que más que la cuestión formal, hay que tener en claro lo que hoy le está pasando nuestro pueblo, que es gravísimo, y con más razón no hay que discutir cuestiones formales, sino que hay que discutir ideas. Hay una fuerte decisión de un gobierno que empezó (Mauricio) Macri quien decía que el peronismo es el mal de los últimos 70 años, y hoy lo está profundizando Milei, cuando en realidad es el único movimiento que le dio soporte a la producción, a la industria nacional, a los trabajadores, a los docentes, a los jóvenes. Creo que ahí está el debate en este momento, y hay que confrontar ideas”, acotó.
En cuanto a la falta de renovación dirigencial y de juventud en la conducción del Congreso, Solanas comentó: “Uno hace su aporte con su proceder, yo no fui candidato a nada y acompañé a los que creí que era la renovación como es Gustavo Guzmán –que todavía sigue siendo una parte importante de la renovación- y ese es mi proceder, creo en la renovación, en las ideas, en la frescura, en el debate. No voy a hablar de lo que hacen los demás, porque respeto a todo el mundo, pero creo en la renovación y he tratado de contribuir a eso con mi actitud. Creo que el peronismo tiene que tender a reconstruir con aire fresco, con ideas nuevas, no con formatos que creo que han sido superados, como el formato de querer frenar a uno porque está creciendo, y la muestra de esto es que un ciudadano que no tenía ninguna estructura hoy es Presidente de la República”.
Asimismo, señaló que “el Congreso es una circunstancia y el peronismo, o la idea de lo que nosotros defendemos, va mucho más allá de un Congreso, de una cuestión formal. Lo del sábado fue una cuestión formal del peronismo, y también ha sido formal el hecho de tener una lista única cuando algunos decíamos que la renovación partidaria debía ser más adelante, pero se nos aclaró que teníamos que cumplir el requisito porque estábamos fuera de la ley porque ya habían pasado los plazos. Es una cuestión formal y trato de no meterme en eso, porque humildemente creo que le erramos el camino, acá hay que discutir ideas, acercarnos a la gente, al ciudadano, buscar el encuentro. Hay que ir al encuentro de los ciudadanos con aire fresco, con aquello que fue cuestionado y es una cuestión formal, que parece que no se puede cambiar, el peronismo que ha tenido siempre una actitud de cambio, hoy el peronismo tiene que animarse a cambiar”.
Sobre la situación a nivel nacional, consideró que “el tema de la renovación se va a dar, se ha dado siempre; hoy estamos en una derrota electoral que ha provocado que irrumpiera alguien que da otro debate sobre cuál es el rol del Estado en Argentina, y algunos jóvenes que hace unos meses buscaban algo nuevo, hoy se dan cuenta que eso significa que se les quiten todos los recursos a las universidades, por ejemplo. Este debate instala la idea de qué Nación queremos, cuál es el rol del Estado, que debe ser absolutamente honesto, sin corruptos, eficiente, pero con el rol fundamental del desarrollo de la ciudadanía argentina”.
La gestión provincial
Consultado por su análisis de la gestión de Rogelio Frigerio en la provincia, Solanas opinó que “está en problemas; hay una contradicción muy fuerte de la idea del rol del Estado, mientras en Entre Ríos se habla de potenciar el Estado, tenés un Presidente que dice que hay que destruirlo y que es el primer depredador del Estado. Evidentemente tiene problemas el gobernador entrerriano en ese aspecto”.
No obstante, consideró que “algunas cosas han sido interesantes, el hecho de pelearle a la Nación los recursos que tienen que ver con el sistema previsional es positivo, pero obviamente si se hacen caminos y obras, implica dinero, no se puede decir que no hay plata y hacer obras. Ese es un escollo muy fuerte que tiene el gobernador de Ente Ríos en función de que la Nación cortó absolutamente todo y es un escollo muy fuerte, que puede tener su cuello de botella más adelante”.
“El gobernador de Entre Ríos tiene una circunstancia muy particular porque hay un Presidente que exige, que no escucha, que violenta, y fundamentalmente tiene un desquicio hacia las provincias. Imagino que eso, siendo gobernador, independientemente de que están en la misma vereda, tiene dificultades en ese aspecto. Mientras tanto, hay una cuestión interesante en función del resguardo y parece que es una provincia que camina, pero con sus profundas dificultades”, concluyó.