En la sesión que se realizó ayer en el Concejo Deliberante de Concordia, el concejal Marcos Wdowiak (Bloque Vecinal) presentó un pedido de informes tendiente a conocer “la composición química de los efluentes emitidos por la empresa de jugos Baggio” al arroyo Manzores. El pedido se generó a raíz de los reclamos de los habitantes de las viviendas que lindan con el arroyo, quienes se quejan del “olor pestilente que emana de las bocas de tormenta”. Si bien la empresa tiene permiso municipal para desagitar sus desechos en el curso de agua, el edil consideró que las emisiones “no están en condiciones debido a la carencia de un tratamiento adecuado a los requisitos establecidos por ley”.
El pedido de informes que el edil presentó ayer solicita “una memoria descriptiva del tratamiento que realiza la firma a sus efluentes; los componentes líquidos a tratar; valores de entrada y salida de dichos efluentes con indicación del DBO; oxígenos disueltos; sólidos sedimentales; sólidos en suspensión; PH; entre otros componentes”.
Cabe recordar que Baggio tiene autorización del municipio para desagotar sus desechos líquidos, pero Wdowiak sostiene que las emisiones “no están en condiciones debido a la carencia de un tratamiento adecuado a los requisitos establecidos por ley”. Al respecto, en declaraciones realizadas a DiarioJunio el concejal comentó que el pasado miércoles se desarrolló una reunión entre los ediles y una empleada de la dirección de Saneamiento Ambiental, Ema Carmona, a quien “se le preguntó sobre los efluentes y las respuestas han sido evasivas, insuficientes y muy poco precisas”.
Wdowiak opinó que “no son tantas” las empresas en la ciudad que deben estar sometidas a controles periódicos y señaló que “algunos de los valores incluidos en el pedido de informes fueron aportados por Carmona, pero no fueron satisfactorias”.
“Yo entiendo que no corresponden a la realidad; dudo que sean esos”, sostuvo. Aunque el edil manifestó que su intención no es “poner en tela de juicio los resultados”, recalcó que quiere “todos los análisis hechos a la fábrica de jugos a la fecha, y el nombre de la empresa o la institución que los realizó para corroborar su veracidad”.
Otro inconveniente que presenta el arroyo para destacar es que algunos brazos que desembocan en el mismo han sido desviados. Antiguamente corrían a cielo abierto, cruzaban por el fondo de las viviendas y la arena, la vegetación y los microorganismos existentes depuraban los efluentes. En la actualidad, algunos han sido entubados, cruzan por delante de las casas y se instalaron bocas de tormenta para que las aguas se aireen.
Wdowiak expresó que “de esas cámaras surgen olores pestilentes que imposibilitan vivir en las inmediaciones”. “Esto sucede en todo el trayecto de algunos brazos; se nota en esquinas como La Rioja y Coldaroli”, manifestó.
Asimismo, solicitó a Obras Sanitarias que obstruya las conexiones cloacales clandestinas que desembocan en el curso de agua.