Los interlocutores del radicalismo y el PRO venían conversando desde hace más de tres semanas, pero el encuentro de ayer tenía una característica especial. Por primera vez se verían con el aval de la Convención radical para establecer la alianza con el macrismo y la Coalición Cívica. Los emisarios del radicalismo fueron Federico Storani, Walter Ceballos y Facundo Suárez Lastra. Por el PRO estaban Emilio Monzó, Humberto Schiavoni y Diego Santilli. La reunión ya estaba pautada de antemano, pero las declaraciones cruzadas respecto del “cogobierno” o el supuesto “gobierno de coalición” obligaron a poner el tema sobre la mesa, según estableció un artículo de Página 12.
El sector de Sanz que impulsó el acuerdo había sufrido las críticas de varios dirigentes como Ricardo Alfonsín, Julio Cobos, Nito Artaza, entre otros. “Es correcto que el que gana una elección se hace cargo del gobierno, como está claro también que nosotros, como partido radical, no deberíamos y no debemos integrar un ejecutivo con tan disímiles ideas”, insistió ayer el diputado Héctor “Cachi” Gutiérrez. “A menos de dos días de la Convención, Macri se encargó de colocarnos en el lugar que él nos necesita: encargados de la logística y de sparrings electorales”, agregó el diputado Fabián Rogel.
Desde el macrismo ratificaron los dichos del líder del PRO respecto del cogobierno y atribuyeron sus palabras a la necesidad de replicar las comparaciones con el gobierno de la Alianza encabezado por Fernando de la Rúa. De todas maneras, aseguraron que hubo “una interpretación errónea” de los dichos del jefe de Gobierno porteño. Según Storani, el tema “está cerrado” y, si bien se mantendrá la cultura “presidencialista”, se conformaría en octubre un gobierno de coalición.
“El acuerdo está avanzando firmemente, se habló muchísimo de la posición del PRO y Sanz para hacer los mayores esfuerzos de amplitud y colaboración donde se le puede ganar al kirchnerismo en sus versiones más atrasadas y conservadoras. El candidato a gobernador será el que más chances tenga”, aseguró a Página/12 otro de los presentes. La idea es unificar las candidaturas locales opositoras al kirchnerismo para no dividir la oferta electoral. Así, en los distritos donde el referente de la UCR esté mejor posicionado el macrismo bajará sus postulaciones y viceversa. Todavía no se definió el nombre que tendrá el espacio, que deberá ser acordado también con la Coalición Cívica.